2012/06/27

Ante el paro de Moyano, Clarín y La Nación ni siquiera a reglamento


La prensa canalla se solidarizó con el sindicalismo empresario, boicoteando la distribución de periódicos.

Hoy por la mañana cuando el que escribe, se acercó acá en Berisso, al puesto de diarios, el vendedor le manifestó que los diarios La Nación y Clarín no habían salido, mientras que Tiempo Argentino, Página 12, Crónica, Diario Popular, BAE, y los locales El Día y El Plata, si estaban en el puesto. Sin saber a ciencia cierta, sí había habido o no, edición de ambos matutinos porteños, el cronista pudo percatar en la versión digital del diario de Mitre, que por motivo del paro de camioneros, La Nación había llegado de forma parcial a sus asiduos lectores, y por esa razón ofrecían gratis la versión impresa en PDF para que puedan bajarla. En el portal del diario de Noble y Magnetto no había ninguna aclaración, por lo que se podía sospechar que no hubiera salido.
Consultadas algunas fuentes relacionadas con la Cooperativa de canillitas de La Plata, éstas le afirmaron a El Tranvía que los dos camiones que traen los diarios capitalinos a la zona de La Plata, Berisso y Ensenada, realizaron normalmente el traslado como todos los días, pero que tanto Clarín, como La Nación, el Cronista Comercial y La Prensa no pudieron ser cargados en planta, por lo que la negligencia no fue parte de la cooperativa que desde hace 50 años se encarga de repartir los diarios en todo el país, sino que los mismos periódicos, no cumplieron como lo hacen rutinariamente.
Cuál es el objetivo de semejante acción, podríamos preguntarnos. Será cierta solidaridad con el paro del sindicalismo empresario, o en todo caso mostrar que estamos al borde del caos. Son conclusiones que habría que desarrollar.
Si bien como empresarios no pararon, ni siquiera llegaron a trabajar a reglamento.

2012/06/25

Otro sindicalismo es necesario


En la Argentina de hoy, a pesar de la paulatina recuperación de la clase trabajadora, luego de emigrar del modelo neoliberal, en dónde la alta desocupación, la flexibilización, la tercerización, etc., fueron la nota saliente; habría que precisar que aún quedan muchas rémoras de aquel tiempo, donde se mantienen altos niveles de trabajo precario, y de relativo desempleo. Pensar que solamente a través de la acción sindical es posible revertir todo esto, es una simple quimera, y por dos razones principales, a saber:
1) Es precisa, la intervención del Estado, para diseñar políticas de crecimiento económico, que vayan a contramano de las políticas neoliberales, que logren producir nuevas fuentes de trabajo, en el marco de una economía que crezca con inclusión social y en un diseño que apunte al desarrollo de la producción, principalmente en áreas de sustitución de importaciones, y de industrialización de toda la cadena de valor, arrancando desde la materia prima. En este sentido es muy importante el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando propuso “Industrializar la ruralidad”, o de la ministra Débora Giorgi cuando en igual sentido planteó hacer idéntica operación con la minería.
También es preciso señalar que hay sectores de la economía, es decir fuerzas productivas trastocadas o distorsionadas por las políticas del ajuste, que privilegiaron a determinados sectores en detrimento de otros, principalmente haciendo de los servicios una prioridad ante lo productivo, y que generaron puestos de trabajo que si bien alivian la necesidad de muchos trabajadores, por otro lado perjudican al resto. Un ejemplo muy claro de esto es la destrucción del sistema ferroviario, que hoy sería necesario desarrollar, como el complemento necesario de un proyecto de industrialización de toda la cadena de valor, que arranca en los commodities, y que necesariamente implica desarrollo en su lugar de extracción, lo que beneficiaría gradualmente una distribución racional de la población argentina en todo su territorio.
2) El sindicalismo actual, salvo honrosas excepciones, que no son precisamente lo dominante, aún permanece atado a viejos esquemas de organización de tipo burocrático, y que privilegian antes que los intereses de los trabajadores en su conjunto, la existencia desigual y combinada de la clase, en provecho de intereses estrictamente corporativos, que los benefician para sus privilegios de cúpula. Lo que se dio en llamar sindicalismo empresario. Un ejemplo muy significativo al respecto fue la resistencia del sindicato UATRE conducido por el Momo Venegas, ante la nueva ley del peón rural, cómo también la actitud del gremio ferroviario enviando una patota para defender la tercerización, y que le costó la vida al militante Mariano Ferreyra.

