En los últimos días se
recrudecieron los cruces entre diferentes funcionarios del gobierno nacional como
son los ministros Julio De Vido y Florencio Randazzo, con el gobernador
bonaerense Daniel Scioli. Otras voces del oficialismo como la diputada Diana
Conti y el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro, también salieron al
cruce del gobernador. Si bien el debate pareciera centrado en los fondos de la Provincia , y el
conflicto con los gremios estatales, principalmente los docentes, resulta
válido afirmar que la tensión entre Nación y Provincia, viene acumulándose
desde hace bastante tiempo, y en algún momento tenía que saltar. Como ante un
cable pelado, la patada o el cortocircuito vienen a aparecer cuando más se
acercan los comicios de este año. En 2013 no se elige presidente, pero para los
que saben de estrategias electorales y además son artífices de ellas, la
elección de medio término se realiza como clave táctica, para la que irá a
suceder dos años después.
Fiel a su estilo casi
indiferente, Daniel Scioli expresó “que no iba a pisar el palito” pero deslizó
con fuerza de que él no es “un improvisado”, sumando a que mostró la chapa de
gobernador más votado. Tal vez se guíe solamente por los índices de
popularidad, y por esa misma razón crea que tiene que ser el sucesor natural de
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Obviamente que la política
transcurre por otros carriles, o al menos así debiera serlo.
No hace falta ser muy
detallista para ver que la de Scioli no es la misma política que la del Gobierno
nacional. No alcanza con confesar lealtades y decirse encolumnado a un
proyecto, es necesario demostrarlo, mucho más cuando el ala más dura del
oficialismo pretende profundizar los cambios sociales y culturales, que vienen
aconteciendo desde el año 2003, y la figura de Scioli no parece para nada ajustarse
a ese perfil.
Por qué dijo que no era “un
improvisado” se pregunta el que escribe, y las respuestas parecen venir contra
las críticas, en las cuales se le señala que tiene que dedicarse a gestionar, y
no solamente hacer marketing, o posar en fotos que otros nunca se sacarían.
“Vamos a seguir ayudando
como lo hemos venido haciendo, a todas las provincias, pero en especial a la
provincia (de Buenos Aires) que es la provincia que más dinero demanda”, dijo
Cristina en junio del año pasado, pero señalando en tono crítico que “Hay que
administrar y gestionar, no basta con poner la cara, hay que gestionar y
administrar como lo hago yo todos los días de mi vida y como lo hizo Néstor
todos los días de su vida”, dijo la presidenta en ese momento.
“No queremos echarlo, solo
alinearlo” expreso Diana Conti el jueves santo, y Navarro le pidió al ex
motonauta que "se dedique a gestionar y hacer menos campaña" para
poder "resolver los problemas de los bonaerenses".
Hay políticas generadas por
el Gobierno nacional que llegan hasta el último reducto del país, mientras que
en esos reductos también hay políticas específicas, que son responsabilidad de
las autoridades de esos sitios, ya sean éstas: gobernaciones o municipios. Que
un ciudadano cambie el auto todos los años, o que se vaya de vacaciones todos
los fines de semana largo, o que tenga mayor posibilidad de consumo, obviamente
eso no depende de las gestiones locales, sino de una que se expande en todo el
territorio. “Aramos dijo el mosquito” y se subió al éxito de una política que
lo trasciende, pero una gestión acorde implicaría necesariamente hilar en lo
específico con una misma concepción. Obviamente, esto no pasa, al menos no es
común en los diversos distritos, salvo honrosas excepciones. La famosa
“Sintonía Fina” debiera leerse tal vez de esa forma. Scioli no es el mejor
ejemplo, eso nadie lo duda. Argumentos y hechos sobran. El gobernador muestra
siempre ser muy sensible a la demanda de los sectores que más tienen. Hasta el
año pasado había freezado la Ley
de Habitat ante la presión de los grandes desarrolladores inmobiliarios
(countries, etc) porque los empresarios sostenían
que la idea era refractaria a la inversión de privados y firmas constructoras. La
política de Seguridad en la provincia es uno de los talones de Aquiles y de las
más cuestionadas por los sectores más alineados a Balcarce 50, que ven en la
gestión del Ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia Ricardo
Casal, un desarrollo casi opuesto a lo que se plantea desde la asunción de la
ministra Nilda Garré, al frente del Ministerio de Seguridad creado a fines de
2010 tras los acontecimientos del Parque Indoamericano.
Resulta sumamente curioso que en encuestas realizadas a fines del año 2012,
muchos ciudadanos opinaron que la responsabilidad de la seguridad de la Provincia , es en primer
lugar de la presidenta y no del gobernador, o escuchar a algunos docentes decir
que la suba del salario no se produce por culpa de Cristina. La construcción
del consenso político sin dudas es escabrosa, mucho más cuando los grandes
medios ayudan a desinformar, y mostrar una realidad en la cual se condensan
diferentes aristas, que debieran verse por separado, y así permitir extraer
conclusiones valederas.
Sin dudas el Gobierno Nacional tiene muchos socios que le aportan
votos, pero esas sociedades, tal vez no estén acompañadas de una adecuada
proporción de fuerza propia, como para establecer un rumbo más homogéneo. Tal
vez la expresión de Conti “alinear” sea una muestra de eso. Mientras tanto,
Scioli como sus principales operadores, algunos externos al Frente para la Victoria , lo saben muy
bien, y a sabiendas de la debilidad de la oposición, no dejan de entretejer un
supuesto peronismo renovado, es decir de diálogo y no confrontación que logre
una supuesta pacificación de los argentinos, una falacia que no tendría más que
como sucesor al “Mandela argentino”.
Cuánto tiempo pueden durar proyectos encontrados dentro de un mismo
espacio. El tiempo necesario para que una de las partes exprese que quiere ser
hegemónica, e imponer conductas que parecen ser más acordes a un proyecto
diferente. "Que la
oposición lo quiera a Scioli como presidente, no le hace bien a él. Porque el
candidato del kirchnerismo tiene que salir de las filas del kirchnerismo",
señaló el vicegobernador Gabriel Mariotto. Claro, por qué la oposición querría
a un Scioli como presidente, si no es porque percibe claramente todas esas
diferencias. Scioli hoy se convirtió en el candidato del Establishment, y los
medios que responden a ese lobby dan muestras fieles de acompañarlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario