The Bourne Identity (2002) es un típico film estadounidense
de acción. La película dirigida por Doug Liman muestra en el terreno de la
ficción algo que todo el mundo sabe, aunque ningún medio periodístico lo diga y
mucho menos lo haga explícito para comprender muchos acontecimientos de la vida
diaria en países que no son precisamente los EEUU. Tal vez llevado a un rol
casi caricaturesco, el film muestra el accionar de la CIA en diferentes lugares de Europa.
El agente Jason Bourne (Matt Damon) tenía la misión de matar
a Nykwanna Wombosi, un ex presidente de Nigeria que había dicho que iba a
revelar el accionar de la CIA en África. Ello se iba a producir en una
embarcación que navegaba por el Mediterráneo. Lo cierto es que Bourne fracasa
en tal intento, y es rescatado del mar por una embarcación italiana. El agente
pierde la memoria de quién es, e incluso de la misión que iba a realizar.
La CIA al tanto de saber que Bourne se encontraba vivo en
Francia, decide matarlo a él y a la mujer que lo había llevado desde Italia a
Paris. De la manera que actúan los agentes yanquis, y las operaciones de
inteligencia que realizan, muestra lo que sin dudas no es ficción.
Supuestamente se cuidan de las fuerzas de seguridad francesas, pero también se
notan los puntos de contacto. No es el único film en donde se muestra tan transparentemente
el accionar de los servicios estadounidenses, pero sí de forma elocuente.
En febrero de 2011, el por entonces canciller Héctor
Timerman incautó todo el cargamento de un avión C17 Globemaster III
perteneciente a las fuerzas armadas estadounidenses, que había arribado a Ezeiza.
Allí se encontraba "material
sensible" no declarado que incluía armas, drogas e información confidencial.
El
gobierno de los EEUU dijo por entonces que se trataba de elementos destinados
al entrenamiento de las fuerzas de seguridad argentina. Antes y después de
dicho momento, seguramente entraron muchos aviones similares. Lo que EEUU busca
permanentemente en los diferentes países es controlar sus fuerzas militares y
de seguridad.
Si
los hechos fueran al revés, es decir que existiesen servicios secretos de otro
país operando en EEUU o se intentase introducir un avión como el señalado, es
seguro que serían tachados de terroristas. La intromisión es unilateral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario