Cuando el pasado jueves 27, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió, a quienes habían orquestado los saqueos previos a la Navidad, fue bien explícita:“sectores del PJ” junto a sindicalistas opositores.
Llama poderosamente la atención la cola de paja de algunos peronistas disidentes, como Julio Bárbaro, Eduardo Amadeo, Adolfo Rodríguez Saá y Hugo Moyano, para quien esta estructura partidaria es solamente “una cáscara vacía”.
No es ocioso recordar que el PJ es la principal fuerza del Frente para la Victoria, es decir esa con la cual la presidenta lograra la reelección en 2011. Ella fue bien precisa en su discurso y no dijo el peronismo, dijo el PJ, y es en ese mensaje cifrado donde se debiera leer la interna del oficialismo. También les recomendó que sí no están de acuerdo que formen un partido político. Hace aproximadamente un mes, el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, expresó que quienes quieran ser presidenciables en el 2015 por el oficialismo, tendrán que ser parte de la “la unidad de concepción” trazada por el kirchnerismo, porque “sino tendrían que ser candidatos de otro proyecto”. La similitud es pasmosa.
La presidenta en su discurso del jueves volvió a repetir algo que anteriormente ya había expresado en relación a la problemática de la seguridad, a saber, que cada provincia es responsable de sí misma en relación a ello, y si a alguien le cabe más que a nadie esa alusión es al gobernador bonaerense Daniel Scioli y a su controvertido superministro Ricardo Casal.
En una corta nota, este sábado el columnista de La Nación, Carlos Pagni, refiriéndose a “los nubarrones” que hoy sufre la presidenta, no escatima en aseverar que “A sus rivales no les va mejor. Scioli no puede desentenderse de los saqueos. Y en su lanzamiento presidencial cubrió sólo medio estadio”.
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