2015/09/23

Supuestos de izquierda

Algunos supuestos que llevan adelante muchos grupos de izquierda, resultan falaces, si se los examina detenidamente y a los ojos de la teoría marxista.

Uno bastante común es el de intentar intensificar la lucha corporativa de fracciones  de la clase trabajadora o de otros sectores populares. Esto no significa que no se deba dar la lucha económica y reivindicativa de esos diferentes actores, pero suponer que con ello se crean mejores condiciones para la Revolución, no es pertinente. Vayamos por parte. La necesidad de conformar un bloque social hegemonizado por la clase obrera, implica la participación de todos los sectores que previamente deben estar caracterizados como necesarios. En las condiciones actuales del capitalismo tardío, el “proletariado” no es un todo unificado, e incluso se pueden ver diferentes formulaciones acerca de ello. Lo que se debe saber es qué fracción social obrera debe conducir al conjunto. Para ser más precisos, hay que señalar que en la década del ‘40 en la Argentina eso fueron los trabajadores de los frigoríficos, mientras que en los ‘70 los de las automotrices cordobesas. No significa ningún privilegio sino más bien, saber qué tipo de alternativa debe construirse a partir los sectores sociales más avanzados, y que ello dé herramientas para resolver los problemas de todos los otros que participan de un mismo bloque. Ese proceso es dinámico y no cristalizado, por lo cual no se debe leer lo antedicho de manera sincrónica.

En las condiciones actuales, la exacerbación del espontaneísmo economicista lleva indefectiblemente al aislamiento de las luchas parciales, y a que se incremente la concurrencia entre fracciones proletarias y populares. La unidad política de los trabajadores siempre es socavada por la competencia entre ellos mismos, afirmaban Marx y Engels en el Manifiesto. Por esta misma razón se podría afirmar que la principal contradicción en el seno del pueblo trabajador es la que opone concurrencia a unidad o asociación. Engels en la Situación de la clase obrera en Inglaterra, señalaba que el tercer momento de la revuelta proletaria era la asociación. Ello superaba la rotura de máquinas y el ajusticiamiento personal de los patrones.

La idea errónea de suponer que con la lucha sindical indefinida se incrementa el nivel de conciencia es parte de un determinismo abstracto, que identifica un salto de lo social a lo político, con una concepción de la superestructura ideológica como reflejo.
Espontáneamente las masas son conservadoras, al menos en la actualidad. La lucha sectorial la ven con buenos ojos cuando se trata de sus propios intereses corporativos. La lucha de los otros sectores de la sociedad les resulta molesta e impertinente. “Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”. 
La lucha social se debe dar sabiendo que es tal. No hay huelga general hasta que la patronal o el gobierno caigan. Los trabajadores en la lucha sindical buscan resolver sus problemas contractuales- corporativos, por eso terminan en la negociación. El salto cualitativo para la construcción de una sociedad de iguales, va por otros andariveles.  

2 comentarios:

ccccc dijo...

Aca lo que hay que tener en cuenta es que hay que unificar a la clase y guiarla en contra de la burguesia, siempre estalla en formas distintas, hay que saber canalizarla, saludos compañeros, le paso mi blog para que se pase si quiere

andamios1995.blogspot.com.ar

Osvaldo Drozd dijo...

Gracias por el enlace. Vamos por ahí. Saludos