Un género radicalmente negro que no fue simplemente un
estilo musical, sino más que nada una actitud, una proclama, una muestra
acabada de la dignidad de la población afroamericana.
“I look inside
myself and see my heart is black”
Paint it Black-
(Jagger- Richards)
“With the power of
soul anything is possible”
Power of Soul-
(Jimi Hendrix)
El 11 de diciembre de 1964 se producía en
la ciudad de Los Ángeles (EEUU) un crimen bastante oscuro. En una de las piezas
de un motel de esa ciudad californiana encontrarían el cadáver de Sam Cooke en
horas de la madrugada. Cooke está considerado como uno de los padres de la
música soul. Además de haber sido ejecutado por un disparo hecho con la
precisión propia que tienen los sicarios, el cuerpo ofrecía una cantidad de
golpes propinados con inusitada violencia. Lo curioso es que quien se atribuyó
el asesinato fue Bertha Lee Franklin, la encargada del hotel. La mujer declaró
que tuvo que asesinarlo debido a que el cantante negro quería violar a una
joven. El caso sin demasiadas vueltas fue cerrado con la versión de la
hotelera. Se sospecha que detrás de esa muerte estaba una formación del Ku Klux
Klan. Ese mismo año la organización ultraderechista había asesinado a los
trabajadores miembros del movimiento por los derechos civiles Chaney, Goodman,
y Schwerner en Misisipi. Sam Cooke también había sido parte de ese movimiento y
desde hacía tres años había creado su propio sello discográfico SAR Record.
Recordar este hecho no es ocioso, es parte de lo que se intentará señalar en
esta nota.
Por lejos el soul no fue simplemente un estilo
musical, sino principalmente una actitud, una proclama, una muestra acabada de
la dignidad de la población afroamericana. La impronta del soul tendría toda su
relevancia en la década del ’60 aunque sus bases comenzarían a desarrollarse en
la sociedad norteamericana de la posguerra. Una sociedad marcada por el
empobrecimiento de las capas populares y un alto índice de segregación racial.
La revolución soul se produciría simultáneamente con la irrupción de la cultura
del rock, y si bien alcanzarían algunos rasgos comunes, eran ellas, marcas bien
diferenciadas que tendrían entre sí una implicancia mutua decisiva y
considerable, no siempre muy explicitada que tal vez debiera alcanzar mayor
perceptibilidad. En aquel tiempo resultaba casi una obviedad, pero pareciera
que con el correr del mismo, aquella evidencia se hubiese desdibujado.
Tanto el rock como el soul eran hijos directos del
rhythm & blues, una música afroamericana surgida tras la gran depresión del
’30. El rock es considerado como la versión blanca de ese estilo acompasada a
nuevas melodías, mientras que el soul realizaría una operación similar pero
reflotando un viejo estilo afroamericano como el gospel.
La irrupción soul se daría de la mano de una
importante movilización social como fue el Movimiento por los Derechos Civiles,
encabezado por Martin Luther King, el cual promovía derechos para la población
negra que en aquel momento eran solamente privativos de los blancos, como así
también emergían por entonces grupos radicales como fuera el Black Panther.
Importantes sellos discográficos como Motown y Stax se
convertirían en difusores principales del naciente Soul, dando lugar a la
aparición de figuras como Ray Charles, James Brown, Salomón Burke y Sam Cooke,
sumándose posteriormente Otis Redding, Wilson Picket, Aretha Franklyn, Stevie
Wonder, The Tempations, Marvin Gaye, entre muchos más.
Tras el cobarde asesinato de Martin Luther King, el
movimiento soul se radicalizaría dando nacimiento a un estilo también más duro
como fuera el funk, que tuvo a James Brown como uno de sus principales cultores
y a esa tremenda banda que muchos descubrirían en Woodstock y que era Sly &
The Family Stone.
El soul fue desde un inicio negro sobre negro, gospel
sobre R&B, pero todos los exponentes de este estilo nunca dejaron de
versionar a las estrellas blancas del rock. Un resultado magnífico de esto fue
por ejemplo un excelente disco de tributo soul a los Beatles. También rockeros
como Rare Earth o Spencer Davis Group versionarían a músicos de soul.
Mientras en los 60, los jóvenes rockeros
principalmente británicos se acercaban al blues, y hacían rastreos de esa
música en el pasado, simultáneamente irrumpía el soul dándole una impronta muy
particular al revisionismo blusero. Los grandes músicos blancos emergentes por
aquel entonces pareciera que se hubieran hecho devotos de un nuevo dios, de un
dios negro que llevaban por dentro y que llenaba de ritmo africano el alma (el
soul). Recordar a Eric Burdon, John Mayall, Mick Jagger, Joe Cocker, Janis
Joplin, Eric Clapton por nombrar solamente algunos, nos da la certeza de que la
mayoría de los rockeros de entonces aunque blancos de piel intentaban acercarse
en su alma al color de la raza que hiciera emerger el ritmo más excitante del universo,
mucho más si eso representaba para ellos ejercer la autonomía de no ser
parte de un establishment por ese entonces bastante cuestionado.
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