2017/05/29

2 tipos

La escena muestra 2 tipos. Dos tipos sin mujeres. Dos tipos que siempre van juntos. Dos tipos que no son homosexuales. Dos tipos que aunque vayan siempre juntos no parece que fueran grandes amigos. Más bien compañeros en la desdicha. Más bien compañeros de una mezquina alegría. Más bien estereotipos de un único modelo que en la realidad se muestra solo.
Los 2 tipos son grandes personajes, como Laurel y Hardy.

Estos 2 tipos los muestra muy bien Roman Polanski en 2 cortos previos a sus grandes producciones. En 1958 con  Dwaj ludzie z szafa (2 hombres y un armario) y en 1963 con Ssaki (Mamíferos).



Se nota que los 2 tipos no son adinerados. Son más bien pobres pero dignos. Mientras ellos van se pueden ver las más grandes inmundicias del mundo perpetradas por otros. También son blancos de esas inmundicias.

En la realidad no es fácil encontrar a estos 2 tipos, pero creo que muchos los llevamos incorporados.

Ellos viven en 1.

2017/05/22

Encuadrar el reclamo de los docentes

 (para La Tecl@ Eñe)

El reclamo de los docentes debiera permitirnos -además de adherir a su justa lucha- extraer conclusiones básicas acerca de la realidad argentina actual, no solamente en lo referido a la situación económica y social sino también a detectar cómo los principales medios toman un dato de la realidad para introducirlo en el sentido común imperante. Vale aclarar que la manipulación se hace efectiva cuando existe de antemano un interlocutor predispuesto a ello.

Se insiste en que la Educación es un derecho y que no es justo dejar a los chicos privados de clase. También en que el nivel educativo es deficitario y que los docentes no están preparados para hacer frente a dicha tarea. Lo que no se dice es que el principal reclamo es salarial y que está referido a una paupérrima situación económica en la que la inflación se incrementa distanciándose del sueldo de los docentes. Si la Educación pública es mala y los docentes no están preparados para ella, hay que decir que el problema atañe a quien tiene la responsabilidad de planificar la Educación y no endilgarles el problema a los empleados. Estos últimos ya están conchabados y hay que respetar los contratos. Seguramente hay que hacer nuevos planes de Educación y formar docentes para ello pero mientras tanto hay que dar respuestas efectivas a lo existente.
Una pregunta interesante que muchos hacen es: ¿A partir de cuándo se empezó a deteriorar el nivel educativo? La mayoría de las respuestas apuntan a que esto comenzó hace ya un extenso tiempo pero sin dar demasiadas precisiones. Todos señalan que sin Educación no hay futuro y que la misma es un ordenador fundamental. Sin dudas, pero se debiera admitir que la Educación es importantísima siempre y en tanto la sociedad en su conjunto haga de la producción su principal fuente de riquezas. La Educación históricamente siempre fue un complemento indispensable del desarrollo de la fuerza de trabajo y no al revés. Poseer Educación no es la condición de alcanzar un trabajo digno. Este último es propiciado por un desarrollo de la estructura productiva. Ninguna sociedad prepara a los sujetos para actividades imposibles. La Educación pública comenzó a deteriorarse fundamentalmente en los ’90 cuando en la Argentina fuera desmantelada la estructura productiva nacional. Suponer que en un país en donde existe un nivel acentuado de desempleo, de deterioro productivo, de precariedad e incremento de la informalidad, resulta posible que alguien pueda triunfar mediante la Educación es hacer apología de una meritocracia que premia al que triunfa de manera inescrupulosa en la competencia feroz entre pares. Una apología del ya conocido “Sálvese quien pueda”.

En la Argentina, al igual que en el resto de las naciones suramericanas, si no se transforma la matriz productiva, si no se sale de un modelo en el que se privilegia la exportación de commodities para dar pie a un desarrollo de la industria, la Educación pública sólo sirve como núcleo de contención y no como herramienta para la formación de nuevas fuerzas productivas.

Mientras tanto el reclamo de los trabajadores que se hacen cargo de la formación de los niños de este país -tal como este país es y no cómo podría imaginárselo- es completamente genuino. El salario de los docentes hoy no se corresponde con lo que vale la reproducción de la vida de los argentinos. Es demasiado insuficiente. Los responsables de ello lo son también de hacer una Educación pública acorde a las necesidades nacionales. 


Berisso, 13 de marzo de 2017

El mainstream político y la grieta entre lo político y lo social

Lo que hoy se conoce como democracia en muchos casos no deja de ser un acuerdo que los diferentes países realizan con el poder corporativo. La institucionalidad política de esta forma cada vez se escinde más de la sociedad en su conjunto generando así una apatía considerable. 

Por Osvaldo Drozd*

Lo que hoy se conoce como democracia, lejos de ser un régimen que se construye a partir de las necesidades nacionales, es un modelo internacional sujeto a reglamentaciones multilaterales. El país que suscribe al régimen democrático existente no deja de aceptar la intromisión internacional en sus propios fueros. No resulta casual que las principales economías emergentes (China, Rusia) hayan tenido un desarrollo considerable no acatando la regla. No se trata por lo contrario de promover regímenes autoritarios sino de poner en marcha democracias acordes a las necesidades de un determinado pueblo- nación. De todas maneras hay que decir que el tomar partido por determinado régimen no deja de ser un aspecto subordinado a la política que se intente llevar adelante. Las diferentes reformas constitucionales realizadas por las naciones bolivarianas lograron poner en pie regímenes políticos de mayor participación popular y pudieron acotar el poder de fuego de las corporaciones judicial y mediática. Estas dos últimas son hoy las principales armas de las clases dominantes en el seno de las democracias existentes. Se considera democrático respetar sus autonomías.

