2014/07/20

Ecuador- La Asamblea Nacional va por el sector financiero

Ecuador. La reforma de los organismos y las prácticas que regulan el movimiento del capital era un tema pendiente después de los cambios constitucionales del año 2007.
La reforma de la Carta Magna realizada en Ecuador durante el proceso constituyente del año 2007, si bien transformó de manera significativa el marco regulatorio de la institucionalidad de ese país, para ser completamente efectiva –y dejar atrás todos los resabios de la noche neoliberal– resulta necesaria –de forma simultánea–, la promoción y sanción de diferentes leyes y códigos orgánicos, que estén en sintonía con la nueva constitución. Si bien la reforma ya data de 7 años, hay códigos que aún no han sido sancionados. Ello es una muestra clara de que cierta demora tiene que ver principalmente con la necesidad de contar con relaciones de fuerza favorables, para llevar las transformaciones adelante. Recién el año pasado fueron sancionados, por ejemplo, tanto el Código Penal como la Ley de Comunicación, que ya estaban previstas en la nueva carta magna. En estos días, la Asamblea Nacional ecuatoriana está debatiendo la sanción del nuevo Código monetario y financiero, que tendría que ser promulgado la semana entrante. Uno de los problemas apuntados y al que se espera encontrarle un solución efectiva es el tema de la libertad especulativa del dinero, y principalmente el libre flujo del capital financiero, como herencia letal del tiempo del neoliberalismo. Precisamente, la semana que pasó, el presidente Rafael Correa dio una conferencia magistral en la Universidad de Sao Paulo, Brasil. En ella, Correa, mientras exponía sobre los grandes logros de la denominada Revolución Ciudadana ante un numeroso público estudiantil, no dejó de señalar que los intereses del capital y fundamentalmente del capital financiero, siguen siendo preponderantes y que a eso hay que revertirlo, para poner al capital al servicio del “ser humano y el trabajo”. La sanción del nuevo Código Monetario y Financiero justamente apunta a regular ese equilibrio inestable que produce la circulación de capitales.
El pasado 8 de julio, la Asamblea Nacional inició el primer debate del Código Monetario. Esta norma había sido enviada por el Ejecutivo el 25 de junio, con el carácter de económicamente urgente. Es decir, la Legislatura, a partir de su entrada tenía 30 días (hasta el 25 de julio) para aprobarla en dos debates. Correa, en una entrevista que le diera a la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusores el 10 de julio, señaló que algunas de las leyes aún vigentes fueron las que apuntalaron la debacle financiera producida en ese país los últimos años de la década del ’90. De todas maneras, la incitativa del gobierno ha sido atacada por sectores de la banca y de los medios de comunicación. No obstante, para el mandatario esas críticas no tienen sustento. “En Ecuador, la banca estará en función de la sociedad y no la sociedad en función de la banca”, recalcó el jefe de Estado.
Según está escrito en el proyecto enviado a la legislatura, “el Código Orgánico Monetario y Financiero busca modificar y adecuar la regulación y normativa vigentes mediante el fomento del acceso a los servicios financieros y la democratización del crédito, potenciando el rol de las actividades financieras de forma eficiente para fortalecer la inversión pública nacional, el consumo social y ambientalmente responsable” propendiendo “al funcionamiento eficiente de la institucionalidad creada en la Constitución de la República”. Las principales reformas que introduce el proyecto de Código son: la integración en un solo órgano de la regulación monetaria y financiera y su separación del control, la recuperación para el Estado de instrumentos de política monetaria, el reordenamiento del Sistema Financiero Nacional en su estructura de gestión, solvencia, manejo de la liquidez y el crédito, la mejora de las capacidades del Estado para la supervisión y para enfrentar crisis sistémicas, la regulación del crédito a cargo de entidades financieras y no financieras, la regulación del Mercado de Valores y el fortalecimiento del régimen de seguros privados.
Entre sus principales atributos, el nuevo código monetario pretende que el tesoro del país se encuentre al servicio de la economía real y no al revés. Por otro lado, proteger los derechos de los ciudadanos, intentando mitigar los riesgos sistémicos y reducir las fluctuaciones económicas. Todavía queda en Ecuador el mal recuerdo de la crisis financiera que tuviera lugar en 1999, y que tras el salvataje a los bancos que se realizara bajo la receta de los mercados, se intensificó el estado crítico, haciendo que hasta la llegada de Correa al gobierno en enero de 2007, haya habido en ese lapso, nada menos que 7 presidentes.
Durante el primer Enlace Ciudadano del año, realizado el sábado 4 de enero, el presidente Rafael Correa anunció que ya estaba listo el Código Monetario y Financiero. En esa oportunidad señaló que el proyecto de ley iría a ser remitido en los meses subsiguientes a la Asamblea Nacional, con carácter de urgente para resarcir a los deudores de buena fe de la banca, que luego de 14 años no han podido solucionar su situación. Desde la parroquia de Llano Chico (Quito) había sostenido que la normativa pretende “cambiar las relaciones de poder”. A su criterio, la nueva normativa es uno de los cambios necesarios que requiere el socialismo del siglo XXI, ya que el mismo logrará que los bancos y el sistema financiero trabajen en función de la sociedad ecuatoriana.
La normativa deroga 21 leyes que según Correa responden a un marco legal caduco y disperso que todavía aplicaba los conceptos neoliberales que desencadenaron en la crisis económica y financiera de 1999.
Correa sostuvo que en su país y en el mundo existe la supremacía del capital financiero sobre el ser humano. Considera que los paraísos fiscales son un ejemplo de aquello, porque “en estos lugares, el capital hace lo que quiere... el capitalismo y neoliberalismo buscan total libertad para el capital, para que hagan lo que quieran en estos paraísos fiscales sin nombre, sin responsable; nosotros lo que decimos es total libertad para compartir el conocimiento (paraísos del conocimiento)”, y precisó que el sistema financiero está marcado en la Constitución como un servicio público.
Por este motivo, la nueva normativa, que hoy está en debate en la Asamblea con el carácter de económico urgente, según el mandatario potenciará la regulación y recuperará los instrumentos de la política económica. También creará una mayor capacidad de control para el sistema financiero nacional, regulando a las entidades no financieras que otorgan crédito.
César Robalino, titular de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), en un debate con funcionarios del gobierno dijo que el proyecto reduce la libertad de los banqueros para evaluar los riesgos al momento de dar créditos. Según informara El Comercio, el banquero dijo que “mañana, los bancos privados tendrán que hacer lo que el poder público les diga en materia de crédito”. Y añadió que la banca tiene el 79% de sus recursos en depósitos a la vista (cuentas de ahorro) y a plazo (menos de un año). “Eso lo sabe el Gobierno y lo saben ustedes”, dijo dirigiéndose a los dos funcionarios económicos del Ejecutivo. Según Robalino, si se pide que se coloquen estos recursos en créditos a largo plazo, la banca no tendría la liquidez para hacer frente, por ejemplo, a un retiro masivo de depósitos.
Por su parte, Patricio Rivera, ministro de Coordinación de la Política Económica, enfatizó que el Código elimina las normativas neoliberales, adecuándolas a la nueva Constitución. “Logra la integración de los cuerpos de regulación en un nuevo ente”, dijo, asegurando que la nueva norma reordenará las entidades que conforman el Sistema Financiero Nacional y los Regímenes de Seguros y Valores. “Se garantizará que toda entidad tenga un seguro de depósitos y se fortalecerá el régimen de seguros”, acotó el funcionario de Estado, quien dijo que la regulación se asimiló al control y por eso está fragmentada. Rivera también sostuvo que el sector monetario y financiero es el más atrasado en términos institucionales y que se debe utilizar el potencial del crédito para generar crecimiento, redistribución y poner al sistema financiero al servicio de la sociedad. “Mientras más libertad damos al capital, más incubamos las futuras crisis bancarias”, dijo el ministro, proponiendo luego que se deben incluir normas sancionadoras rigurosas y acordes a la actualidad del país, porque en este momento la máxima sanción a una entidad financiera es de 7.900 dólares.


