En sus escritos
sobre el fascismo, Georgi Dimitrov señalaba que un solo obrero comunista entre
medio de pares cooptados por el nazismo, podía encontrar una palanca para mover
a sus compañeros de trabajo. Eso, eran sus reivindicaciones de clase, eso que
en lo cotidiano los afecta en conjunto.
Ese obrero no necesitaba -tampoco podía-
hacer declamaciones ideológicas. Solamente tocar esos flancos débiles en los
que una ideología dominante, captura a sectores objetivamente enfrentados. Tendría
que ser una verdad de Perogrullo.
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