Cuando existen
elementos que llevan la marca de principales, todos los demás componentes se
convierten en secundarios. De igual forma si a algo se lo considera como causa,
lo que se desprende de ahí es un efecto. Obviamente que tanto lo principal,
como la causa, deben estar formuladas de tal forma que gocen del un carácter aproximado
a la objetividad, o en todo caso de ser un punto que nadie pueda tomarlo como algo
azaroso o contingente. Por ejemplo las leyes o los resultados de las ciencias
duras. El problema es el relativismo, que convierte aspectos secundarios en
principales, o efectos en causas.
La trágica muerte
del fiscal Nisman puso sobre el tapete, el hecho de que la agenda de los medios,
puede reversar efectos a causas, y aspectos secundarios a principales. Todo
vale si se trata de operaciones políticas, que tienen la capacidad de crear
opinión pública.
El fiscal Nisman
desde hace más de 10 años investigaba la causa Amia, una causa que ya tiene más
de 20 años, y que por motivos que sí debieran transparentarse, nunca avanzó.
Tras su muerte la primera sensación que da, es que el fiscal solamente
investigaba a la presidenta, al canciller y a un pequeño grupo de militantes
considerado como diplomacia paralela. Planteado así la causa desparece, lo
secundario se transforma en principal. Obviamente que la denuncia que Nisman
preparaba debiera continuar con su sucesor, pero lo que no se debiera perder es
lo principal de la investigación, ya que tal vez ahí sería posible encontrar
elementos que aporten mucho más a la verdad.
La investigación
de la fiscal Fein, aún no pudo –al menos en lo concerniente al conocimiento
público- avanzar demasiado en el esclarecimiento de la muerte de Nisman.
Incluso resulta curioso que en el arma, proporcionada por Lagomarsino, sólo
haya ADN del fiscal fallecido. Resulta que ahora lo importante (lo principal o
la causa) pasó a ser un papel abollado en el tacho de basuras. En ese río
revuelto, pescadores como el abogado Rusconi, se transforman en peces en aguas
servidas, mostrando que es más importante la operación política que la defensa
de un cliente al que la fiscal, dijo que no va a convocar a declarar.
Si la muerte del
fiscal se transformó en una cuestión política, habría que ver a quienes
favorece, y a quienes perjudica. El escenario electoral para este año parece no
moverse demasiado, ya que a algunos de los candidatos presidenciales no los
afecta demasiado, aunque sean parte del armado oficialista. Es más no
detuvieron la campaña aprovechando la ida de turistas a las playas.
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