2023/02/11

La sexualidad entre el placer y el sojuzgamiento

 


Sólo una especie que reniega de su condición biológica puede obviar que la principal finalidad de la sexualidad es la reproducción. En la actualidad suponemos que es la búsqueda y realización de placer, lo que debe guiar a la sexualidad. Obviamente que no se puede despreciar esto último, aunque esa hipótesis actual debiera ser complejizada.

Desde el nacimiento de la especie humana hace trece millones de años, se podría decir que hasta hoy, la sexualidad –además de cumplir su rol reproductivo- , más que apuntar al placer está directamente ligada al sojuzgamiento. Bien lo saben las mujeres que luchan por la existencia de relaciones más igualitarias. Freud en sus estudios sobre la sexualidad mostró esas variantes en las que priman los componentes sadomasoquistas. Alguna vez Oscar Masotta dijo que desde Freud el masoquismo no sólo puede ser analizado sino que además debiera ser disuelto.

Si la sexualidad no es un dato de partida, -más que desde el punto de vista instintivo-, y en toda cultura se construye, hoy se produce espontáneamente. Eso es propio del actual paradigma hegemónico liberal. Así se escuchan muchas voces que suponen que la sexualidad es lo que se muestra en la pornografía hardcore, y que para ser un buen amante hay que ser violento. Nadie habla de esto aunque la mayoría lo consume. Eso significa convalidación.

Si la sexualidad no apunta al placer, en sentido freudiano diferente del goce, y sí al sojuzgamiento, estaremos en apuros. Una sexualidad orientada hacia el placer, como pueden ser el orgasmo seco y el sexo tántrico, además de la satisfacción propia de ello, necesariamente deben conducir a hacer que las relaciones humanas sean un poco más armoniosas. Las violaciones, los golpes, el sexo en manada, las ataduras y los látigos obviamente que no existen sólo en los actos sexuales.

Sorprende que el feminismo en lugar de realizar una crítica radical de dicha sexualidad, diga que las mujeres deben liberarse para practicarlas, como si esa clase de prácticas fueran neutras o naturales, sin percibir que fueron creadas principalmente para el sojuzgamiento que ellas pretenden desterrar.  

2023/02/10

Freud. Su ciencia y las ciencias

 

La mayoría de los psicoanalistas actuales encargados principalmente de propiciar un sedimento teórico acorde a la experiencia misma, no hacen más que señalar que todas las elaboraciones de Freud;cuando hablan de antropología, arte, neurología; no dicen  más que de la experiencia psicoanalítica. En gran parte coincido con esas afirmaciones, aunque creo que existen ciertas aristas de las formulaciones freudianas que podrían dar pie a saberes o disciplinas científicas por fuera del discurso analítico mismo.

Las teorías sobre las pulsiones, la sexualidad y el superyó, por dar algunos ejemplos que parecen insoslayables, creo que ofrecen terrenos de elaboración que exceden el discurso analítico e incluso podrían iniciar un diálogo con otras disciplinas que a su vez permitan potenciarlas. Obviamente que alguien que desarrolle un terreno conceptual a partir de ciertas prácticas, no sólo abarcará su propia especificidad sino que colateralmente tocará sectores de lo real que están por fuera de los límites de su propia experiencia.

Freud decía que el psicoanálisis no implica el desarrollo de una concepción del mundo acorde a sus particularidades sino que si debiera adherir a alguna concepción, ésta es la de la ciencia. Lo señalado muestra a las claras de que el padre del psicoanálisis no creía que a partir de sus postulaciones pudiera descifrar ni los tiempos biológicos ni los de las formaciones culturales. Podría hacer algún aporte pero la legalidad de esos campos siempre será extraña.

Que alguien desarrolle un conjunto de conceptos acordes a una determinada práctica e intente circunscribirlos al interior del discurso de la ciencia, conlleva en ciertos casos a vislumbrar por fuera de ese dispositivo lugares de lo real que debieran ser desarrollados pero que al estar por fuera de sus prioridades, un científico no los desarrolle aunque si desee que en esos tópicos hubiera un tipo de elaboración acorde a sus coordenadas epistemológicas.

2023/02/04

¿Es posible una ciencia sobre la sexualidad?


Está casi instalada la idea de que una ciencia de la sexualidad nunca podría existir. Esta imposibilidad se basa principalmente en la promoción de las ideas sobre la sexualidad esbozadas en la teoría psicoanalítica de Freud y Lacan.  

Una ciencia debe construirse sobre el axioma lacaniano de que “No hay relación sexual”, que obviamente es una proposición negativa. Qué es lo que hay en el lugar de lo que no existe.

Lo que sí es pertinente decir es que al interior de la teoría psicoanalítica no cabría un saber científico sobre lo sexual. De todas formas tanto las formulaciones de Freud en los Tres ensayos, su teoría de las pulsiones y sus alcances en la obra lacaniana, no podrían no ser parte del punto de partida para la constitución de una ciencia de la sexualidad.

La anatomía biológica enmarcada sobre una perspectiva de transformaciones genéticas basada en la teoría de Darwin debiera ser la infraestructura de un edificio en el que un poco más arriba debiera constituirse una subciencia sobre la cultura, sin escindir conceptualmente el terreno entre lo biológico y cultural, ya que existen adquisiciones culturales que modifican la estructura genética. Un bebé nace y no puede caminar ni hablar pero genéticamente viene dotado para adquirir esas capacidades.

El relativismo sobre el tema es acorde a la supremacía actual de la ideología liberal.