2015/04/28

Berisso. Ciudad de trabajadores.

Asoma un nuevo 1ro de Mayo, y como todos los años además de ser un día de celebración y conmemoración, esta fecha debiera ser la excusa perfecta para reflexionar profundamente sobre ese actor principal de la sociedad que es el que produce todo lo que necesitamos para vivir.

Berisso la ciudad en la que vivimos no sólo es una ciudad de inmigrantes extranjeros o migrantes de las provincias. Lo más importante es que en primer lugar es una ciudad de trabajadores. Tanto los locos inmigrantes que venían huyendo de las guerras y las miserias europeas, como los provincianos que se acercaban hasta acá para huir de la pobreza que les ofrecían los terratenientes; todos ellos eran trabajadores que buscaban en los tradicionales frigoríficos anclar sus vidas y las de sus familias. Berisso les ofrecía la oportunidad concreta de tener una vida digna.
El día de los trabajadores, en Berisso no es igual a cualquier ciudad. Tal vez muchos a eso no lo advirtieron, pero si se adentran un poquito nada más en la historia de estos pagos, lo primero que debería percatarse es que este distrito, este conglomerado urbano fue hecho por los trabajadores. En primer lugar por los de los frigoríficos. La fisonomía de los primeros barrios de la ciudad estaba hecha a medida de las necesidades de los que en las fábricas dejaban parte de sus vidas para que sus proles pudieran reproducirse.

No nos adentraremos en la Mascare de Chicago, que diera lugar a esta conmemoración histórica de los productores, ni tampoco en la lucha por las 8 horas de trabajo, aunque ello sea parte de una  misma lucha. Lo que se intenta señalar en estas letras es que en Berisso no debemos olvidar nuestras raíces, las del trabajo y las luchas por la dignidad del mismo. Muy trillado aunque extremadamente  justo es señalar que acá en Berisso nació una de las principales gestas heroicas de la clase obrera argentina: el 17 de Octubre de 1945.
El ya legendario dirigente obrero Cipriano Reyes desde estos lares protagonizaba  grandes luchas que luego confluirían con la llegada del Coronel Perón a los primeros estrados de la política nacional. No son pocos los testimonios que quien escribe, alguna vez escuchó de gente que trabajó en los frigoríficos los años previos al ‘45. Si en el baño de la fábrica alguien tardaba poco más de 5 minutos para hacer sus necesidades, había algún mayordomo que se encargaba de golpearle las puertas, para recordarles que tenía que regresar al puesto de trabajo. La dictadura de la patronal no tenía para el que laburaba, una respuesta conducente. Era la tiranía del capital. Todo el movimiento laborista que luego apoyaría la llegada de Perón al gobierno, a todas esas injusticias no las dejaban de lado. Eran sus principales fundamentos y causas para incursionar en una política que intentaba  alejarse progresivamente del fraude de los conservadores y los beneficios para la oligarquía.

Después de casi 70 años de esas luchas originarias de los obreros berissenses, hay que recordar que la ciudad a pesar del vaciamiento producido por el neoliberalismo en los ’90, aún sigue siendo una urbe obrera.

El ascenso social hace creer a muchos que son parte de una denominada “clase media” que no es otra cosa que un sector importante de trabajadores que lucharon siempre para vivir mejor