2012/06/18

Hacia el 2015- La verdadera pelea


Cuando se pone el carro delante del caballo, no es por inocencia, sino porque lo que se intenta es que el carro no avance. Los últimos días la gran ofensiva de los medios hegemónicos se centra principalmente en las candidaturas presidenciales para el 2015, donde el gobernador bonaerense Daniel Scioli, se roba todas las fotos.
¿Por qué una persona aspira a un cargo? Y en este caso la presidencia de la Nación. Habría dos respuestas principales y tal vez algunas secundarias. Hoy en la Argentina hay un proceso de transformaciones, sinuoso, contradictorio pero cada vez más definido. Esto alimenta la posibilidad del debate político y la creación de determinadas tácticas para profundizarlo, para convertirlo en estrategia. Institucionalizar el proyecto, expresó la presidenta hace más de un año en el acto de Huracán, mientras otros creen que tal vez ya hubo muchos cambios y hoy habría que retornar a la calma, basta de crispación dirían. Alguien podría aspirar a la presidencia para ser un artífice más del proceso de cambio social iniciado y que no debiera detenerse, o en todo caso proponerse para detenerlo. Los diferentes matices de las dos posiciones no le quitan ser las dos principales. La salida antipolítica o en todo caso de política camuflada sería plantearse porque según las encuestas mide bien. Esta última si es considerada no puede obviar el debate sobre el proyecto. Tal vez para lo recién dicho hiciera falta construir algunos observables políticos que hoy aún no figuran sobre la mesa, y por lo tanto al no estar presentes entorpecen el debate.
Desde este medio, anticipábamos algunos días atrás que desde diferentes sectores enrolados en el kirchnerismo, se intenta iniciar un serio debate acerca de la reforma de la Constitución, precisando que esto no conlleva entre sus principales argumentos la reelección indefinida, sino el de darle continuidad en el tiempo al proceso iniciado en el 2003. La actual, reformada en 1994 llevó la impronta del consenso de Washington, y fue diseñada principalmente para institucionalizar la entrega y la dependencia.
Hoy sin dudas es necesario avanzar hacia un nuevo Estado, logrando que las mayorías populares estén incluidas en un nuevo pacto social, donde las transformaciones no den marcha atrás. Para que esto sea posible es necesario una reforma institucional, que va a tener como principales sujetos de la resistencia a los sectores más poderosos de la economía concentrada, los cuales no van a resignar sus beneficios sin dar pelea. El lobby de las corporaciones, las patronales agropecuarias, los medios hegemónicos, y todo el bloque de poder que si bien hoy no encuentra forma de gobernar a través de servidores funcionales a sus intereses, sería ingenuo pensar, que no tienen proyecto ante lo desperdigado y disparatado de la oposición.
Daniel Scioli planteó que le gustaría ser candidato si la presidenta no impulsa la reforma constitucional, y así también lo afirmaron los principales referentes de la agrupación “La Juan Domingo”. Manifestarse de esa forma o tiene bien en claro los fundamentos de una posible reforma, o cae en el simplismo que los medios intentan instalar: la re- reelección.
Si bien uno no podría afirmar con severidad que el gobernador bonaerense esté jugando ese rol, lo que no caben dudas es que los medios si juegan a eso, de igual forma que algunos integrantes de la oposición como Francisco De Narváez, Pepe Scioli, etc.
Con respecto a las últimas fotos de Scioli con Moyano, o Lavagna, es muy sugestivo lo que afirma el matutino La Nación el día de ayer: “En el gobierno provincial eligen otra interpretación: que las alianzas que Scioli construye hacia 2015 también estarán al servicio de la Presidenta, mucho antes, si la crisis estalla. Lo demostró hace días, cuando convenció al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, de no dejar plantado al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo”. Tan profético lo del diario de Mitre como aquel diálogo televisivo entre Mariano Grondona y Hugo Biolcatti. Se sabe el salvador en aquel tiempo era el vicepresidente Julio Cobos.