2014/07/19

Ensayo y error

La Revolución, más que el acto mismo, es la larga y penosa tarea de su preparación. Cuando ésta se inició ya no se puede volver atrás. Con la Revolución no se juega se podría afirmar, parafraseando por la mitad al genio de Tréveris.  No son muchos los que a lo largo de toda la historia de la denominada “humanidad”, fueron (o serán) parte de ese instante que se denomina “Asalto al cielo”. Pero en tiempos sombríos, de espera y machaque (no de espera pasiva y achaques), sino de construcción, de lucha y organización, es cuando la tarea gris se torna no sólo necesaria sino también experimental. Ensayo y error… Cuando se precipita ya no hay margen para la falta...

2014/07/18

En Bolivia, el cambio pasa por la unidad

Este año el presidente Evo Morales va por una nueva reelección. El dato saliente es que la Central Obrera Boliviana, esta vez, se sumó orgánicamente a un frente único, para aislar a la derecha.

La histórica Central Obrera Boliviana (COB) -formada al calor de las jornadas revolucionarias de 1952-, en un ampliado realizado antes de fin de año en la ciudad de Santa Cruz, decidió apoyar orgánicamente al Movimiento al Socialismo- Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS- IPSP) que comanda el mandatario Evo Morales Ayma. Esta resolución fue hecha pública en el “Encuentro de trabajadores” realizado en febrero en Cochabamba, en el cual participaron todos los movimientos sociales que integran el MAS, la COB, y los principales dirigentes políticos, sindicales y sociales de la nueva Bolivia. La central que cuenta entre sus filas a más de dos millones de trabajadores, respondió así a la convocatoria realizada por Evo, en octubre del año pasado, cuando éste propusiera que en octubre pero de este año, se debe ganar las elecciones por el 74 % de los sufragios. Lejos de suponer un mero esfuerzo cuantitativo, la propuesta del mandatario, se sostiene en que se debe aumentar en cada elección un 10 % de influencia en la población. Si en 2005 el MAS se impuso por el 54 % y en 2009 fue por el 64 %, en octubre próximo, la cifra propuesta, implicará que las relaciones de fuerza a favor del cambio social, se irán consolidando, no solamente en los porcentajes electorales, sino principalmente en cuanto al desarrollo organizativo de las bases sociales en las cuales se sostiene el proceso.
En 2005 tras varios años de luchas, el pueblo boliviano elegiría por primera vez en su historia a un presidente indígena. El dirigente campesino Evo Morales ganaría ese año la presidencia por el 54 %, culminando así una seguidilla de gobernantes fallidos, que desde la Guerra del Agua en el 2000, puso en marcha lo que en el país del altiplano se conoce como el proceso de cambio. Un proceso de luchas populares, que por ejemplo en 2003 con la denominada Guerra del Gas, hiciera que el por entonces presidente Gonzalo Sánchez de Losada tuviera que huir del país. Aún hoy sigue prófugo de la Justicia boliviana, y con asilo político en los Estados Unidos. A principios de este siglo, lo que hizo crisis fue el modelo neoliberal que había sido hegemónico por casi 20 años, y eso confluyó no solamente con las luchas sino fundamentalmente con la construcción de una alternativa política como el MAS que llevó a Evo a ganar las elecciones presidenciales en 2005.

El salto político

Cuando una fuerza política, tiene como componente principal de su organización, no a los clásicos partidos, sino que se fue conformando a partir de la confluencia de movimientos sociales, culturales, o sindicales, la tarea no resulta del todo obvia, ya que no se trata simplemente de la militancia social o sindical. El aspecto de la representación se amplía, y es necesario abordar a sectores que antes no estaban dentro de los parámetros organizativos.
Según precisan muchos analistas bolivianos el MAS- IPSP aún no puede considerarse  como una auténtica herramienta política, sino más bien como una muy grande coordinación de organizaciones sociales, indígenas, campesinas, e incluso sindicales. Si existe algo que le da cohesión es principalmente el fuerte liderazgo de Evo Morales.
La legendaria central clasista que nuclea a dos millones de asalariados, tuvo en su momento diferencias con el gobierno de Morales, e incluso hace dos años atrás se había propuesto construir un nuevo partido de trabajadores, cosa que hoy quedó desechada, al menos por el momento. Si bien los trabajadores en su mayoría apoyan la gestión de Evo, siempre resulta conveniente que las organizaciones obreras mantengan su autonomía con respecto al gobierno, que de por sí debe gobernar para los diferentes sectores de la sociedad. El dato saliente del ampliado del MAS realizado en febrero y que llevó como nombre “Encuentro de los trabajadores” fue la presencia de la COB, ratificando su apoyo orgánico al proceso de cambio liderado por el gobierno del MAS, y de su presidente Evo Morales. “La Central Obrera Boliviana va hacer y hace conocer su voz oficial a nombre de los trabajadores del país, porque de manera orgánica, por resolución del Ampliado Nacional con la declaración de Santa Cruz, del 21 de noviembre, la Central Obrera Boliviana resuelve defender, profundizar y fortalecer el proceso de cambio a la cabeza del compañero Evo Morales”, dijo en la Casa Campestre de Cochabamba, el secretario ejecutivo de la COB Juan Carlos Trujillo, quien además cargó contra los detractores del proceso de cambio, que según él intentan dividir y fraccionar a la clase obrera. Trujillo aseguró que “es fundamental sellar el reencuentro de los trabajadores del país” y luchar por la independencia de clase con respecto al imperialismo y el capitalismo. A su juicio, “no se puede perdonar a la derecha” que por más de 20 años se aprovechó de los recursos naturales de Bolivia, para su beneficio. “Sepa bien la derecha que los trabajadores unidos, siempre vamos a defender la democracia que tanto nos ha costado recuperar, construir”, dijo, e instó a los trabajadores a resolver sus diferencias y “defender este proceso” porque “es de todos y para todos”.

Trujillo

Juan Carlos Trujillo es un joven dirigente minero que asumió como líder de la COB hace tres años. Desde su asunción dijo que él no era del MAS, sino un partidario de la izquierda. Tuvo formación político- sindical en la Escuela de cuadros sindicales Lázaro Peña de Cuba, y al momento de asumir a cargo de la COB, planteó que la organización obrera debía reencauzar al proceso de cambio. Trujillo no negaba al proceso, sino que disentía en cuanto a la direccionalidad del mismo, y por esa misma razón se había planteado junto a otros dirigentes sindicales, la conformación en 2012 de un instrumento político de los trabajadores. “La Central Obrera Boliviana va a reencaminar (el proceso de cambio) y va a intervenir en defensa de los intereses de los trabajadores y del país porque el proceso que vivimos es de los trabajadores de Bolivia, no es de un partido político”, había dicho Trujillo hace dos años atrás. Y en verdad es así, el denominado proceso de cambio es un flujo que se viene desarrollando desde la guerra del agua en el año 2000 y que tiene final abierto. Es cierto que existen diferentes posiciones de cómo encaminarlo, pero son diferencias de matices en cuanto a una misma intención liberadora. En tal sentido se podría decir que la unidad que sellaron el MAS- IPSP junto a la COB, representa una soldadura social estratégica para aislar a la derecha y enfrentar en mejores condiciones a los sectores concentrados de la economía.