Nota para El Correo Gráfico en vísperas de un nuevo 1º de Mayo

2015/04/17

El laborismo, y la actividad barrial. Los centros de fomento

Los delegados fabriles alineados con Cipriano Reyes en los frigoríficos Swift y Armour de Berisso, estando muy concentrados con las problemáticas laborales en el puesto mismo de trabajo, no eran unos desconocidos en sus barrios, todo lo contrario. No ponían sus esfuerzos militantes en el territorio de su vivienda, es verdad, pero no lo descuidaban. Los testimonios de gente de aquellos tiempos dicen que los laboristas apuntalaban a los chicos de los barrios para que ellos hagan el trabajo entre los vecinos. En el Berisso de los años que promediaban la década del ’40, surgieron diferentes expresiones de militancia barrial, que en un contexto general acompañaban las experiencias sindicales combativas. No se escindían de lo que sucedía en las fábricas, todo lo contrario, creaban en los barrios el lugar propicio del repliegue y la solidaridad. Y porque no, de un punto claro para construir una nueva ofensiva. En aquellos tiempos los trabajadores de los frigoríficos cuando marchaban a una huelga encontraban en los barrios el respaldo necesario para hacerle frente la situación. Los nacientes clubes y centros de fomento aportaban el marco solidario.
A un obrero que pasaba 12 o 14 horas en la fábrica, en condiciones muy desfavorables e intentando resolver los problemas que aquejaban al conjunto de sus compañeros de trabajo, no se le podía pedir que cuando regresara al barrio se pusiera a programar como resolver la construcción de veredas, o conseguir mangueras para que el agua llegara lo más lejos posible de las por entonces bastante distanciadas canillas, ya que una sola de ellas abastecía de agua potable a varias manzanas a su alrededor. O en todo caso conseguir baldes para recoger el preciado líquido para los vecinos de la cuadra, trasladándolos hasta el lugar. Los niños cuando despertaban sedientos por la noche, se prendían de la transpiración de las chapas de zinc con las cuales estaban construidas la gran mayoría de las viviendas de entonces. Ese fue un testimonio que quien escribe, pudo escuchar alguna vez y nunca podrá olvidar.

Si bien las fuerzas motrices que constituirían al partido laborista, estaban conformadas principalmente por obreros fabriles; contaban con el apoyo irrestricto de los vecinos, principalmente de los jóvenes. Por esos tiempos las autoridades de los centros de fomento tenían edades que rondaban los veinte años.

La Central Obrera Boliviana cumple 63 años de vida y ratifica el proceso de cambio

Hoy 17 de abril se cumplen 63 años de la fundación de la Central Obrera Boliviana (Cob). La ya legendaria central sindical del país del altiplano, tuvo su constitución al calor de las históricas jornadas revolucionarias protagonizadas por los trabajadores en 1952. Las mismas dieron por tierra con los sucesivos gobiernos de la oligárquica Rosca, para iniciar un proceso de transformaciones sociales que si bien a lo largo de un considerable tiempo, no pudo revolucionar completamente la estructura económico social boliviana; por un lado algunos cambios irreversibles hizo, aunque lo más significativo fue dejar un precedente de importancia en la conciencia de las masas explotadas y oprimidas de ese país.

Vale señalar que desde aquel tiempo hasta hoy, es la única central obrera en Bolivia, cuenta con más de dos millones de trabajadores afiliados y siempre mantuvo ese perfil clasista originario. Las legendarias tesis de Pulacayo elaboradas por los mineros en 1946 guían su itinerario.
Desde la denominada Guerra del Agua producida en el año 2000, en Bolivia se viene desarrollando una secuencia de luchas populares y conquistas que fueron bautizadas como  “proceso de cambio”. Sin la existencia del mismo no se entendería la llegada de Evo Morales al Palacio Quemado en enero de 2006, tras ganar las elecciones en 2005, y formular un proceso instituyente a partir del cual se convalidaría una nueva Constitución Política de Estado y la conformación de un Estado plurinacional. La Cob arribó con coincidencias y diferencias a veces muy pronunciadas con respecto a la gestión del movimiento al socialismo (Mas). Tanto es así que hace tres años desde la central se había planteado la conformación de un instrumento político de los trabajadores, para enfrentar electoralmente a Evo. Desde finales de 2013 la Cob y el Mas, se acercaron conformando una alianza histórica. Esa unidad fue decisiva en octubre del año pasado cuando Evo Morales fuera reelecto por poco más del 60 % de los sufragios.

Según informa hoy la Agencia Boliviana de Información (ABI), el secretario de Integración y Desarrollo de la Central Obrera Boliviana, José Luis Delgado, remarcó ayer  jueves el compromiso de esa entidad matriz de los trabajadores bolivianos de consolidar el proceso de cambio, en la víspera de la celebración de los 63 años de su creación, el 17 de abril de 1952.
    "Debe ser el pueblo boliviano a través de los movimientos sociales quienes profundicen el proceso de cambio y quienes reencaminen lo que no se hizo todavía y la COB quiere aportar, quiere proponer para construir un país que queremos y poder trabajar en beneficio del país", dijo a la ABI.  Recordó a su vez que en el ampliado nacional que se realizó de Santa Cruz el año pasado se emitió una declaración política, que estableció el reencuentro entre obreros, campesinos, indígenas y originarios para defender, profundizar y reencaminar el proceso de cambio.

