2017/01/30

Lo "nuevo" es el fascismo sistémico


Los del Pro dicen ser “lo nuevo”. Lo que hace del pasado pisado, lo que no puede ver más que el presente, lo que reniega de las posiciones políticas tradicionales o demasiado ideológicas y que, lo único que le interesa es el futuro inmediato. Pero cuando abren la boca como lo hizo Gómez Centurión les brota el pasado más nefasto de la Argentina, la más sistémica ideología reaccionaria, el más sistematizado dogma fascista.

2017/01/23

La URSS, el Eje y Occidente

De joven uno aprendió que el eje nazifascista representaba lo más avanzado de la reacción mundial y que más que dirimir las internas del capitalismo imperialista lo del eje apuntaba a destruir a la URSS como lo más avanzado de la revolución mundial. Más allá de la gloriosa batalla de Stalingrado, hoy cabría preguntarse si los soviéticos en verdad no tendrían que haberse aliado al eje y derrotar a EEUU y al Reino Unido. Convengamos que en el Tercer Mundo la política exterior soviética fue desastrosa, con la excepción de China en donde se pudo romper con esa postura. El triunfo de la Revolución china comienza derrotando a Japón, aliado de Occidente.

2017/01/07

Algunas cuestiones sobre el marxismo

El marxismo como ciencia de las transformaciones sociales, sólo pudo emerger en un determinado tiempo de la lucha de clases. Se produjo a partir de un novedoso desarrollo de las fuerzas productivas, de la concentración capitalista y del discurso de la ciencia. Las luchas de clases no siempre pueden hacer nacer una teoría científica, deben existir determinadas condiciones específicas para que ello suceda. El desarrollo teórico conceptual viene a ser como la superestructura propia de una realidad material que ya tiene su despliegue independientemente del conocimiento que se tenga de ella.  

En la conformación de una determinada realidad, siempre existen algunos factores que son más predominantes que el resto. La percepción de esos factores tal vez no sea el problema, se presentan casi siempre a los ojos de todos. La cuestión de importancia es la caracterización correcta de ellos y por ende su proyección estratégica dentro de los límites propios de una experiencia que se desarrolla en los atolladeros bien precisos de una realidad material compleja pero sujeta a determinados condicionamientos estructurales de las cuales no se puede prescindir.
Si bien Marx alcanza a constituir una teoría científica sobre el modo de producción capitalista principalmente desarrollada en una obra como El Capital, no hay que dejar de lado que sus principales preocupaciones surgieron a partir de la lucha obrera de su tiempo. A diferencia de los socialistas utópicos Marx logra encuadrar a la lucha de clases dentro de una estructura que la sobredetermina. Más allá de cualquier cálculo voluntarista lo que hace es mostrar los límites de la ensoñación utópica.

Hoy no deja de decirse que la obra de Marx les sirve a los capitalistas. Lo que hay que precisar es que Marx y Engels desarrollaron su teoría no desde un lugar neutral sino desde el lugar proletario de la lucha de clases. Suponer que el marxismo puede servirle a los capitalistas no deja de ser un sueño capitalista y de los no capitalistas que creen en un hombre en abstracto. Un sueño que se tomó el trabajo de reconvertir esa obra en algo asimilable. No hay dudas de que la burguesía toma elementos del marxismo. Todo lo que se conoce como contrainsurgencia debe saber sobre marxismo, pero creer que el marxismo en su totalidad les pueda servir es suponer que la burguesía como clase acepte su propia muerte en beneficio de la humanidad en su conjunto.