Nota publicada en la Revista Malas Palabras

2014/07/12

Ofensiva boliviana por el mar

Desde que Bolivia perdiera la salida al mar como consecuencia de la Guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX, sus gobernantes no han cejado en los esfuerzos diplomáticos y bilaterales para lograr su restitución.
En un continente desgajado y fragmentado, los diferendos limítrofes fueron moneda corriente. El chauvinismo emergente en países subordinados a diferentes imperios, no mostraba más que un grado de sumisión a los dictámenes de un amo externo. Hoy, cuando despunta un cierto regionalismo y la necesidad de amistad e integración entre las diferentes naciones latinoamericanas, los conflictos fronterizos debieran ser parte de un oscuro pasado, pero, más allá de los deseos, esto no se produce siempre de esa forma. Lo más lamentable es que la mayoría de los conflictos devienen de tiempos en los cuales las diferentes naciones se enfrentaban en guerras despiadadas. Resolver estas cuestiones hoy debiera ser parte de una voluntad de integración, con una mirada racional sobre la economía regional. El diferendo que enfrenta a Bolivia con Chile por la salida al mar, es producto de la denominada Guerra del Pacífico llevada a cabo en el S. XIX, y que tuviera algún matiz de resolución a partir del Tratado de 1904. El mismo considera que Bolivia tenga salida al mar, pero una salida que no es soberana.
En la Guerra del Pacífico, Bolivia perdió 120.000 kilómetros cuadrados y 400 kilómetros de costa, extensión territorial que reclama a Chile desde el siglo XIX. Según el especialista uruguayo Bernardo Quagliotti de Bellis, “la pérdida de la costa marítima como resultado de la guerra del Pacífico significó para Bolivia la baja y deterioro de su economía global (en aquellos años, minerales como el estaño, plata y otros estratégicos metales de su zona andina y, en la costa, los grandes depósitos de guano y salitre). Esa amputación territorial establecida por el vencedor de la guerra –Chile utilizó la política del ‘vencedor sobre el vencido’– cortó abruptamente la posibilidad a Bolivia de desarrollarse y articularse al mercado mundial al no contar con su antiguo puerto de Cobija, que Bolívar lo designara como límite con Chile, lo que le significaba distancia favorable y relativo bajo costo”.
En tal sentido, el gobierno boliviano presentó en abril de 2013 una demanda internacional contra Chile en la Corte de La Haya para obligar a este país a negociar una salida al Pacífico y el 15 de abril pasado Bolivia presentó su memoria ante la Corte Internacional.
Los días 14 y 15 de junio, como ya se señalara en estas páginas, se celebró en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, la Cumbre del G-77 + China. Allí, el presidente Evo Morales les obsequió a todos los mandatarios presentes elLibro del Mar, que es una obra del ex presidente Carlos Mesa (2003-05) que narra la historia del diferendo marítimo con Chile, desde el inicio del conflicto. El lunes siguiente a la cumbre, Evo dijo en el Palacio Quemado que “estamos reforzando nuestro servicio al exterior, gracias al esfuerzo y conocimientos del compañero Carlos Mesa, para seguir difundiendo la verdad sobre el tema del mar, la verdad sobre esta injusticia”. En dicho cónclave de mandatarios de los países emergentes resultó llamativa la ausencia de la presidenta chilena Michelle Bachelet. Las ausencias de los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia, y Dilma Rousseff, de Brasil, eran comprensibles. El día 15, el mandatario neogranadino se sometía a la segunda vuelta electoral, mientras que lo de Rousseff se explicaba por la reciente inauguración del Mundial de fútbol, que se lleva a cabo en ese país.