    "Esto implica no permitir el retorno de la derecha a los órganos del poder, no permitir que quienes han vendido la Patria, quienes han defenestrado los recursos naturales del país vuelvan otra vez a los órganos del poder, nunca más", dijo el dirigente obrero, y aseguró que   "El proceso neoliberal ha montado en el país un modelo económico fuerte que está costando desmontarlo, no ha sido suficiente decir a través de un decreto se anula el decreto 21060*, cuando ese decreto es la madre del modelo económico que ha imperado en la época neoliberal, que ha ido fortaleciendo esa economía neoliberal y lo que tenemos que hacer ahora es desmontarla", puntualizó.
    Delgado calificó la relación entre el Gobierno del presidente Evo Morales y la COB como un "hecho histórico", que tiende a favorecer a las grandes mayorías del país, aunque recordó que tuvieron momentos de confrontación.

*El decreto 21060 fue promulgado por el presidente Víctor Paz Estensoro el 29 de agosto de 1985. Señalando que “Bolivia se nos muere” el que fuera presidente revolucionario 33 años antes, promulgaba así la muerte del estatismo, para inaugurar el neoliberalismo en el país del altiplano.

2015/04/14

A 19 semanas de las PASO, se vienen algunas de temperatura elevada.

Cuando esta edición de El Correo Gráfico esté en la calle, faltaran sólo 10 semanas para la presentación de las listas de precandidatos ante las autoridades partidarias respectivas, y 19 semanas para la realización de las elecciones primarias (Paso). El 20 de junio será la fecha tope para inscribir las listas, mientras que la oficialización de las boletas será 6 días después. Como es de público conocimiento las elecciones primarias serán el 9 de agosto.

Tras más de 30 años de democracia, pareciera que la misma se hubiera consolidado. Lo cierto es que el impulso que en otros momentos diera el imperio, hacia las camarillas militares latinoamericanas dejó de ser una política prioritaria de los grandes poderes que emergen del capital más concentrado del mundo. Por ende la consolidación de una democracia en la cual no aparecen rupturas institucionales, en cierta medida es también el resultado de la política imperial, y no sólo la labor de las fuerzas políticas que bregan por sostener un determinado tipo de régimen político. Esta apreciación no exime que hoy el imperio maneje otras opciones de condicionamiento, como lo es el denominado “golpe blando”. Para entender lo que se viene señalando sólo basta subrayar que en 2001, en nuestro país, se vivió una fuerte crisis de legitimidad y representatividad, que hizo que la mayoría de las fuerzas tradicionales perdieran el consenso que debieran tener para profundizar el rumbo democrático. 2001 fue el punto más álgido de esa crisis, pero hay que entender que ella  -entendida como el rechazo de sectores importantes de la ciudadanía hacia la política y los políticos- a pesar de haberse atenuado considerablemente aún tiene vigencia. Que las candidaturas presidenciales estén signadas por “la buena imagen”, la mayoría de las veces en concordancia con las preferencias de los shows mediáticos, las fotos en revistas del espectáculo, o el almuerzo con Mirtha Legrand, es toda una señal al respecto.  La pregunta que habría que hacerse es por qué la imagen de un militante no mide. Responder esta pregunta llevaría un desarrollo aparte, por lo cual en lo que sigue ofreceremos una breve información sobre las candidaturas que presentarán las principales representaciones políticas de la Argentina.

