2024/03/07

Comportamiento animal y humano

 

Lorenz y los gansos

Señalaba  en 1965 Konrad Lorenz , en el prólogo a su libro Comportamiento animal y humano, que la etología es “el estudio biológico del comportamiento de los animales”. Decía Lorenz que la misma es una ciencia relativamente moderna, ya que anteriormente la zoología no tenía en cuenta el estudio del comportamiento. Se indagaba sólo sobre la anatomía y la fisiología.

Si el estudio del comportamiento animal, tuvo por ese entonces alguna iniciativa, la misma se basó principalmente en la psicología humana que obviamente, no tuvo su punto de partida en las ciencias naturales sino en la filosofía.

 Por su parte esta influencia de la psicología tuvo dos fuentes de importancia. La purposive psichology inglesa de corte vitalista y el behaviorismo estadounidense de corte mecanicista.

Para la escuela inglesa, los “instintos”, a saber, las formas innatas de comportamiento, resultaban procedentes de un factor sobrenatural que necesariamente debía quedar  por fuera de cualquier estudio de base biológica. 

Para el conductismo norteamericano los instintos no existen ya que cualquier actividad animal no deja de ser una respuesta automática a estímulos externos. Son simples reflejos o reflejos condicionados.

De esta forma cualquier acto propio de una especie no puede ser englobado como una respuesta específica en torno a la selección natural, ni tampoco pueden explicarse así las diferencias morfológicas propias. Todo eso pasaría según Lorenz a constituir “una especie de tierra de nadie situada entre los dos frentes representados por las dos escuelas contrapuestas entre sí”.

Fueron según Lorenz, los zoólogos Charles Otis Whitman y Oskar Heinroth quienes por separado lograron establecer que las formas de comportamiento se corresponden a características propias, distintivas y permanentes de cada especie animal, ajustándose esas conductas a los sesgos morfológicos anatómicos de cada especie.

El comportamiento animal -de esta manera-, es propio a la conformación anatómica de cada especie. A lo largo de la evolución, los seres vivos desarrollan determinadas características para hacer frente a la selección natural. Son precisamente las ventajas que encuentra una especie en cierto comportamiento las que hacen que esas características vayan perfeccionándose.

Lorenz va a poner como ejemplo a los gatos, precisando el para qué de sus uñas curvas y puntiagudas. Se dirá que “para cazar ratones”, aunque señalaba  que esa no es una finalidad a priori, extranatural, sino que esas características las fue adquiriendo con el correr de su evolución genética en tanto debía contar con ellas para su sobrevivencia. De esta manera un comportamiento específico como cazar ratones puede y debe ser estudiado por la biología y no por ninguna rama que entienda ese comportamiento como algo determinado por vaya a saber qué causalidad ajena.

Si la biología es el estudio de determinados procesos materiales que rigen la vida, como por ejemplo los procesos químicos o fisiológicos, habría que decir que existen ciertos procesos materiales que aún no fueron descubiertos o que simplemente fueron esbozados e incluso rechazados en nombre de un cientificismo conservador. El caso de los descubrimientos freudianos por ejemplo.

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