En un acto celebrado en Cochabamba, el 26 de junio Morales dijo que en la demanda presentada por su país contra Chile ante la Corte Penal Internacional de La Haya, no está en debate el tratado de 1904. “Pero si vemos el tratado (Chile), no se está cumpliendo; si hay inversión del Estado chileno en los puertos es para el sector privado, no para el pueblo chileno ni para el pueblo boliviano”, dijo en declaraciones que hizo circular la agencia oficial ABI. Esto, en respuesta a los dichos de la mandataria chilena, quien un día antes había dicho en una entrevista al diario español El País que “tenemos un tratado de 1904 que fijó con claridad los límites entre Chile y Bolivia. Y, por lo tanto, para nosotros ese tratado está vigente. Hemos cumplido todo lo que el tratado señalaba, que era que tuvieran acceso al mar efectivamente, no acceso soberano, pero acceso al mar en el uso de los puertos. No tengo ahora en mi cabeza la cifra de la cantidad de recursos que Chile gasta para dar cumplimiento al tratado de 1904, pero es enorme. Y seguiremos cumpliendo nuestra parte, pero creemos que tenemos que respetar el derecho internacional”.
Evo señaló al respecto que las autoridades chilenas “en vez de sumar su inversión, por qué no suman cuánto nos deben desde 1879, del Salar de Atacama y de la Mina de Cobre de Chuquicamata”, dijo. “Sería importante que ellos revisen los datos económicos, cuánta deuda económica tienen con Bolivia en 135 años, después de invadirnos y quitarnos la salida al mar”, manifestó en referencia a la Guerra del Pacífico en la que Bolivia y Perú se enfrentaron a Chile. Morales precisó que los argumentos de Chile tras la instauración de la demanda internacional en La Haya “no confundirán al pueblo boliviano ni al mundo”, y aseguró que el apoyo del pueblo chileno a la demanda marítima boliviana, alienta a su país. “Grupos de políticos con mentalidad capitalista e imperialista, con mentalidad expansionista, grupos de políticos y oligarquías que no le interesa la vida de los demás sino que piensan en pequeños grupos y seguirán tergiversando la verdad de la historia”, dijo.
El pasado 30 de junio, en ocasión de inaugurar el Encuentro Sindical Antiimperialista Internacional, Evo Morales, en su discurso le pidió a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, que dé “lecciones” a Chile sobre la revisión de tratados “cuando hay derechos”, en alusión a la demanda marítima boliviana. Ese mismo día había trascendido que se iba a producir una reunión en Washington entre Obama y Bachelet.
“Yo quiero pedir desde acá al presidente Obama que dé lecciones, que cuando hay derechos no hay validez de tratados y se devuelve, como el Canal de Panamá ha sido devuelto por Estados Unidos al pueblo panameño”, sostuvo el gobernante boliviano.
Dijo Evo que en 1903, por medio de tratados, Panamá cedió a “perpetuidad” la propiedad de la vía a Estados Unidos pero, después de “muchas gestiones, campañas, después de la lucha del pueblo panameño”, Washington devolvió la obra a los centroamericanos.
Estados Unidos entregó el Canal a Panamá en diciembre de 1999, en cumplimiento de nuevos tratados firmados en 1977 por el general panameño Omar Torrijos y el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).
Evo suele citar este caso como un ejemplo de que los tratados internacionales se pueden revisar, informaba EFE a propósito del acuerdo firmado en 1904 entre Bolivia y Chile, documento que definió los tratados limítrofes tras la guerra del Pacífico en 1879.
Chile se apoya en el Tratado de 1904 para señalar que no tiene asuntos limítrofes pendientes con Bolivia, aunque el país del altiplano asegura que Santiago incumple con el documento. En tal sentido, el presidente de Bolivia insistió ese día que “los tratados no son intocables, los tratados se revisan cuando hay derechos”.
Con la demanda llevada a La Haya, el Gobierno de Evo Morales quiere que el tribunal internacional emita un fallo que obligue a Santiago a negociar en firme y de buena fe la centenaria reclamación boliviana, tras más de un siglo de diálogo sin resultados.
El presidente Morales insistió en que el reclamo será permanente, después de que la Cancillería de Chile llamara a la cónsul general de Bolivia en Santiago, Magdalena Cajías, para entregarle una nota de protesta oficial por la inclusión de parte de su territorio en la imagen del reloj que el gobierno de Bolivia les regaló a los representantes de 118 países que asistieron a la Cumbre del G77+China.
Evo Morales expresó estar convencido de que los organismos internacionales y los tribunales saben que “los derechos se resuelven respetando los tribunales (internacionales) y respetando el derecho, sobre todo, repasando la historia”.