En lo político los actuales regímenes democráticos no dejan de ser un equivalente a lo que es el endeudamiento público para la economía. Son disciplinadores externos.

A partir del fin de las dictaduras en Latinoamérica  se comenzó a hablar de democracias restringidas o tuteladas. Llama poderosamente la atención que habiendo transcurrido más de tres décadas ya no se las caracterice de esa forma. Fundamentalmente no lo hacen las fuerzas que se dicen progresistas o de izquierda. Mucho más aún cuando en un país como la Argentina el régimen actual se fundamenta en una reforma constitucional como la del ’94 que fuera realizada de manera acorde al consenso de Washington. En los hechos los procesos bolivarianos cuestionaron en su práctica lo restringido de las democracias precedentes.

La democracia global occidental como concepto práctico político tiene un desarrollo propio que tiene lugar de forma independiente a las realidades nacionales. Este desarrollo propio se realiza incluso al margen del desarrollo particular de cualquier democracia nacional. La eficacia de los golpes blandos y de las distintas destituciones presidenciales sólo es válida si a la vez logra incidir en otros países en los cuales esos movimientos no se realizaron. Desde Honduras a Brasil, pasando por la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, la derecha regional fue carcomiendo los principales cimientos de una integración regional creciente.  En tal sentido el ejemplo de Paraguay resulta aleccionador al respecto. Tras la destitución del presidente Lugo, el Mercosur dejó de reconocer a ese país como miembro del organismo, pero tuvo que aceptar su regreso cuando fuera elegido un nuevo presidente, quedando de alguna forma impune el golpe institucional.

Si la política en otros tiempos representaba la intervención de determinados sectores de la sociedad, las actuales democracias se sostienen en un proceso de escisión permanente de las cúpulas dirigenciales con el conjunto de la sociedad. Ya no es una clase social o una alianza de ellas quienes practican la política sino una parte escindida que no necesita de bases. En tal sentido las formulaciones clásicas sobre el partido político van perdiendo vigencia. Hablar de columna vertebral por ejemplo va perdiendo cada vez más asidero. El general Perón sostenía que el partido era la herramienta electoral del movimiento. Hoy sobrevive sólo la herramienta. La posibilidad concreta de que determinados sectores sociales puedan participar de la acción político institucional se vuelve bastante restringida. El financiamiento y toda la burocracia propia de los sistemas electorales no permiten más que la participación escueta de determinadas fuerzas populares. Las estructuras electorales más aceitadas, incluso las de la izquierda, generan burocracias vitalicias. Esto siempre fue un condicionamiento concreto para diferentes actores sociales que se conocen genéricamente como izquierda social. Incluso eso mismo sucede en partidos de raigambre popular como puede ser el peronismo. No resulta fácil para ciertos dirigentes poder plasmar listas y deben en muchos casos encolumnarse detrás de ciertos empresarios que recién llegan a la política. Eso es bastante común en territorio bonaerense. Si bien hay sectores militantes que logran la participación en la agenda electoral sin arriar ninguna bandera ni negociar protagonismos, esto no es lo más característico. Para personas con poca tradición militante esto representa de entrada un obstáculo que ni siquiera se animan a sortear. En estas condiciones la llegada de nuevos integrantes a las distintas fuerzas políticas resulta bastante inaccesible. Está el que se mete y obedece pero esperando su retribución. De esta forma la actividad política se convierte en algo muy poco atractivo para los diferentes sectores populares que en todo caso prefieren militar en alguna organización social o mantenerse en la indiferencia.

Que el actual sistema político condene a las grandes masas populares a la inacción, no significa que no existan posibilidades de hacer política. La principal cuestión es saber cuál es el escenario propicio para ello.

Retornando a la definición inicial de que la democracia global occidental es un proceso que escinde sociedad de Establishment político, habría que precisar que esto no responde a una tendencia natural de los lazos sociales, sino a una precisa orientación estratégica que implica evitar la irrupción de las masas en el escenario político.

Berisso, 13 de enero de 2017


*Periodista

2017/05/17

En Berisso no hay pararrayos

Durante la última tormenta, cayeron 2 rayos en plena zona urbana de Berisso. En diciembre también había caído otro a metros de donde cayeron los últimos dos. Además de los diferentes artefactos eléctricos quemados por el siniestro, celebramos que no haya que lamentar pérdidas humanas o viviendas. Lo que no se puede es dejar pasar el hecho de que varios pararrayos ubicados en la zona hayan dejado de funcionar. Por ejemplo uno ubicado en una escuela (la 6) ya no posee el diamante que atrae al rayo. Otro ubicado en el ex sanatorio de la Carne, hoy facultad de paramédicas de la UNLP dejó de estar. Según dicen la zona quedaría imantada y sería un blanco propicio en nuevas tormentas eléctricas. Con un grupo de vecinos comenzamos a juntar firmas para que el Intendente de Cambiemos se haga cargo de uno de los tantos desastres de una ciudad cada vez más desprotegida.