2018/02/25

Sujeto y Diferencia

Veo dos videos de una misma cantante realizando el mismo tema musical. La diferencia radica en el tiempo de confección de ambos. Uno fue hecho a poco tiempo de iniciar su carrera y el segundo cinco años después con una trayectoria consolidada y exitosa. En el primero la voz y la entonación pareciera que se separaran del resto que compone la canción (las otras voces y los instrumentos). Lo que logra es una producción encantadora y muy propia, difícil de copiar. Al escuchar el video realizado 5 años después se nota otra voz, más estandarizada y que no se disocia del resto. Una voz trabajada y que podría ser comparada a la de otras vocalistas. Como en la modulación de los locutores profesionales, la voz original parece quedar para otras ocasiones. En cuanto a la voz de la cantante, la primera podría definirse como la irrupción de un sujeto que en la segunda se pierde con el perfeccionamiento técnico.
Se emplea en esta definición la formulación lacaniana del sujeto de la ciencia. En la formulación científica el que formula desaparece en dicha acción. La ley de la gravedad necesitó que alguien la precipitara pero una vez formulada, la manzana de Newton pierde toda relevancia. Esa ley funciona independientemente de ese hecho azaroso. De igual manera la tabla de multiplicar no tiene sujeto. Hay que ser paranoico para decir “Yo digo que 2 x 2 es igual a 4” Aunque si alguien dijera que 2 x2 es igual a 5 ahí sí aparecería el sujeto.
Una precaria definición del sujeto podría ser que el mismo es aquel que intenta diferenciarse. Que irrumpe en la diferencia. También aquí la definición lacaniana de significante es válida. “El significante es quien representa a un sujeto ante otro significante” al igual que la fórmula saussureana “En la lengua no hay más que diferencias sin términos positivos”.
La Humanidad es un conjunto diferencial. Existe un todo en el que las partes nunca son equiparables. No se podría decir lo mismo de una especie animal. Las diferencias entre humanos fueron introducidas por lo simbólico. Debiera quedar claro que quien escribe no intenta dar cuenta en este razonamiento sobre las diferencias de clase ya que las mismas tienen una razón conceptual diferenciada. Esto no quiere decir que en las mismas no entre en juego la circulación del significante, sino que el abordaje de la totalidad es mucho más complejo que la formulación de herramientas conceptuales propias a experiencias diversas.

En la estandarización y mecanización de la vida cotidiana el sujeto va perdiéndose sin poder percibirlo. La razón de no poder ver el eclipse es tal vez la existencia de un narcisismo cooptado por un principio de satisfacción sujeto al consumo. 

2018/02/24

Distopías en la pantalla- Apocalipsis y después

Una mirada sobre las películas y series que ponen en el futuro la tendencia a la descomposición de lo social que hoy se desarrolla en el capitalismo tardío. Un disparador para pensar y actuar a contrapelo.

Hoy tanto en el cine como en las series televisivas  existe un género bastante difundido. Aunque algunos especialistas lo encuadren como parte de la ciencia ficción hay que precisar que se trata de una temática particular bastante precisa que, aunque no se aparte de la sci fi, cuenta con particularidades comunes y específicas. Se trata de todas esas producciones con escenarios distópicos y posapocalípticos. Si bien puede considerarse como parte de la ficción y la fantasía, algo de todo eso ya existe en la actualidad de la sociedad o en un futuro próximo es realmente factible que suceda. Es lo que se desprende luego de una mirada atenta del género.