Nota relacionada http://sur.infonews.com/notas/chile-no-da-el-brazo-torcer


2014/07/06

Antiimperialismo y mar para Bolivia

Sindicatos del mundo unidos. El Encuentro Internacional Sindical Antiimperialista que se realizó en Cochabamba remarcó la necesidad de formular nuevas tesis políticas para el movimiento obrero en su lucha por la liberación de los pueblos.
Bolivia parece haberse convertido en la sede internacional, de la resistencia de los pueblos del mundo a los dictámenes del poder global. Hace exactamente tres semanas, en Santa Cruz de la Sierra tuvo lugar la Cumbre del G-77 + China donde estuvo presente una gran cantidad de mandatarios de los principales países emergentes y periféricos. Poco más de dos semanas después, entre el lunes 30 de junio y el miércoles 2 de julio se realizó en Cochabamba un encuentro internacional, ya no de presidentes sino de centrales obreras del mundo, organizado por la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación Sindical Mundial (FSM) y con el auspicio del gobierno de Bolivia. El mitin de trabajadores, que llevó el nombre de “Encuentro Internacional Sindical Antiimperialista” fue inaugurado por el presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, quien además es dirigente sindical campesino.
En agosto del año pasado, el secretario general de la FSM, el griego George Mavrikos, visitó a Morales en el Palacio Quemado y tras la reunión el dirigente sindical le expreso a los medios que la próxima cumbre iba a tener lugar en Bolivia. En ese momento, Mavrikos explicó que: “Convocamos en Bolivia porque es un país que por la realidad que vive es un país interesante”, agregando que “escogimos el 1 y 2 de julio porque en esos días fue atacado el avión del presidente Evo Morales a través de la Unión Europea y las fuerzas imperialistas”.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, informó antes de la realización de la cumbre que el Encuentro Sindical Internacional Antiimperialista es cofinanciado por la Federación Sindical Mundial, la Central Obrera Boliviana y el Gobierno, resaltando que el encuentro permitirá el fortalecimiento del sector sindical no sólo de Bolivia sino del mundo.
El lunes, el encuentro dio inicio con una multitudinaria marcha que partió desde la céntrica plaza cochabambina 14 de Septiembre hasta el Gran Hotel Cochabamba en dónde se realizo la presentación de la cumbre. Tras ese acto, las delegaciones obreras se dirigieron hacia la Casa Campestre en donde se trabajaría en comisiones durante los tres días que duró el evento.
En la inauguración del mitin Evo dijo que “ojalá que éste sea el espacio necesario para que los trabajadores del mundo tengan una nueva tesis política para liberar a los pueblos del mundo”, señalando a su vez que los trabajadores juegan un rol dinámico y efectivo en la lucha contra la política expoliadora e intervencionista del imperialismo. “Tenemos la enorme responsabilidad de no solamente plantearnos reivindicaciones para el sector trabajador, sino nuestra responsabilidad debe ser fundamentalmente cómo liberar a los pueblos del mundo”, dijo Evo y pidió fortalecer al movimiento mundial de trabajadores con el acompañamiento de los gobiernos progresistas y democráticos que hacen frente a las intervenciones políticas y militares del imperialismo.
El encuentro tuvo como matriz principal comenzar a construir una nueva tesis política a través de la independencia de la clase trabajadora mundial, construyendo a su vez la “unidad revolucionaria e internacional” de la clase, ya no solamente para sus propias reivindicaciones sectoriales, sino para avanzar en un programa que exprese a todos los sectores sociales oprimidos, y que a su vez esta unidad tenga una íntima relación con los diferentes gobiernos y movimientos progresistas, que como en Latinoamérica irrumpieron en los últimos años. La idea de una nueva tesis, para los organizadores, representa una suerte de ruptura y a la vez de continuidad con un pensamiento de lucha antiimperialista, que según ellos hoy debiera salir del mundo emergente, y superar a otro similar, pero que fue construido desde los países más desarrollados. Una de las principales acciones que se plantea desde el encuentro es la resistencia activa a los ajustes, en países en los cuales el neoliberalismo prosigue como paradigma dominante. Además, en la reunión plenaria realizada el martes, las cuatro mesas instaladas presentaron una serie de listados acordados mediante votos resolutivos, entre los cuales se denunció el proyecto de privatizar los recursos naturales por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, a través del denominado Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, por sus siglas en inglés), que fuera develado meses atrás por WikiLeaks. El TISA afectará a 50 países y a un 68,2% del comercio mundial de servicios.