Sin embargo el gran protagonismo este año lo viene teniendo ese partido que no pone en consideración sus candidaturas: el Judicial. Desde la trágica y misteriosa muerte del fiscal Natalio Alberto Nisman, la corporación judicial volvió a tener un protagonismo importante. Antes ya lo había llevado adelante con las ya famosas medidas cautelares. Este año con la marcha del 18F logró aglutinar tras de sí a la mayoría del arco opositor e incluso a todos esos que practican el apoliticismo militante.
Del espectro político mayoritario, la gran sorpresa fue la decisión de la Unión Cívica Radical (UCR) de alinearse con la nueva derecha argentina encarnada en el Pro de Mauricio Macri. Allí comparten filas con la Coalición Cívica de Elisa Carrió. El centenario partido radical le ofrece a Macri nada más ni nada menos que un armado territorial extendido a lo largo de todo el país, cosa que el Pro no puede garantizar. No son pocos los militantes del radicalismo, principalmente los de la juventud, los que no vieron con buenos ojos ese viraje.
Si bien el Frente Renovador de Sergio Massa contaba con buenas chances en las encuestas  hasta no hace mucho, hoy pareciera haber quedado con posibilidades claras nada más que para hacer fuerza en la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Massa también aspiraba a contar con la estructura territorial del radicalismo. Macri le ganó esa apuesta.
Entre las otras fuerzas que se presentarán en la Paso, hay que señalar que la líder del GEN, Margarita Stolbizer se lanzó a la candidatura presidencial por un frente unido del centroizquierda, mientras que también se consolidan las listas del Frente de Izquierda y los trabajadores (FIT).
Tal vez el mapa más complejo previo a la oficialización de listas sea el que tiene el gobernante Frente para la Victoria (FpV). Las precandidaturas del gobernador de la provincia de Bs. As. Daniel Scioli y la del ministro del interior y transporte Florencio Randazzo, son las que se roban toda la atención, aunque haya otros que también pretendan llegar a ser candidatos. Las candidaturas de Jorge Taiana, Sergio Uribarri y Agustín Rossi son parte de una apuesta fuerte del kirchnerismo, aunque vale señalar que con la baja de Julián Domínguez hacia las presidenciales y con sumarse a las precandidaturas para la provincia, el FpV logró instalar en el principal distrito del país, un candidatura que pueda lidiar contra la del empresario Francisco De Narváez del Frente Renovador. 

Se vienen semanas de temperatura elevada.

2015/04/12

Apuntes para descolonizase mentalmente. El fútbol como ejemplo

Cuando hoy abro el portal del diario La Nación, se puede leer ahí "Horarios y TV para un domingo donde juegan Boca, River, y el Manchester". Es de alguna forma un anuncio que rebalsó el vaso de mi paciencia. Como me interesa el fútbol, además de las otras informaciones, siempre abro también los portales deportivos, y algo que no me pasa desapercibido, es que además de la información local, lo que más se difunde en ellos es el fútbol europeo. Es más si en la Argentina no hay un partido interesante, en un portal como Olé es posible encontrar como portada al Barcelona, el Real Madrid o cualquier otro grande del viejo continente. La otra vez consulté un sitio peruano, para informarme sobre el Juan Aurich, y la lógica se repite. Mucho sobre Europa.
Uno podría preguntarse si a los de acá nos interesa tanto cómo va en la tabla de posiciones el Milan, o los medios nos imponen eso, y como no te queda otra lo tenés que ver. Lo mismo pasa en los canales televisivos de deportes.
Particularmente me gustaría entrar a algún medio y ver que ganaron Peñarol, el Botafogo o Cerro Porteño, pero bueno, la integración latinoamericana parece que se da por otros carriles. 

