Contra el
narcotráfico. Mientras se espera la designación del próximo secretario general
de la Comunidad
Andina , los países miembros analizan cómo continuar la lucha
contra las drogas en la región.
El pasado lunes, el
secretario general de la
Comunidad Andina (CAN), el boliviano Adalid Contreras
Baspineiro, presentó su último informe de gestión, ya que por estos días
concluye su mandato al frente del organismo. Durante su intervención, llamó a
fortalecer la CAN
y la integración latinoamericana, poniendo énfasis en que el camino de la
prosperidad y de la justicia es el de la integración. A su vez, el bloque
integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú propone el diseño de una
Estrategia Andina sobre el Problema Mundial de las drogas, tras finalizar por
estos días el proyecto Pradican, realizado con la cooperación de la Comunidad Europea.
En una entrevista realizada
por la revista ecuatoriana Líderes,
Adalid Contreras afirmaba que “la Comunidad Andina está viviendo un proceso de
reingeniería, con el fin de fortalecer y dar un renovado dinamismo al proceso
andino de integración” adecuando sus órganos e instituciones “a los retos y
desafíos del actual contexto internacional caracterizado por la existencia de
un nuevo regionalismo latinoamericano en base a la construcción de estadios
superiores de integración a nivel regional” y que “culminar este proceso con
mayores niveles de coordinación, es una de las principales tareas en las que
estamos embarcados”.
Según Contreras, que Bolivia
se incorpore al Mercosur como socio pleno no va en detrimento de la CAN , ya que hoy en un contexto
mundial de creciente multipolaridad, los países deben estar abiertos a
diferentes tipos de relacionamiento tanto bilateral como multilateral,
señalando a su vez que Bolivia no abandonará la CAN , sino que será una bisagra en la articulación
entre las regiones del Atlántico y el Pacífico.
En la presentación de su
informe de gestión como secretario general de la CAN entre mayo de 2010 y febrero 2013, el pasado
lunes 18 Contreras Baspineiro señaló que “la integración es el signo libertario
de estos tiempos. Así como en una fase de la historia de nuestro continente, el
signo fueron las guerras independentistas, en otro, las estrategias contra la dependencia,
ahora el destino es la construcción de la integración latinoamericana, nuestra
Patria Grande”, según informaba el portal de la CAN.
En relación con la
finalización del mandato de Contreras Baspineiro, Miradas al Sur consultó a Karla Páez, funcionaria de la CAN , quien expresó que
“efectivamente, el secretario general Adalid Contreras está terminando su
gestión” y que “según el Acuerdo de Cartagena, lo debe reemplazar de forma
interina el director general de mayor antigüedad, hasta que los cancilleres,
por consenso, elijan al nuevo secretario general”. Páez, a su vez, señaló que
el día lunes “el canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, ha anunciado que los
cancilleres andinos se reunirán en los próximos días para discutir sobre este
tema”.
El problema de las drogas es
uno de los puntos más sensibles que atañen a los países andinos. Y es por esta
razón que el bloque regional viene desarrollando un paquete de medidas para
abordar este síntoma en forma conjunta. Según revela un documento de la CAN , los cultivos de coca
sobrepasan hoy la producción necesaria para el consumo lícito, teniendo en
cuenta que la “hoja sagrada” forma parte de la cultura ancestral andina viva y
de su identidad, concentrándose en la región el monopolio mundial de la
producción de cocaína.
Según datos del Banco
Mundial, la producción de hoja de coca genera un impacto ambiental en los
ecosistemas andinos, y atenta contra la vida sobre el planeta, ya que para
cultivar una hectárea de coca se deben talar entre 2,5 y 4 hectáreas de bosques
tropicales, lo que implica que se requeriría deforestar entre media y una
hectárea de bosque para producir un kilo de cocaína. En Perú, Bolivia y
Colombia, el cultivo de coca ha destruido por lo menos 2,4 millones de
hectáreas de frágil bosque tropical en la región andina en los últimos 20 años.
La deforestación y la
utilización de insumos químicos afectan la tierra y el acuífero, ya que si para
producir un kilogramo de cocaína se utilizan alrededor de 350 kilogramos de
sustancias químicas, se estimaría que en los ecosistemas andinos en los últimos
20 años fueron arrojados aproximadamente 840.000 toneladas de sustancias
altamente tóxicas al ambiente.
Adalid Contreras, según
informaba la agencia de noticias peruana Andina,
expresaba la semana que pasó que la lucha antidrogas en la región requiere de
una estrategia con un enfoque humano y de desarrollo social, ante el fracaso
del enfoque basado sólo en la interdicción, y es por esta razón que la
estrategia a seguir debe tener un carácter integral, para abarcar el proceso
completo del problema de las sustancias ilegales: prevención, producción,
tráfico y consumo. Según dijo, los países andinos coinciden en que la lucha
basada en la erradicación, el uso de la fuerza y la interdicción no es una
buena alternativa.
Según especialistas, la
erradicación compulsiva de los cultivos ilegales de coca y poner freno al envío
de estupefacientes hacia el exterior no ha modificado ni frenado la acción del
narcotráfico, por lo cual es necesaria una estrategia de desarrollo alternativo
que complemente la interdicción.
Por otra parte, Contreras
señalaba que es de suma importancia el abordaje de conjunto, tanto de los
países productores como de los que más consumidores tienen. Estados Unidos es
el país con mayor demanda de sustancias ilegales del planeta, pero no aborda
este problema más que como un flagelo externo, que hay que detenerlo desde
donde comienza la cadena de producción, y no realizando una política de
prevención entre sus propios habitantes. Contreras expresaba que “pese a que la
demanda sigue siendo un factor situado especialmente en terceros países y de
mayor desarrollo, la problemática no nos es ajena”.
Desde noviembre de 2009, se
inició el proyecto Pradican, llevado adelante por la CAN con la cooperación de la Comunidad Europea ,
y que tuvo finalización reciente. Los países de la Comunidad Andina
iniciaron el 28 de enero, en Quito,Ecuador, la presentación de los resultados
del trabajo conjunto desarrollado en los últimos tres años para enfrentar el
problema de las drogas ilícitas, y similares reuniones de socialización de
resultados del proyecto Pradican se realizaron el jueves 31 en La Paz , el viernes 1º de febrero
en Santa Cruz, el martes 5 de febrero en Bogotá y el jueves 7 de febrero en
Lima, donde se llevó a cabo una reunión subregional con asistencia de las
máximas autoridades de lucha contra las drogas de los países de la CAN.
Entre los principales
resultados se señalan el diseño de una estrategia propia sobre el problema
mundial de las drogas, la creación de un sistema de información con 22
indicadores armonizados, la actualización de instrumentos vinculados al control
de precursores químicos, el equipamiento de laboratorios y el desarrollo de
programas de prevención, entre otros.
El director de la secretaría
general de la CAN ,
Genaro Baldeón, expresó que el problema de las drogas es de tal dimensión que,
para enfrentarla, se requiere la interacción entre las distintas instituciones
del Estado y distintos niveles de gobierno, y otras organizaciones nacionales e
internacionales, y tras mencionar los logros específicos conseguidos por los
países andinos en los últimos años, opinó que el resultado más importante es
haber logrado, a nivel técnico, consensuar entre los países andinos una nueva
estrategia regional que toma como eje fundamental, la integralidad de la
problemática.
Si bien los países de la
región “tienen sus políticas antidrogas propias”, Karla Páez le dijo a Miradas
al Sur que “sin embargo, adicionalmente, han diseñado una política conjunta con
acciones concretas, que tienen objetivos a 2019” .
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