Nacido en Jamaica a fines de los 50, el reggae une la religiosidad y espiritualidad de los esclavos africanos con una fuerte propuesta cultural y política.
Nota Socompa
La conquista del continente americano en su conjunto tuvo como uno de sus pilares el desplazamiento de enormes contingentes de población africana para ser convertidos en fuerza esclava. Poco se sabe sobre este proceso de inmigración forzada. Lo que no se puede soslayar es la importancia étnica y cultural que tuvo y tiene lo afro en el desarrollo de nuestras sociedades.
En algunas notas precedentes -publicadas en Socompa– quien escribe hizo referencia a la influencia africana en estilos como el blues o el soul que tuvieron su desarrollo en los Estados Unidos. De todas maneras esta marca cultural afro tuvo incidencia a lo largo de todo el continente. En el Río de la Plata el candombe es un estilo que fue cultivado en ambas orillas.
En la mayoría de los estilos surgidos es posible encontrar una gran densidad rítmica, cierta religiosidad y una marcada espiritualidad atormentada por la opresión, pero lo que no es tan común es la existencia de un género como el reggae jamaiquino en el que las cualidades señaladas se complementan con una fuerte propuesta cultural y por qué no política en la que ya no se tratará sólo de la situación particular de los jamaiquinos sino de la emancipación de todo el continente africano y de su población migrada hacia otros sitios.
El reggae es un estilo musical surgido en Jamaica a fines de los ’50 principios de los ’60. Su impronta está íntimamente ligada al rastafarismo. Musicalmente hablando es el resultado de una fusión de ritmos caribeños, soul, jazz y una singular base rítmica de procedencia africana. Vendrá a ser así un desarrollo de otras músicas de la isla como fueran el rocksteady y el ska.
Coincide además con el surgimiento de la industria discográfica en Jamaica y la independencia del Reino Unido en 1962. El movimiento rastafari surgió promediando la década del ’20 en los suburbios marginales de Kingston y zonas rurales en donde vivía la población afrodescendiente.
Tuvo gran importancia en ello el predicador Marcus Garvey quien desde la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro (UNIA, por sus siglas en inglés) fue quien acercó la idea de emancipación ligada a la llegada al trono del imperio de Etiopía del primer rey negro africano, Haile Selassie I, quien en el rastafarismo vendrá a ser un heredero de la divinidad y a su vez el guía que conducirá a todos los africanos dispersos por el mundo hacia la tierra prometida que es naturalmente África.
De tal manera los hombres negros de los barrios pobres sostendrán la idea de acercarse espiritualmente a la idea de liberación que encarna el legendario emperador etíope. La música de reggae será parte sustantiva de la praxis emacipatoria.
Roots, rock, reggae
Se podría afirmar con una aproximación cercana a lo certero que el nacimiento del reggae coincide con la irrupción de la cultura rock que integrándose a estilos musicales, propios de Jamaica y el Caribe, le darán a la música rastafari un estilo bien particular.
Si existe alguna figura descollante del género éste será sin dudas Bob Marley. Nacido en Nine Mile, Saint Ann, Jamaica el 6 de febrero de 1945, a principios de los ’60 se verá influenciado principalmente por la música proveniente de los EEUU como el rock y el R&B. Tras sumergirse profundamente en la cultura rastafari Marley junto a Bunny Wailer y Peter Tosh conformaron la banda The Wailers y arrancaron con el estilo característico que hizo conocer mundialmente la propuesta jamaiquina.
De gran interés sería rastrear las letras de las composiciones de Marley, pues allí uno podrá encontrar el sentido que le dio a su producción y que hizo que lo nombren como el “sumo pontífice del reggae” y difusor del rastafarismo por fuera de Jamaica. En Africa unite expresará el deseo de unidad de los africanos dispersos por el mundo para juntos encaminarse hacia la tierra prometida. En la terminología rastafari Zion representa ese lugar mientras que Babylon será el mundo en el que prima una vida alienada estructurada principalmente por las formas que emanan del capitalismo. Zion no será en tal sentido sólo un terruño sino un estado subjetivo en el que prime la dignidad.
Muy pronto el reggae sería bienvenido entre los íconos del rock, tanto es así que figuras como Eric Clapton, Mick Jagger o Stevie Winwood grabarían temas de este estilo musical. En el caso del vocalista de los Rolling Stones cabe señalar que junto al wailer Peter Tosh harían el tema Walk and dont look back. Desde finales de los ’70 cuando el reggae se internacionalizó hizo que su propuesta musical y cultural fuera adoptada en distintos países. En el Reino Unido surgieron bandas como Steel Pulse y UB40. Tendrían ellas un gran impacto comercial e irían consolidado en Europa un público específico para el reggae. La inmigración creciente de africanos a Europa fue creando un basamento sólido para el desarrollo de esta música en el viejo continente.
El desarrollo del reggae en lugares alejados de Jamaica se dio en tanto este género pudo franquear limitaciones tanto geográficas como idiomáticas. A diferencia del rock que se expandió por el mundo casi sin transgredir su enunciación en lengua inglesa –salvo excepciones notables como la del rock argentino- el género jamaiquino logró generar adeptos que hicieron esa música en idiomas diversos.
Abundan expresiones musicales que cantan este estilo en lengua francesa o española. Existen además expresiones muy interesantes que surgieron en diferentes países africanos que combinan nuevos ritmos y entonación en lenguas nativas. Hoy se podría considerar al género como una parte importante del desarrollo de la world music, y como uno de los estilos más emparentados a los movimientos antiglobalización.
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