De todas maneras es válido precisar que “distopía” y “posapocalípsis” no quieren decir lo mismo aunque vayan integrados en las recientes producciones cinematográficas. La palabra distopía fue añadida recientemente en el Diccionario de la RAE (Real Academia Española) gracias al aporte de José María Merino académico español y ganador del Premio Nacional de Narrativa 2013 de España, quien había definido a dicho término como “representación imaginaria de una sociedad futura con características negativas que son las causantes de alienación moral”.
De todas formas la distopía es uno de esos ingredientes importantes del género ciencia ficción en la literatura principalmente de lengua inglesa desde mediados del siglo que pasó. Basta sólo nombrar una obra como Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, publicada en 1953. Un autor paradigmático de ese género fue James G. Ballard, quien en sus cuentos y novelas nos mostraba una sociedad futura decadente y corrompida con escenarios de una modernidad devastada en la que las relaciones entre humanos pasaban a ser de manipulación y dominio. En El hombre del piso 99 (1962) JG Ballard cuenta como Forbis llega todos los días hasta el último piso del rascacielos y se ve imposibilitado de acceder a la terraza debido a alguna inhibición que en verdad es una contra orden  pos hipnótica realizada por un siquiatra para impedir que se realice una primera orden también hecha por otro médico de la misma especialidad mediante el mismo procedimiento. Forbis no es más que un tipejo que deambula por las estaciones de subte  y los bares de la ciudad sujeto a la doble manipulación de dos profesionales que compiten por la titularidad de un servicio de psiquiatría. En Bilenio (1962) debido al crecimiento desmedido de la población todos los habitantes se ven compelidos a vivir en lugares cada vez más reducidos. El personaje Ward habita en un cubículo de cuatro metros cuadrados y medio empotrado debajo de una escalera. Se aclara en el relato que dicho lugar se excedía en medio metro cuadrado a lo establecido en las normas legales para ser habitado por una sola persona, pero los carpinteros aprovecharon para esa construcción del espacio que dejaba el hueco de una chimenea que estaba en desuso. La distopía implica una proyección a futuro de lo social en la que se exacerban rasgos negativos actuales o surgen otros a partir de cosas ya existentes.
En tal sentido se puede afirmar que la distopía goza de un tinte materialista del que la utopía carece. Metrópolis(1927) de Fritz Lang iría ser en el aún cine mudo la primera gran obra del género mientras que Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley y 1984 (1949) de George Orwell representarían lo más notorio en la literatura.

Lo posapocalíptico o la ruptura de lo social

Aseguraba Jean Baudrillard que la productibilidad de la catástrofe es la catástrofe misma. No es necesario en tal sentido accionar todo el armamento nuclear y táctico emplazado en diferentes sitios del planeta para que la catástrofe sea posible. El hecho de encontrase ya desplegado en actitud amenazante  e intimidatoria es la catástrofe misma. En 1914 Sigmund Freud en su texto sobre el Narcisismo decía que las fantasías del Weltuntergang, del fin del Mundo eran producidas por la retracción de la libido al Yo munida esta operación a una recolección de relatos bíblicos, literarios, proféticos y poéticos. Desde hace algunas décadas se podría afirmar que la profecía del fin del mundo fue más allá de las fantasías para convertirse en realidad. La producción de energía nuclear, la instalación de armamentos tácticos, los basureros atómicos, la miseria reificada en el seno de un capitalismo estructuralmente en crisis que produce una cada vez más amplia marginación y enajenación de las amplias mayorías, un social cada vez más fragmentario, la lúdica genética, la polución ambiental, los desastres ecológicos, las economías sumergidas; ya representan una catástrofe que lentamente va desmoronando al mundo.
Posapocalipsis, un mundo humanamente devastado.
En el género posapocalíptico se desarrollan escenas en territorios devastados por alguna catástrofe mientras que los sobrevivientes ya no forman parte de una sociedad integrada, se ha roto cualquier contrato social. Si se conserva como lazo algo de lo ya conocido eso es la tribu. Si bien las producciones cinematográficas -especialmente en los EEUU- en muchos de los casos tuvieron como referencia al atentado del 11-S a las Torres Gemelas se podría decir que el acontecimiento mismo ya estaba esbozado en Hollywood. La primera gran producción en la que se hace referencia a la destrucción de lo social es la saga Mad Max que se iniciara en 1979. En ella asistimos a la desintegración de la sociedad a partir de las crisis energéticas.