2015/04/06

El surgimiento del laborismo en la Argentina II

Tal cuenta Cipriano Reyes en su libro “Yo hice el 17 de Octubre”, las injusticias en el lugar de trabajo eran muchas. Él se refiere en primer lugar a los frigoríficos Swift y Armour de Berisso, de los cuales el fuera parte. En ese lugar los trabajadores padecían las mayores atrocidades. Cipriano había trabajado en la Sala de Calderas, y decía que los trabajadores de esa sección comían con las manos sucias, y sentados en el piso con las espaldas apoyadas en una pared. No lo dijo Cipriano en su libro, sino viejos obreros que trabajaron en ésa época –a quienes este cronista alguna vez escuchó-, que si alguien en la fábrica pedía permiso para ir al baño, si en 2 o 3 minutos no salía de él, un sereno les  golpeaba la puerta con un palo. Realizar un inventario de las injusticias que padecían los obreros en el puesto de trabajo, llevaría una labor aparte. Para lo que se intenta decir acá sólo basta saber que eso era la moneda corriente, y que las tendencias sindicales de entonces tenían como primera política resolver esas situaciones. El problema salarial estaba subordinado a ello. Cipriano en su libro lo dice con todas las letras: para ese esfuerzo sobrehumano de trabajar en una sala de calderas que se asemejaba al infierno que describe el Dante en la Comedia, lo que se pagaba era extremadamente poco. No cuestionaba la plusvalía obviamente, sino la distribución completamente injusta de la misma. Tampoco se le puede pedir a un Cipriano que sobre las tesis marxistas de El Capital no haya sabido tanto, cuando otros que si decían conocerlas, a esos detalles de las injusticias laborales, no le prestaban demasiada atención. Cipriano en los frigoríficos de Berisso, construyó las principales bases de lo que más tarde sería el partido laborista, y fue uno (sino el más importante) de los sindicalistas que generaron la gran movilización que fuera el 17 de Octubre del ’45. En esas coordenadas al gremio de la Carne, los laboristas se lo ganaron a los comunistas que encabezaba el célebre dirigente José Peter. Se lo ganaron a fuerza de sostener mejor las demandas obreras, no por artilugios burocráticos. Eso debiera quedar muy claro si se pretende entender por qué el proletariado de entonces abandonó la conducción del partido comunista. Tiene que quedar muy claro que, quien escribe nunca va a utilizar la palabra comunista en sentido peyorativo, ya que esa palabra misma podría enmarcarlo ideológicamente. Lo que se cuestiona acá es una política muy concreta que los que decían llamarse comunistas -por ese entonces- habían dejado de lado. Muchos militantes obreros comunistas de base, con mucha participación en las luchas de la década del ’30, irían a pasarse con Cipriano. Esos mismos militantes alguna vez le contaron a quién escribe su profunda admiración por Peter, a pesar de haber quedado en la vereda de enfrente. Y eso que en Berisso se produjeron enfrentamientos armados entre laboristas y comunistas que dieron como resultado que uno de los hermanos de Cipriano, cayera muerto. Al funeral en Berisso hasta el por entonces Coronel Perón asistió y la caravana que se hizo desde el lugar hasta el cementerio de La Plata, cuentan que fue inmensa. De todas formas aunque haya habido bajas, ésas, eran contradicciones en el seno de la clase trabajadora. Pero no hay que dejar que eso no se señale, porque sino la historia se quedaría por la mitad. La emergencia del laborismo en Berisso es una labor de reconstrucción histórica que debiera hacerse. Si en los años ’70 los que adheríamos a las tendencias clasistas y revolucionarios de entonces, señalábamos que los obreros de las automotrices cordobesas eran la fracción más importante de toda la clase en su lucha contra la dictadura que había iniciado Onganía en el ’66, y que podía convertirse en la verdadera vanguardia proletaria; lo que no caben dudas es que los trabajadores de los frigoríficos de Berisso en los ’40, habían sido los que ocuparan un idéntico lugar. Esa caracterización surge de un análisis objetivo de los principales baluartes de la producción, tanto en un ejemplo como en el otro. De igual forma, magistralmente Cipriano en su libro señala que tanto la sala de Calderas, como la de Máquinas eran el principal eslabón de la cadena productiva en los frigoríficos. Si se paraban esas dos secciones se paraba todo.
Como esto se hizo un poco extenso para la lectura que se hace en Internet, terminamos por acá y proseguimos en una próxima entrega en la cual nos referiremos particularmente al trabajo que los sindicalistas laboristas les encargaban a los muchachos del barrio en el que vivían. Era esa la idea inicial pero la introducción se hizo un poco larga. 

2015/04/04

El surgimiento del laborismo como inflexión de los comunistas- Algunas premisas para elaborar una historia reciente