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, enfatizó la importancia de “reafirmar la unidad internacional revolucionaria de los trabajadores del mundo”, como principal frente de lucha contra “los países imperialistas” que buscan privatizar los recursos naturales. Según Trujillo se debe crear una “resistencia internacional” contra el capitalismo, a través de la unificación ideológica de todos los trabajadores del mundo.
“La lucha sindical contra el capitalismo sólo puede tener como horizonte el socialismo”, se señaló en el documento final producido por las delegaciones de más de 22 países, haciendo hincapié en que la actual crisis del capitalismo es global, porque a diferencia de las anteriores, ésta es estructural ya que afecta al clima, la economía, producción, energía, agua instituciones, alimentos y valores. La fase superior del capitalismo es el imperialismo y el neoliberalismo –afirma el documento– “en cuanto a destrucción creativa y política antiobrera”, cuyas recetas continúan con el sometimiento a los pueblos del mundo, y por dicha razón se convoca a la “resistencia mundial de los trabajadores”.
Tras la finalización del evento, el gobierno de Bolivia informó el miércoles que difundirá la “Tesis Política Internacionalista”, aprobada en la Sesión Plenaria Conclusiva del Encuentro Sindical Internacional.
Mar para Bolivia. Podría suponerse que esta moción hubiera sido un reconocimiento para con los anfitriones, pero de hecho estuvo bastante fundamentada, dándose justo cuando el litigio por la salida al mar que viene sosteniendo el país del altiplano con Chile, es parte de la agenda diaria. Ya había sorprendido que en el inicio del encuentro, cuando el presidente Evo Morales ingresara al Hotel Cochabamba acompañado por el alcalde de esa ciudad, Edwin Castellanos, y el gobernador, Edmundo Novillo, la concurrencia se puso de pie y comenzó a corear y brindar su respaldo a la causa boliviana. Los presentes corearon “Mar para Bolivia” según informó ese día la agencia ABI.
El martes, Trujillo fue muy duro con respecto al gobierno chileno, afirmando que la presidenta Michelle Bachelet diciendo ser de izquierda, se contradice llevando una gran relación con el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, mostrando “su plena inclinación y sometimiento al imperio norteamericano”, dijo el dirigente minero ante los medios, y luego aseguró que “los trabajadores del mundo pediremos mar para Bolivia”. En la misma línea, el dirigente chileno Víctor Quijada, de la Unión Clasista de Trabajadores, expresó que “Chile se está convirtiendo en representante del imperio, y la resolución de este encuentro tiene que decir eso, que este representante del imperio le tiene que otorgar soberanía a Bolivia, le tiene que devolver el mar que injustamente le quitó” indicó Quijada, ratificando el “apoyo irrestricto” a la demanda boliviana de consolidar una salida soberana al mar. También dijo que la clase obrera chilena apoya la demanda marítima boliviana, porque el pueblo de Chile se siente identificado con el presidente Evo Morales. Por su parte, el lunes, en el inicio del encuentro, el secretario general de la FSM, George Mavrikos, dijo sobre la demanda marítima: “Estamos al tanto de su reivindicación” y por eso “nosotros como Federación Sindical Mundial vamos a abrir el debate con nuestros afiliados, amigos en la región, porque creemos que su reivindicación, ese derecho al mar es un derecho por la paz, un derecho justo”, señaló. El secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), Hugo Yasky, también presente en el encuentro, dijo el martes que entre el 15 y 20 de agosto próximos se realizará un encuentro de trabajadores en la Ciudad de Buenos Aires, con el propósito de “gritar” al mundo “Mar para Bolivia y Malvinas para Argentina”. Según Yasky, el encuentro será organizado en coordinación con la Central Obrera Bolivia y tendrá “como principal orador” al presidente Evo Morales. Tras concluir la reunión plenaria se aprobó el apoyo material y moral en la demanda marítima del Estado boliviano. También el apoyo a Argentina por el tema Malvinas.


