2013/12/14

Diagnósticos correctos, declamación e imposibilidad.

A los malos, no hay que pedirles que sean buenos, tampoco decirles  que dejen de hacer maldades. Hay que establecer las condiciones propicias para neutralizarlos, y evitar sus fechorías. A veces hay impedimentos para poder hacer  esto último, pero si el diagnóstico es el correcto, remover todas las trabas que no permiten hacer lo necesario, es una tarea transformadora, ya que no podemos quedarnos con que hay obstáculos insalvables. La Justicia, la Policía, el sentido común mayoritario, seguramente no se condicen con lo que es necesario cambiar, pero,  sí no vemos que son construcciones históricas, y por ende transformables, de a poco vamos sucumbiendo al status quo. Es progresivamente entrar a legitimar imposibilidades lógicas, pero de una lógica que sin dudas no es eterna. No debiera serlo.

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