2013/12/29

Soldaditos de nadie... Alegato contra el olvido

A dos años del asesinato de tres militantes del Movimiento 26 de Junio en Rosario, cometido por una banda narco, un libro, Soldaditos de nadie. Jere, Mono y Patóm: crónica de una lucha, recopila trabajos sobre el suceso.
Cuando una sociedad naturaliza determinados hechos y los convierte en obviedades es justamente cuando todo el terreno está preparado para que las injusticias queden invisibilizadas, no sean tenidas en cuenta y, por ende, reclamar por ellas resulte casi un exabrupto o una simple quimera. Soldaditos de nadie. Jere, Mono y Patóm: crónica de una lucha además de ser un libro imprescindible, es una herramienta y un alegato para que determinados acontecimientos no pasen de largo, como si fueran hechos irremediables, y que los sectores más vulnerables de la sociedad puedan acceder a una Justicia casi siempre esquiva.
El próximo 1º de enero, más precisamente durante sus primeras horas, se cumplirán dos años del asesinato de tres pibes en la barriada rosarina de Villa Moreno. Jere, Mono y Patóm cayeron frente a la canchita del barrio por las balas de una banda narco. En un primer momento se los intentó hacer pasar por delincuentes, pero lo paradójico es que ellos, lejos de eso, eran militantes de una organización político-social, el Movimiento 26 de Junio, cosa que hizo que el hecho no pasara desapercibido. Sus compañeros, sus familiares y los vecinos no se quedaron quietos, y por eso el caso trascendió.
En la edición digital del diario rosarino La Capital del 1º de enero de 2012 titularon “Tres personas fueron acribilladas a balazos en zona sur”. A su vez, se consignó que se trataba de tres jóvenes que habían recibido entre 5 y 8 disparos de una pistola 9 mm, agregando el mismo medio que “según detallaron las fuentes, las víctimas fatales contarían con antecedentes por robos calificados. Los investigadores del caso señalaron, además, que el hecho se trataría de una presunta venganza, aunque también intentaban confirmar los motivos de los homicidios, por lo que todavía no se realizaron detenciones”. Por su parte, el lunes 2 de enero, el diario Clarín, en una nota firmada por Lucas Aranda, además de recordar los supuestos “antecedentes por robos calificados”, señalaba que si bien no se conocían con certeza ni las causas del “triple asesinato” ni quiénes fueron sus autores, “nadie discutía la hipótesis de un ajuste de cuentas entre miembros de diferentes bandas”. El rol que cumplieron los medios alternativos y la difusión del hecho a través de los comunicados del M-26 hicieron que la opinión pública cambiara ostensiblemente, y el justificativo “ajuste de cuentas” perdiera credibilidad. Bajo esa tipificación que la mayoría de las veces era suministrada por la misma policía de Rosario, hubo centenares de asesinatos en barriadas populares de esa ciudad que nunca fueron esclarecidos.
Soldaditos de nadie… es el resultado de una tarea de investigación, de militancia y de esclarecimiento, que hoy se convierte en pieza clave cuando se está esperando la apertura del juicio oral y público. Según dice en la contratapa, el libro “es una iniciativa conjunta del Movimiento 26 de Junio (FPDS-Rosario) y el sello editorial independiente Puño y Letra –editorialismo de base– que busca compartir, desde la palabra hecha libro, algunos aprendizajes y reflexiones colectivas de los protagonistas de la lucha emprendida el 1° de enero de 2012 por el esclarecimiento y justicia por el crimen de Jere, Mono y Patóm, jóvenes militantes del Movimiento 26 de Junio” asegurando que “el llamado ‘triple crimen’ puso de relieve ante la opinión pública no sólo la crisis de violencia ligada al conflicto narco en las barriadas populares de la ciudad de Rosario, sino también las complicidades policiales, jurídicas, mediáticas y políticas que lo hacen posible, configurando una trama estructural vejatoria que tiene por saldo trágico a más de 180 víctimas durante el año 2012, en su mayoría jóvenes pobres menores de 25 años”. Los autores opinan que el libro “es un intento por romper los relatos hegemónicos de los poderosos, los que se benefician del actual orden de las cosas, empleando nuestra arma más genuina: la verdad”.
El prólogo es un trabajo colectivo que se desprende de un encuentro realizado por la militancia del M-26 y la editorial Puño y Letra en octubre de 2012. La presentación está realizada por los integrantes de la Juventud Darío Santillán, la agrupación a la cual pertenecieron los tres pibes asesinados. El libro contiene tres artículos: uno firmado por el prestigioso periodista rosarino Carlos Del Frade, que inscribe al triple crimen en un marco histórico de la Chicago argentina; otro de la abogada Jessica Venturi, reflexionando sobre el rol de la Justicia en casos como éstos, y otro de la periodista Nadia Fink, que analiza la trama que los medios montan para encubrir o minimizar hechos como el sucedido, pero mostrando también el rol de los medios alternativos para modificar la opinión pública. A su vez, hay una entrevista que la Comisión Investigadora Independiente le realizó a Enrique Font, integrante de Acuerdo por una Seguridad Democrática y miembro del Subcomité de Prevención de Tortura de la ONU, electo para el período 2013-2015. El epílogo fue escrito por Pedro Pitu Salinas (militante del Movimiento 26 de Junio, FPDS, y compañero de los chicos asesinados).
Teniendo en cuenta que prontamente se abrirá el juicio oral y público por el caso del triple crimen de Villa Moreno, el referente del M-26 Pitu Salinas le dijo a Miradas al Sur que “en las últimas semanas, a la causa por homicidio simple para los cinco acusados de la autoría material del Triple Crimen se le sumó la causa que investiga las complicidades policiales. Con esta unificación, desde la defensa de dos de los policías procesados por encubrimiento se decidió no optar por el escenario de juicio oral (opción que ya habían manifestado las defensas de todos los procesados por homicidio). Ante este escenario, el juez de Sentencia Nro. 4, Julio Kesuani, rechazó que ambas causas se tramiten juntas, alegando que tuvieron procesos instructorios separados, y que esa situación debe continuar así. Por su parte, el fiscal Véscovo interpuso una apelación para que ambas causas se tramitaran juntas, alegando que en la etapa instructoria se trabajaron separadas ‘para darles celeridad’, pero que ‘en definitiva es el mismo hecho y el mismo nudo fáctico’”. Salinas, además, expresó que “ambas causas se deben tramitar juntas: es decir, que lo que se ventilará en el juicio no es sólo la autoría material de los homicidios, sino una trama integral en la cual sin la necesaria complicidad policial los homicidios no hubieran sido posibles. Y que esa trama, densa y compleja, es la del narcotráfico; y que éste es el caso testigo por excelencia. De ir juntas las causas, se tramitarían en un juicio escrito, lo que otorgaría a priori menos visibilidad que uno oral, pero tenemos la vocación de profundizar las instancias de movilización para garantizar el acompañamiento de los medios y la ciudadanía en general como hasta ahora”. Nadia Fink (periodista y redactora de la revista Sudestada) dijo que “el acompañamiento permanente a la lucha de familiares y compañeros de los pibes por parte de periodistas de medios alternativos y periodistas honestos de medios hegemónicos sigue haciendo de este caso, un caso testigo de lo que la mafia del narcotráfico y sus complicidades policiales y del poder político provocan cada día en los barrios populares tanto de Rosario como de todo el país”.

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