2014/07/02

El Dragón, el Oso y Latinoamérica en el tablero multipolar

China y Rusia despuntan hoy en la región que históricamente fue el “patio trasero” de los Estados Unidos, tratando de ganar espacio. Este mes en Fortaleza, Brasil se realizará la sexta reunión del BRICS, en la que Argentina participará como invitada de Rusia, buscando un reacomodamiento de sus relaciones internacionales.

Desde los albores del Siglo XXI hasta hoy, la realidad latinoamericana cambió. Comenzó a darse un creciente grado de integración de los países de la región, y una autonomía considerable sobre el Consenso de Washington. Que se rompa con la estructural dependencia que aquejó al continente durante un prolongado tiempo no será fácil, pero hoy existen posibilidades concretas para hacerlo. Deberán confluir para eso, algunos elementos que van desde terminar con ser nada más que un reservorio de recursos naturales (el más grande del planeta) y exportar materias primas, con la construcción de fuerzas políticas que incluyan a las mayorías postergadas, principalmente a la clase trabajadora, y que éstas les den un empuje sustantivo a un cambio que priorice la industrialización necesaria, la resolución de la cuestión agraria y que se pueda dar vuelta la hegemonía semántica que imponen el Imperio, el capital monopolista y sus socios locales a través de los grandes medios de comunicación.
Si bien se considera que este empuje regional, tiene mucho que ver con el repliegue de los EE. UU. en su “patio trasero”, o con la fuerte iniciativa de algunos de los líderes latinoamericanos, poco considerada es una tercera opción, que no excluye a las dos anteriores. Es la incidencia en el continente de nuevos actores globales, potencias emergentes que se abren camino para desplazar a imperialismos en crisis, como son el yanqui y el europeo.
Si bien el acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, China e India) data de 2001 fue en 2008 tras la crisis inmobiliaria que sufriera el Mundo Uno (EE. UU. y Europa) que este nuevo clúster económico emergiera con mayor fuerza, haciendo que sus países se recuperaran de la crisis de una forma desigual con respecto a los países capitalistas más desarrollados. Los BRICS que en 2011 sumaron a Sudáfrica están considerados, como el agrupamiento más importante de los mercados  emergentes, y según algunos cálculos como el que hace el grupo inversionista Goldman Sachs, en 2050 podrían llegar a ser las principales economías planetarias, si prosiguiera la actual tendencia. 
La incidencia de Brasil en la integración latinoamericana es decisiva, ya que el gigante suramericano es hoy, la sexta economía mundial. Si la integración debiera ser igualitaria, la presencia casi hegemónica de Brasil ya resulta un obstáculo, aunque sí un contrapeso necesario para contrarrestar la hegemonía yanqui.
En su conjunto, estos países representan el 25% del Producto Bruto Mundial, 43% de la población de todo el planeta, y movilizan el 20% de la inversión en todo el mundo.
Para la sexta reunión de los países socios, este 15 de julio en Fortaleza, Brasil, la Argentina fue invitada especialmente por Rusia. Si bien es cierto que los BRICS suelen invitar a países emergentes cercanos al lugar donde se realiza su cumbre, las recientes confirmaciones del potencial y la capacidad energética del yacimiento no convencional Vaca Muerta, no parecen ser elementos como para dejar de lado. Al mismo tiempo, la participación llegó en los días en que nuestro país pagaba las cuentas con el Club de Paris y busca una salida a la disputa con los fondos buitres.

