2015/11/13

Immanuel Wallerstein y la crisis del sistema- mundo capitalista

Immanuel Wallerstein en una entrevista que le hiciera en 2009 el periódico español Diagonal, afirmaba que para leer correctamente la coyuntura histórica es necesario ver en ella los elementos de continuidad y de ruptura, lo normal y lo excepcional. Según el intelectual norteamericano, en ese año lo normal era el colapso del modelo especulativo, coincidente con una Fase B de los ciclos de Kondratiev, que son los que describen las dinámicas de largo plazo de la acumulación capitalista, mientras que lo excepcional es la transición que desde los ’80 se viene produciendo entre el sistema- mundo capitalista hacia otro tipo de formación histórico- social. La crisis coyuntural se enlazaba así a una crisis estructural, que en los próximos 30 años desembocaría en una salida del actual sistema- mundo. La recesión desatada con la crisis inmobiliaria, a diferencia de crisis anteriores hace colapsar el sistema- mundo vigente, señalaba por ese entonces Wallerstein. Lo que no sería posible definir con ninguna certeza es qué clase de sociedad es la que se vendrá en un lapso de tres décadas. Según IW ella será el resultado de la confrontación entre dos modelos diferentes, con un final abierto, político, que a trazos muy gruesos él identifica como el resultado del enfrentamiento entre “el espíritu de Davos” y “el espíritu de Porto Alegre”.

IW resaltaba en la nota, la necesidad de aprovechar esa transición para construir tanto un nuevo  modelo productivo como civilizatorio, ya que se corre el riesgo global de llegar a un mundo ecológicamente destruido e insostenible en el cual se encuentre en peligro la supervivencia humana.

En referencia a esas afirmaciones es bueno señalar que el interrogante surge en cuanto a cómo será el cambio de sistema- mundo, y si en las coordenadas actuales del capitalismo es posible ver algunos gérmenes de la nueva formación histórico- social. Marx señalaba que cuando aún era predominante el modo de producción feudal, ya habían surgido los cimientos de la sociedad capitalista. La burguesía hizo un recorrido previo a la conquista del poder y la imposición de una nueva formación social. El capital se fue desarrollando paulatinamente en la vieja sociedad.

En la teoría y la práctica del salto revolucionario, desarrollado en primer lugar por Lenin, ya no se trataba de la prosecución de una tendencia que se había desarrollado en la vieja sociedad, sino de un cambio en la propiedad de los medios de producción para desde ahí iniciar un tránsito ininterrumpido hacia la sociedad sin clases. Sí se trataba en todo caso del desarrollo de un sujeto social (el proletariado) que se había desarrollado en la vieja sociedad, aunque en las diversas experiencias revolucionarias lo que se pudo constatar fue que se habían constituido diferentes bloques político- sociales, conformados por alianzas de clases populares, en las cuales el proletariado tuvo la hegemonía, pero nunca fue, la única clase en juego.

Hoy pensar una alternativa teniendo como referencia la dicotomía planteada por Wallerstein, implica caracterizar los elementos tanto revolucionarios como reaccionarios de ruptura con el actual sistema mundo, que sin dudas ya existen y son esas clases sociales y fracciones de clase que tensan las diferentes contradicciones de la actual sociedad; y a partir de ello prever que posibilidad tienen de convertirse en actores protagónicos de las luchas que se vienen. 

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