La cartografía del desierto

Un lugar común en las escenificaciones posapocalípticas es la existencia de lugares que no son de nadie. Ya no es ni el espacio público ni el privado sino el sitio de nadie o en todo caso considerado de nadie y que por ende se convierte en lugar de posible apropiación.  En The Bad Batch (2016) dirigida por la prometedora cineasta estadounidense de origen iraní Ana Lily Amirpour,  puede verse a la joven Arlen adentrarse en el desierto hasta ser emboscada y trasladada hasta un sitio en el que le amputarían una de sus bellas piernas para convertirla en alimento. En el desierto se pierde la dirección. A pesar del andar no se va a ninguna parte aunque se convierta en el lugar del atraco. Lo otro del desierto son las ruinas de las grandes ciudades y determinados lugares convertidos en ciudadelas a pesar de su precariedad. En el film de Amirpour el pequeño poblado dentro del desierto tiene como murallas grandes filas de contenedores. Por dentro un profeta distribuye droga entre sus feligreses para que la consuman antes de iniciarse una ceremonia y luego les habla de la felicidad subido en un improvisado escenario. El desierto es el lugar en donde diferentes hordas humanas se enfrentan entre sí  para saquear a sus adversarios ya sea para robar combustible o cualquier otro elemento para la subsistencia.
Lazos sociales destruidos, exterminio, tribalización.
Un elemento curioso en las diferentes producciones tanto del cine como la TV es la existencia de otras especies que aunque tengan forma humana no son considerados como tal. Los zombis, los elfos y una variedad de humanoides vendrían a ser la metáfora precisa del incremento exponencial del racismo en las actuales sociedades.
Muchos tal vez identificados con el pensamiento de Marx podrían llegar a decir que los planteamientos distópicos son parte de fantasías contrarrevolucionarias. Existe una cierta tradición inspirada en un optimismo desmedido que supuso el derrumbe espontáneo del capitalismo y la llegada inexorable del socialismo. “Toda la trayectoria de desarrollo del modo de producción capitalista de producción y de la lucha de clases en la sociedad burguesa conduce inevitablemente al cambio revolucionario del capitalismo por el socialismo” reza el Manual de Economía de la URSS. Aunque repetida a rabiar la frase de Rosa Luxemburgo tal vez no fue demasiado entendida. En el célebre informe Junius de 1916 ella señalaba que si no se producía la llegada del socialismo vendría la barbarie. El destino no es inexorable sino contingente.
Ante la ruptura de lo social en los escenarios distópicos es factible encontrar alternativas micropolíticas. Pequeños grupos que habiendo encontrado un lugar cerca de algún río emprenden una granja colectiva. Ya no existe en esas coordenadas ningún sujeto social que pueda aspirar a la totalidad.
La tendencia a la descomposición de lo social es seguramente la tendencia natural y espontánea que hoy se desarrolla en el capitalismo tardío. Para impedirlo hay que pensar y actuar a contrapelo.

2018/02/14

Soul, derechos sociales y Ku Klux Klan

Un género radicalmente negro que no fue simplemente un estilo musical, sino más que nada una actitud, una proclama, una muestra acabada de la dignidad de la población afroamericana.

“I look inside myself and see my heart is black” 
Paint it Black- (Jagger- Richards) 

“With the power of soul anything is possible”
Power of Soul- (Jimi Hendrix)


