2013/07/06

Tiempo lineal y cíclico. Una relectura del movimiento

La sustitución del tiempo cíclico por el tiempo lineal, no implica necesariamente una concepción histórica de tipo materialista y dialéctica. Se podría decir al revés que la linealidad es una infiltración, o un obstáculo epistemológico, producido desde una visión hegemónica que perdura por más de dos milenios.

Por fuera de la ideología occidental y judeo- cristiana, el tiempo lineal es una anomalía. 
Pensar hoy desde los bordes de un mundo occidental en crisis, conlleva realizar una crítica de los principales presupuestos filosóficos que alguna vez establecieron a Occidente como el sitio de referencia al cual el resto del planeta debía emular. El saber de los pueblos originarios en Suramérica, conlleva una concepción cíclica del tiempo, a saber, la necesidad de pensar el cambio sin obviar la inercia ni la repetición. Si se pensara el tiempo en forma circular, es posible entrar en el terreno de la metafísica, pero si se considera que en toda repetición hay diferencia, la circularidad se convierte en espiral, que no necesariamente deba ser ascendente, ya que ésta última también es propia de una concepción lineal.

La linealidad borra la ligazón del sujeto a la tierra, y ésta última queda indeterminada, y factible de ser alterada. No por casualidad una utopía distópica valga la contradicción, es el abandono del planeta ante su inhabitabilidad para colonizar el cosmos.

El cambio es permanente a pesar de la circularidad, y tal vez por eso habría que leer nuevamente a Heráclito desde esa visión.

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