El 29 de mayo de 1973 se cumplían 4 años del Cordobazo, y a su vez era el primer aniversario bajo un gobierno democráticamente elegido, ya que el 25 había asumido Héctor J. Cámpora como presidente de los argentinos por el Frente Justicialista de Liberación.
En La Plata, todo el movimiento estudiantil, se dio cita en el Aula Magna de Exactas, para conmemorar aquel acontecimiento del ‘69 que fue el preludio de la caída del dictador Onganía. Estaban todos: los agrupamientos peronistas, la izquierda comunista y socialista, tanto maoísta como trotskista, algunos referentes obreros y también algunos ex presos políticos que habían sido liberados días antes tras la asunción del gobierno popular.
En el acto de Exactas, todos los grupos tenían su orador, era un verdadero acto democrático que culminaría con una marcha por la ciudad. Sin dudas, los grupos peronistas FURN y FAEP, eran mayoría y así lo hacían notar imponiendo sus cánticos, pero todos tenían espacio.
La mayoría de los oradores rescataban la lucha antidictatorial que había terminado con los gobiernos de los generales Onganía, Levingston y Lanusse, y si bien todos no coincidían en la caracterización del nuevo gobierno democrático, era un lugar común saber que algo había cambiado. No era poca cosa que todos los presos políticos de la dictadura ya estuvieran libres. Cabe destacar que esta excarcelación fue producto de una gran movilización a la cárcel de Devoto, la noche del 25, y que allí cayeran dos militantes, bajo la munición de las fuerzas del orden, uno de la Juventud Peronista y otro de Vanguardia Comunista (maoísta).
En el acto hubo un hecho sumamente significativo, y es lo que se intenta relatar. La mayoría de los oradores trató de mantener un equilibrio acorde a las presencias militantes, y recatar la lucha de los trabajadores y el pueblo contra la dictadura; pero cuando le tocó al vocero de la TERS ligada al Política Obrera, grupo trotskista que hoy es el Partido Obrero, éste no escatimó en denunciar al gobierno burgués de Cámpora, y fue ahí donde se pudrió todo, completamente todo, ya que los grupos peronistas mayoritarios se levantaron y cerraron el acto, y afuera del anfiteatro prohibieron que todo lo que no fuera peronista pudiera marchar.
“No permitiremos que los sucios trapos rojos ensucien la Ciudad Eva Perón” (nombre dado a La Plata durante los gobiernos anteriores de Juan Domingo Perón), dijeron los principales voceros de la juventud peronista.
Tras este acto fallido, la TERS fue sancionada y le fue prohibido militar en la universidad por un tiempo. Una sanción parecida también la tuvieron los del GEA (Grupo de estudiantes antiimperialistas) ligado al Partido Comunista Maoísta.
No esperábamos que menos de tres años después, iríamos a vivir la dictadura más sangrienta de nuestra historia, y que ella no diferenciaría lo que el campo popular, sí hacía. Extraer conclusiones del pasado reciente nos puede permitir prevenir futuros desaciertos.
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