En la Argentina de los años previos a la década del ’40, la gran mayoría de los trabajadores estaban nucleados en sindicatos dirigidos por los anarquistas, los comunistas o los socialistas. Muy lejos estaban esas fracciones políticas conductoras del movimiento obrero, de tener alguna cercanía con los gobiernos de entonces y con los partidos que marcaban la agenda nacional. En una totalidad social compleja indudablemente cualquier fracción política podría en momentos muy precisos formar alianzas tácticas con fuerzas sumamente diferentes. Pero si se ve el trazo más grueso de aquellas coyunturas, las fuerzas que conducían el movimiento sindical argentino, se encontraban bien lejanas de las fuerzas hegemónicas.
Una pregunta que podría hacerse es por qué los obreros elegían a determinadas conducciones gremiales, estando éstas, la mayoría de las veces alejadas de los gobiernos. Si bien a los gobiernos del radical Hipólito Yrigoyen por muchos son considerados como un emblema de nacionalismo progresista, el mismo, tuvo al movimiento obrero principalmente anarquista, en la vereda de enfrente, y no son pocos los que  le endilgan al mandatario radical la política excesivamente represiva que, tuvo a la Semana Trágica como su ejemplo más contundente. Cipriano Reyes fue alguien que nunca le perdonó eso al radicalismo. Los obreros provenientes del laborismo y que luego se hicieran peronistas, tomaron con respecto a Yrigoyen idéntica posición. El peronismo del ’45 tuvo otras vetas no obreras que reivindicaron al caudillo radical, pero hay que señalar con fuerza que las principales vertientes obreras que confluyeran bajo la conducción del Coronel Perón, no tuvieron esa posición. No se trata de señalar si el laborismo se equivocaba o no en la caracterización de Yrigoyen, sino simplemente que ése era un dato de la realidad.
En aquellos tiempos la adhesión sindical no era algo que se diera como la correspondencia entre dos elementos ajenos entre sí. Los referentes gremiales eran gente que trabajaba, y que ante determinadas injusticias reaccionaban junto al resto. Eran conducciones naturales. No existían aún esos grandes aparatos sindicales en los cuales además del reclamo, se privilegia la obra social o el turismo. El sindicalista era uno más de los trabajadores, y acataba las decisiones de la base. Si las conducciones debían ser elegidas lo que se privilegiaba para ello era la eficacia para sostener el conflicto y llevarlo a una resolución valedera. Es decir que lo que estaba en juego era la capacidad para resolver las demandas obreras. Si una dirección sindical no se encuentra condicionada o influenciada desde afuera ya sea por un partido, o por los intereses empresarios, obviamente que tendrá una capacidad de respuesta mucho mayor. Mucho más si ser conducción no es sinónimo de hacer negocios con sectores ajenos a la base obrera. Si un sindicato se convierte en una fuente de recursos, es probable que las conducciones se alejen de los reclamos, y lo que les interese sea mantener cargos a cualquier costo. Pero esta clase de cosas no sucedía en esos tiempos. No obstante podían existir condicionamientos para las direcciones gremiales, más ligadas a cierta clase de políticas, como de igual forma, siempre existen límites propios a la falta de experiencia. Estos factores condicionan obviamente la labor gremial, y hacen que la gran masa obrera se incline a cambiar de opciones. Concretamente lo que habría que desarrollar es el porqué de abandonar ciertas conducciones clásicas e inclinarse hacia nuevas propuestas, tal como fueron las diferentes tendencias sindicales que luego confluirían en el partido laborista, para apoyar desde ahí al por entonces Coronel Perón, que emergía como un referente de importancia, por su labor en la Secretaría de Trabajo y Previsión, la cual le dio una gran visibilidad.
A partir de fines de la década del ’30 y comienzos de la de los ’40 es cuando comienzan a desarrollarse con bastante fuerza las tendencias que confluirían en el laborismo. Esto se enmarcaba en el período de la segunda gran guerra. Fue en ese momento preciso cuando las direcciones sindicales comunistas y socialistas comenzaron a perder peso en los sindicatos.
Durante gran parte de la década del ’30 los comunistas lograron sostener un gran prestigio en el seno de las bases obreras teniendo como punto de mayor encumbramiento, la gran huelga de la Construcción del ’36. Luego comenzaría su declive y el surgimiento de esas nuevas tendencias señaladas más arriba, que provenían principalmente del anarquismo y el sindicalismo revolucionario. Muchos obreros de base, con militancia comunista o socialista también en el inicio de los ’40 se comenzaron a sumar a las tendencias laboristas. En los frigoríficos Swift y Armour de Berisso, esto fue bastante elocuente. Cuando se señala en estas letras que hubo un pasaje de un lugar a otro, en lo que no hay que caer es un simplismo reduccionista, y por tanto indagar sobre las causas de ese pasaje, ya que ésa sería la única forma posible para entender ciertos movimientos de la sociedad, no cayendo en adhesiones que dejan de lado los causales y que reducen todo a filiaciones sentimentales o románticas.