Del soviet y la comuna a la economía de mercado.

Las dos grandes revoluciones socialistas producidas en el Siglo XX, tanto la soviética como la china no prosperaron en el tiempo, tal vez por la falta de una conducción estratégica adecuada, pero sobre todo, porque no pudieron revertir y transformar las tendencias capitalistas, que en el propio seno de sus sociedades terminó por fagocitarse la revolucionarización de las relaciones de producción. Cuando en 1991 se desarticuló a la ex Unión Soviética, ya había habido en esa federación señales muy claras de que el capitalismo retornaba. En China aún se conserva un régimen que dice ser comunista, pero desde fines de la década del setenta, cuando falleciera el legendario líder Mao Tse- tung, la República Popular China emprendió un viraje hacia la economía de mercado. La construcción de una sociedad socialista no es un resultado inevitable de la historia, sino una formación sujeta a la lucha entre el capital y el trabajo, una lucha que si no se lleva adelante con la mayor precisión posible se corre el riesgo de retroceder. Pero lo cierto es que tanto en Rusia como en China -si bien hoy ganó el capital-, de ser ambas sociedades económicamente atrasadas, pasaron a ser economías capitalistas avanzadas. Sin que hubiera pasado una revolución por ambas que destrabase las fuerzas productivas, eso hubiera sido imposible.  China es la segunda economía mundial, mientras que Rusia en 2102 fue la novena según la lista que elabora el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hoy esas dos economías buscan pista en el mercado global, y Latinoamérica resulta de lo más atractivo que tienen a su vista.
Según escribiera en diciembre del año pasado, el periodista mexicano Luis Hernández Navarro, columnista del diario La JornadaLa actual bonanza económica de América Latina está estrechamente asociada a la entrada de China en el hemisferio. El dragón asiático es un voraz consumidor de los alimentos, minerales y metales, y combustibles que se producen en la región. La inversión de ese país fue central en permitirle al área enfrentar sin grandes descalabros la recesión económica de 2009”. Según precisaba Hernández, las inversiones chinas pasaron de 15 mil millones de dólares en 2000 a 200 mil en 2102, mientras que se prevé que para 2017 podrían ascender a 400 mil. Para no ir muy lejos, nuestro país que en la actualidad tiene como base principal de la economía la exportación de soja, tiene al gigante asiático como su principal comprador. La dependencia de la región con respecto al dragón asiático se traduce hoy en que de cada 1 % que crece el PIB en China, eso repercute en un crecimiento de 0,4 en nuestras tierras, y que por cada 10 % que crece la economía china, hace que Latinoamérica incremente en un 25 % sus exportaciones.
El caso de Rusia es algo diferente, pero su incidencia también es superlativa, en ámbitos en los cuales no hay yuxtaposición con respecto a su gran socio asiático. Si en el cuarteto que conforman Brasil, Rusia, India y China, existe una sintonía, esta es según analistas internacionales el hecho de haber dividido bien sus roles. Tanto Rusia como Brasil, son más exportadores de materias primas, mientras que India y China privilegian la producción manufacturada. Pero si hay un elemento distintivo del oso euroasiático, es que es un gran productor de armamentos y hoy tiene consolidado en esa materia un cierto mercado regional. Desde 1999 a 2008 Rusia intensificó su venta de armamentos a la región en un 900 %, sin condicionar esto a diferencias políticas como lo hace EE. UU. En 2008 la flota rusa llegó a Venezuela para realizar junto a las fuerzas armadas de ese país maniobras militares conjuntas, incluido el vuelo de bombarderos en el mar Caribe.
En 2010 el por entonces presidente ruso Dmitri Medvédev, en visita a Buenos Aires declaró que nadie debe preocuparse por la intensificación de las relaciones entre Moscú y América Latina. "Espero que no molesta a nadie, y si le molesta, no nos importa", le dijo Medvédev a los medios, al responder si su visita a Argentina provocaría recelos en  EEUU, indicando que el mundo es global y nadie tiene el monopolio de la verdad.

Ventajas y peligros

 Si las armas que llegan de Rusia a la región permiten que los países afiancen sus soberanías, y si los capitales y la tecnología que China va introduciendo permiten que las economías primarias, vayan en el sentido de la industrialización, todo sería muy loable. El problema radica en si los dos gigantes euroasiáticos están dispuestos a que Latinoamérica se desarrolle plenamente o sólo consideran a nuestras tierras como base de maniobras de sus políticas expansivas, ante el reflujo estadounidense. La ayuda a economías como las de Ecuador y Bolivia parecieran alentar en el buen sentido, pero la reprimarización que se da en Brasil, Argentina o Venezuela, pareciera ir en sentido contrario. De todas formas, mientras el águila del Norte, no esté completamente vencida, tanto el dragón como el oso, juegan su partido en la patria que alguna vez soñaron independiente y soberana Martí, Bolívar y San Martín.


Publicada originalmente en Mascaró de julio de 2014