2012/06/16

La política como arte de hacer negocios


Hay algunos que aún creen y también profesan en los hechos aquel lema de que “la política es el arte de hacer negocios”. Este cronista se lo escuchó decir a un dirigente justicialista de tercera o cuarta línea antes de la crisis del 2001, casi con total impunidad. En los ’90 esta línea de acción era sentido común, y no por nada las mayorías metieron a Bin Laden en el sobre de las legislativas de aquel año, y dos meses después dijeron: “Que se vayan todos”.
Pasó más de una década de todo ello, y si bien a partir de 2003 se reinició un proceso de repolitización, es decir de dejar de sostener que los políticos son todos chorros, y comenzar a comprometerse en la acción militante para transformar la realidad, aún quedan muchas rémoras de todo aquello. La oposición al gobierno salvo honrosas excepciones se ajusta a eso, casi como un plan de acción para conseguir el privilegio económico particular en detrimento del interés general. Pero también hay que tener muy claro que de este lado también quedaron muchos que lo que buscan es lo mismo, aunque digan otra cosa. Claro, estar de este lado significa plantear los cambios necesarios para el bienestar del pueblo. Las empresas también dicen ofrecer lo mejor para los consumidores, pero luego lo que hacen es buscar solamente su propia rentabilidad, sin importarles tanto el valor de lo que venden.
El neoliberalismo en su afán de desvalorizar el rol del Estado proponía su ineficiencia,  transformando al espacio público en un lugar de oferta para que los privados hagan sus inversiones. Una política de seducción para que la economía de mercado funcione. Sin dudas toda una sanata que el tiempo fue demostrando como verdadera falacia, que sólo tenía como objetivo cristalizar una casta política, alejada de las mayorías y con un enriquecimiento cada vez mayor. El lema fue “atraer inversiones” y la política era ser funcionales al lobby de las corporaciones, haciéndoles el juego a cambio de beneficios.
Hoy cuando se plantea profundizar el modelo, o en todo caso el proyecto, de lo que se trata principalmente es de construir un nuevo Estado, una nueva mayoría, otra relación de fuerzas del campo popular, y en este sentido es necesario pasar la escoba de todo la basura que aún queda, de toda una camarilla que más allá de hoy decir acompañar con lealtad, siguen siendo los que siguen sosteniendo de hecho que “la política es el arte de hacer negocios”.
Romper estas negociaciones que el campo nacional y popular aún debe seguir haciendo para garantizar la gobernabilidad, implica un desarrollo importante de fuerza propia trastocando significativamente la actual relación de fuerzas.

2012/06/05

Conocer la historia completa planteó la presidenta


“Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado Karl Marx- El 18 Brumario de Luís Bonaparte


Ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reivindicó en Catamarca la figura de Felipe Varela, otorgándole el grado de General post mortem. Varela fue una figura emblemática de la segunda mitad del S. XIX impugnado por la historiografía liberal, pero también por la revisionista de corte nacionalista y rosista. El caudillo catamarqueño según esta última versión de la historia, fue parte del ejército de Urquiza que venció a Rosas en Caseros, y por lo tanto tildado de traidor. En 1965 se publicó en Buenos Aires un ensayo sumamente original para la época que se denominó Felipe Varela contra el imperialismo británico, el cual fuera escrito por Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luís Duhalde. Ortega Peña un decenio después fue una de las víctimas de la patota fascista denominada la Triple A, mientras que su compañero fue hasta su deceso este año, el secretario de DDHH de la nación, y uno de los baluartes de la política de enjuiciamiento por crímenes de Lesa Humanidad inaugurada por Néstor Kirchner a partir del año 2003.
En el discurso realizado ayer en la ceremonia de Catamarca, la presidenta expresó que:A nosotros nos presentaron la historia fragmentada, como que nada tuviera que ver con nada, como si cada cosa no tuviera una causalidad” agregando que debemos conocer “la historia completa para no volver a repetir viejos errores que nos enfrentaron a través de consignas o conceptos culturales que poco tenían que ver con los intereses concretos, económicos y sociales de cada uno de nosotros”
Por otro lado, Cristina desmitificando algunas versiones de la historia agregó: Porque nos venden la visión edulcorada y la verdad que lo más valioso de esos hombres y mujeres es que no fueron santos ni ángeles, porque cuando uno es santo o ángel, casi tiene la obligación de ser bueno, es imposible no ser bueno, por eso sos santo o ángel.
Lo importante es ser hombres y mujeres de carne y hueso y jugarse la vida por la patria, por los ideales y por las convicciones, con errores y con aciertos, pero jugarse la vida. Eso es, en definitiva, lo que los han hecho diferentes; no eran perfectos, pero dieron su vida por un proyecto colectivo de país y de nación. Y en el caso de Felipe Varela, defendiendo a la patria grande como lo han hecho tantos”.
La historia siempre se escribió desde algún lugar que no es neutral. Hacer la historia lo más aproximadamente posible, implica rastrear en todas las versiones hechas sobre ella, ya sean desde la óptica liberal, revisionista, socialista, nacionalista, etc., privilegiando las diferencias. Más o menos con esas palabras el antropólogo (ya fallecido) Guillermo Magrassi se lo expresaba a quien esto escribe allá por los ’80 durante una entrevista realizada para una publicación alternativa. Establecer una lectura de la historia planteada en esos términos ahonda principalmente en los relatos, tal como planteara W. Benjamín en El Narrador, al hacer mención a Heródoto, aquel célebre historiador griego de la Antigüedad. Establecer el devenir histórico si bien precisa de narraciones y material de archivos, hay que precisar que cuenta con una determinación en última instancia, al decir de Marx que consiste en la estructuración de la economía, y por ende de los sujetos políticos sobredeterminados por ella. Sino fuera así la historia sería solamente producto de la voluntad. Implica por lo tanto pasar de una concepción filosófica o ideológica de la historia, a una concepción científica sobre ella.