Si los comunistas comenzaron a perder privilegio e influencia entre los trabajadores eso se debió principalmente a que equivocaron el rumbo. En lugar de someterse a las demandas de la base, su política se inclinó hacia una posición que hoy se podría denominar geopolítica. La existencia por entonces de una gran nación proletaria, en lugar de favorecer las luchas de los trabajadores del mundo lograba que las mismas fueran condicionadas, por los intereses particulares de la Unión Soviética, cosa que se acentuaba mucho más, en una coyuntura caracterizada por el belicismo mundial.
Entre 1928 y 1935 se dio en el seno de la Comintern (Internacional Comunista) lo que se denominó “Tercer período” o de lucha de “clase contra clase”. En un artículo muy interesante escrito por Ben Brewster que fuera publicado en 1973 por la revista Pasado y Presente, y que llevaba el título de Insurrección y poder dual, este autor sostenía que en ese período de 7 años se dio una fuerte ofensiva de los diferentes partidos comunistas del mundo para derrocar a los Estados burgueses, pero que esa política eclosionaría a mediados de la década con el surgimiento de políticas defensivas como son la de frente popular, unidad antifascista y otras. Ante la irrupción de la 2da gran guerra, indudablemente la Unión Soviética tuvo que preservar su integridad, pero esto no podía nunca implicar, que los trabajadores del mundo tuvieran que ser tibios con sus amos británicos o estadounidenses, porque estos fueran por ese entonces aliados tácticos de la URSS. De todas formas habría que ver si ésa era una política que emergía desde la URSS o era patrocinada por algunos referentes de la Comintern que tenían influencia en el mundo occidental. La política del PC argentino, más precisamente la de su dirigente Victorio Codovilla, más que ampararse en la estrategia estaliniana, era una semblanza del por ese entonces dominante browderismo, que llevaba ese nombre por Earl Russell Browder, dirigente del PC de los EEUU, quien ya adelantaba algunas de las premisas de la política postestaliniana consistente en la coexistencia pacífica, entre la URSS y las otras potencias occidentales, principalmente los EEUU. Lo cierto es que el proceso de la guerra popular prolongada en la China de entonces no se detuvo, e hizo que la coyuntura fuera mucho más que propicia para que la revolución encabezada por el PC Chino de Mao Tse tung triunfara en 1949. La posición defensiva de los partidos de la Comintern restauraban subrepticiamente en la segunda gran guerra, la política de la internacional socialista durante la primera gran guerra, que indicaba que los trabajadores debían sumarse a las burguesías de sus países para defenderlas, promoviendo así la política del social chauvinismo.

La gran claridad conceptual de Lenin fue justamente interpretar que la coyuntura bélica se transformaba en la más precisa oportunidad para llevar adelante la revolución. El estallido de las contradicciones interburguesas, abría una grieta por donde se podía colar el proletariado.  Mao advirtió en la segunda guerra lo que Lenin había visto en la primera pero no lo explicitó, tal vez su percepción fue mucho más cercana a la práctica que encabezaba. Pero el resultado fue equivalente. Lo cierto es que los trabajadores que buscaban conducciones gremiales y políticas para enfrentar a sus patrones, en ese período tuvieron la deserción de los comunistas.
El prestigio que había ganado el PC en sus luchas gremiales realizadas durante gran parte de la década del ’30, se fue eclipsando, y la conducción del comunista José Peter , gran líder de los trabajadores de la carne, fue puesta en dudas por el emergente Cipriano Reyes, quien le arrebataría a fuerza de luchas muy concretas del sector, la conducción gremial. Concretamente, los comunistas se negaron a llevar a fondo la lucha contra las patronales de los frigoríficos, porque éstas eran inglesas y el Reino Unido estaba en ese entonces aliado a la URSS por la coyuntura bélica.

La clase obrera argentina no llegó al peronismo, porque fuera embaucada por posturas populistas o nacionalistas, llegó al peronismo porque las conducciones sindicales que mejor la interpretaban, adhirieron en términos generales ya desde el ‘43 a las posiciones de un grupo de militares que objetivamente estaban en contradicción con las clases dominantes tradicionales y hegemónicas. También por la deserción de las direcciones anteriores

Esto es una breve descripción de un trabajo que estamos realizando sobre la participación obrera en la emergencia del peronismo.