El ítalo argentino Paolo
Rocca es presidente y CEO del grupo Techint, el mayor grupo industrial
argentino. También es parte de la poderosa AEA: el principal lobby local. En el
país el grupo emplea a 20 mil trabajadores, mientras que en el resto del mundo:
50 mil más.
El lunes pasado cuando se refirió a la pérdida de competitividad empresaria
en la Argentina ,
lo hizo con números que maneja de cerca, ya que Techint tiene inversiones tanto
en México como en Brasil. “El costo de un
obrero industrial en la Argentina
es de 24 dólares por hora, contra 12 dólares en México y 9 dólares en Brasil.
Eso sí, el operario argentino sigue siendo el más calificado”, dijo.
El dilema
de Rocca entonces, es cómo bajar los salarios. “Argentina tiene un gran
potencial, pero está muy mal gestionada” aseveró el empresario, ya que “A partir de 2008, el Gobierno perdió el rumbo, no se sabe para dónde
va”.
Un poco de historia
Para entender un
poco más, quiénes son Paolo Rocca y el grupo Techint, vale resaltar que el
fundador fue el subteniente ingeniero Agostino Rocca, abuelo de Paolo, quien en
1946 se radicó en el país escapándose de Italia, donde se le había labrado una
orden de arresto por haber sido colaborador del régimen fascista de Mussolini.
Acompañado de inversores europeos fundó la empresa Dálmine en Campana.
Durante la
última dictadura cívico- militar, según una investigación del grupo MEMOS (Memoria
y Movilización Social), el holding “experimentó un fuerte crecimiento. Conducido
por el segundo de la dinastía, Roberto Rocca, hijo de Agostino, el grupo
realizó fuertes inversiones en el sector energético (petrolero, hidroeléctrico,
nuclear) en el de las comunicaciones y en el minero. Además se calcula que un
cuarto de la deuda externa privada que paso al estado por decisión del Banco
Central (Cavallo) en épocas de la
Dictadura era del grupo Techint”.
En
los ’80 el grupo formó parte de los denominados “Capitanes de la Industria ” y tuvo una
influencia decisiva en el ascenso anticipado de Menem en reemplazo de Alfonsín.
Durante el proceso de las privatizaciones en los ’90 Techint se quedó con la metalúrgica
estatal SOMISA, que pasó a ser SIDERAR.
Cuando
el gobierno de Venezuela expropió la empresa Tenaris, que es parte del grupo,
el gobierno argentino intercedió para que se incrementara la indemnización en
favor de Techint, a condición de que invirtieran más en el país, cosa que nunca
se cumplió ya que Paolo Rocca prefiere hacerlo en México, donde tejió
excelentes relaciones con el saliente presidente Felipe Calderón, del
derechista PAN (Partido Acción Nacional).
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