El 11 de diciembre de 1964 se producía en la ciudad de Los Ángeles (EEUU) un crimen bastante oscuro. En una de las piezas de un motel de esa ciudad californiana encontrarían el cadáver de Sam Cooke en horas de la madrugada. Cooke está considerado como uno de los padres de la música soul. Además de haber sido ejecutado por un disparo hecho con la precisión propia que tienen los sicarios, el cuerpo ofrecía una cantidad de golpes propinados con inusitada violencia. Lo curioso es que quien se atribuyó el asesinato fue Bertha Lee Franklin, la encargada del hotel. La mujer declaró que tuvo que asesinarlo debido a que el cantante negro quería violar a una joven. El caso sin demasiadas vueltas fue cerrado con la versión de la hotelera. Se sospecha que detrás de esa muerte estaba una formación del Ku Klux Klan. Ese mismo año la organización ultraderechista había asesinado a los trabajadores miembros del movimiento por los derechos civiles Chaney, Goodman, y Schwerner en Misisipi. Sam Cooke también había sido parte de ese movimiento y desde hacía tres años había creado su propio sello discográfico SAR Record. Recordar este hecho no es ocioso, es parte de lo que se intentará señalar en esta nota.
Por lejos el soul no fue simplemente un estilo musical, sino principalmente una actitud, una proclama, una muestra acabada de la dignidad de la población afroamericana. La impronta del soul tendría toda su relevancia en la década del ’60 aunque sus bases comenzarían a desarrollarse en la sociedad norteamericana de la posguerra. Una sociedad marcada por el empobrecimiento de las capas populares y un alto índice de segregación racial. La revolución soul se produciría simultáneamente con la irrupción de la cultura del rock, y si bien alcanzarían algunos rasgos comunes, eran ellas, marcas bien diferenciadas que tendrían entre sí una implicancia mutua decisiva y considerable, no siempre muy explicitada que tal vez debiera alcanzar mayor perceptibilidad. En aquel tiempo resultaba casi una obviedad, pero pareciera que con el correr del mismo, aquella evidencia se hubiese desdibujado.
Tanto el rock como el soul eran hijos directos del rhythm & blues, una música afroamericana surgida tras la gran depresión del ’30. El rock es considerado como la versión blanca de ese estilo acompasada a nuevas melodías, mientras que el soul realizaría una operación similar pero reflotando un viejo estilo afroamericano como el gospel.
La irrupción soul se daría de la mano de una importante movilización social como fue el Movimiento por los Derechos Civiles, encabezado por Martin Luther King, el cual promovía derechos para la población negra que en aquel momento eran solamente privativos de los blancos, como así también emergían por entonces grupos radicales como fuera el Black Panther.
Importantes sellos discográficos como Motown y Stax se convertirían en difusores principales del naciente Soul, dando lugar a la aparición de figuras como Ray Charles, James Brown, Salomón Burke y Sam Cooke, sumándose posteriormente Otis Redding, Wilson Picket, Aretha Franklyn, Stevie Wonder, The Tempations, Marvin Gaye, entre muchos más.
Tras el cobarde asesinato de Martin Luther King, el movimiento soul se radicalizaría dando nacimiento a un estilo también más duro como fuera el funk, que tuvo a James Brown como uno de sus principales cultores y a esa tremenda banda que muchos descubrirían en Woodstock y que era Sly & The Family Stone.
El soul fue desde un inicio negro sobre negro, gospel sobre R&B, pero todos los exponentes de este estilo nunca dejaron de versionar a las estrellas blancas del rock. Un resultado magnífico de esto fue por ejemplo un excelente disco de tributo soul a los Beatles. También rockeros como Rare Earth o Spencer Davis Group versionarían a músicos de soul.
Mientras en los 60, los jóvenes rockeros principalmente británicos se acercaban al blues, y hacían rastreos de esa música en el pasado, simultáneamente irrumpía el soul dándole una impronta muy particular al revisionismo blusero. Los grandes músicos blancos emergentes por aquel entonces pareciera que se hubieran hecho devotos de un nuevo dios, de un dios negro que llevaban por dentro y que llenaba de ritmo africano el alma (el soul). Recordar a Eric Burdon, John Mayall, Mick Jagger, Joe Cocker, Janis Joplin, Eric Clapton por nombrar solamente algunos, nos da la certeza de que la mayoría de los rockeros de entonces aunque blancos de piel intentaban acercarse en su alma al color de la raza que hiciera emerger el ritmo más excitante del universo, mucho más si eso representaba para ellos  ejercer la autonomía de no ser parte de  un establishment por ese entonces bastante cuestionado.