2008/03/22

Oscar Terán (1938-2008)


Tal vez por haber sido alumno en 1985 de un curso sobre Saber y Poder en Michel Foucault, realizado por Terán en Buenos Aires, es que pude hablar bastante con él, e inclusive encontrarnos esporádicamente en los pasillos de la Facultad de Humanidades de La Plata donde él daba clases, para saludarnos y compartir nuevamente algunas palabras; fue que la noticia de su muerte el pasado jueves 20 no dejó de impactarme, a pesar que hacia muchos años que no lo veía más.
Oscar fue el tipo de intelectual argentino comprometido no sólo con la realidad, sino y principalmente con el rigor teórico, y ese tipo de intelectual no abunda.
En la Argentina siempre hubo intelectuales comprometidos con la realidad pero que a la vez fueron displicentes con respecto a la teoría o en todo caso eclécticos y esto hizo que con el correr del tiempo perdieran su compromiso, y al revés lo mismo, muchos sanateadores de ideas novedosas sin ningún anclaje en práctica teórica alguna.
Mi humilde y sincero homenaje a un intelectual critico de nuestro tiempo.

2008/03/12

Trabajo y dinero.

En la sociedad capitalista el tiempo se divide en dos. Están las horas en las cuales se trabaja para ganar el sustento material, y está el tiempo libre donde al menos se tiene el derecho de hacer libremente lo que uno quiera. En la mayoría de los casos estos dos tiempos son contrapuestos. Uno de ellos es parte de una obligación que si no se hiciera, se estaría privado del dinero necesario para poder vivir.

Imágen: Daniel Mercado (Argentina)

Siempre pensé que esta división es absurda y que a pesar de los riesgos que se corren, uno debiera vivir haciendo lo que más le agrada. Trabajar no debiera ser algo engorroso, sino una actividad que se realice placenteramente, y no algo que se haga sólo por dinero. Obviamente que este último es necesario e ineludible, pero vivir solamente para hacer dinero, es parte de un mecanismo perverso de sometimiento por el cual se pierde creatividad y el gusto propio.
Se trabaja para ganar el sustento material, pero también y principalmente se debiera trabajar para la autorrealización subjetiva. Una sociedad que produce chatarra con el único fin de auto reproducirse es completamente diferente a una sociedad donde la producción se encontrase orientada al consumo de bienes realizados con calidad. Si se trata solamente de ganar dinero, lo importante no es la calidad sino generar una demanda de basura fetichizada. El productor de esto último no solamente que no se auto realiza en su trabajo sino que paulatinamente va perdiendo valores éticos y estéticos.
El que trabaja sólo por dinero que no se asuste de la prostituta ni del asaltante, ya que a todos ellos lo único que les interesa es el metálico.
Que el dinero sea una necesidad no debiera implicar que a uno le pongan precio ni la pérdida de autonomía.

2008/03/07

Pequeñas reflexiones

-Lo más placentero en la vida siempre es lo más efímero, en cambio lo bello es la eternización del placer, producto de la renegación de lo efímero.
Lo sublime es la búsqueda inacabada por romper con la labilidad del placer, y esto está indisolublemente ligado a la estética.

-El amor no es algo que abunde, ni que se pueda encontrar como cualquier otra cosa.
No es una mercancía, no se puede comprar ni vender. Sexo o alternativas a la soledad, sí pueden llegar a ser mercancías, pero el amor es otra cosa.
No se busca, se encuentra, es una ilusión que se materializa entre dos, y por la sencilla razón de ser una ilusión es que es un bien escaso.
Contra lo que se cree vulgarmente, el amor no se dirige hacia lo mejor, sino que en él se muestra no sólo lo más agradable de los pares sino también lo más nefasto de ellos. El amor no cura los males propios, los potencia y es por esto que estoy convencido que el que esta mal en soledad, por ética debiera resguardarse del amor.

-Para un ateo, si existe alguna misión en la vida, es dejar marcas que me prolonguen una vez muerto. Mis hijos, mis ideas, una organización, algún disparador inédito, enigmas, dudas o interrogantes que provoquen a generaciones posteriores a esbozar alguna respuesta.