2014/11/16

Bolivia redistribuye riqueza- La pelea por el doble aguinaldo

Como parte de sus políticas públicas que fomentan el crecimiento y la igualdad, el gobierno boliviano instrumenta desde el año pasado una mejora salarial anual que es resistida por las centrales empresariales.

Cuando el crecimiento económico de un país no es percibido como tal por todas las franjas sociales, lo primero que valdría preguntarse es qué sentido tiene para ciertos gobiernos vanagloriarse de dichas cifras, si las mismas no son acompañadas por una distribución más igualitaria de la renta. El 20 de noviembre del año pasado, el presidente de Bolivia Evo Morales, mediante un decreto supremo que llevó el nombre de “Esfuerzo por Bolivia”, determinó que cada vez que el Producto Interno Bruto (PIB) del país andino supere el 4,5%, los trabajadores deben ser recompensados con el cobro de un doble aguinaldo. 2013 representó para Bolivia un récord en cuanto al crecimiento del PIB, ya que el mismo ascendió al 6,5%. Según datos publicados por el Banco Central de Bolivia (BCB), entre 2005 y septiembre de 2013, el PIB de Bolivia se triplicó de US$ 9.574 millones a US$ 28.704 millones. Los años anteriores a 2013 el Producto sobrepasaba por poco el 5%. Este año se prevé que llegue al 5,9%, ya que la cifra del año pasado fue una excepción, un récord bastante difícil de igualar.
De acuerdo con el decreto supremo “Esfuerzo por Bolivia” establecido el año pasado, el doble aguinaldo es extensivo al sector público y privado, Fuerzas Armadas y Policía, y deberá ser cancelado como fecha tope el 31 de diciembre de cada año en el que el PIB supere el porcentaje establecido en 4,5%. Los beneficiarios de este decreto son aquellos que trabajaron más de tres meses de manera ininterrumpida en una empresa privada o institución pública. En el caso de que el trabajador no hubiese cumplido los 12 meses en la misma fuente laboral, gozará con el pago de duodécimas en proporción al tiempo trabajado.
El año pasado la oposición y algunos medios afines al empresariado salieron a decir que teniendo en cuenta los comicios presidenciales de este año, la medida, sólo perseguía fines electorales, que era demagogia pura, pero hoy, habiendo sido reelecto Evo Morales el pasado 12 de octubre, por más del 60% de los sufragios, algunos sectores empresariales comenzaron a mostrar su disconformidad con el “Esfuerzo por Bolivia”. Por ejemplo, Mario Yaffar, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), señaló la semana pasada que postergar el pago del doble aguinaldo hasta febrero garantizaría que el Producto Interno Bruto (PIB) de 2015 logre alcanzar el crecimiento necesario, para que nuevamente los trabajadores se beneficien con un segundo aguinaldo en la siguiente gestión, es decir la correspondiente a diciembre de 2015, pero que con idéntica posición los empresarios querrán patear hasta febrero o marzo de 2016. “Si se paga hasta el 31 de diciembre, suma al PIB de la gestión 2014, pero si se paga el 2015 garantiza el segundo aguinaldo de la próxima gestión porque ese dinero iría a sumar el PIB del 2015”, aseguró Yaffar. Según informara el paceño diario Los Tiempos, el representante del sector económico formal volvió a pedir que el gobierno postergue el plazo para el pago del doble aguinaldo hasta febrero.
Yaffar explicó que en la CNI están afiliadas unas mil industrias de las cuales sólo el 23% podrá pagar el segundo aguinaldo, ya que la porción restante tendrá dificultades, e incluso el dirigente empresarial sostuvo que el 8% de las empresas ni siquiera está en condiciones de hacerlo.
Por su parte, Wilmer Llanque, secretario general de la Confederación Nacional de Micro y Pequeños Empresarios (Conamype), informó que el 17 de noviembre su sector realizará una asamblea en la cual “es muy probable que se rechace el doble aguinaldo porque las microempresas tienen un crecimiento menor al 1%”. Según Llanque, “pagar en diciembre no vamos a poder, hay que ser sinceros”, dijo.
Daniel Sánchez, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CPEB), ante la requisitoria de su sector, también le sugirió al gobierno que el doble aguinaldo sea efectivo recién en febrero del año entrante, con la finalidad de alivianar cargas.
Según un estudio de la Cámara Nacional de Industrias divulgado por Los Tiempos el pasado 20 de octubre, el 39% de las industrias manufactureras en Bolivia tiene una capacidad “baja” para cumplir con el pago del segundo aguinaldo, lo que significa que estarán en “problemas” al momento del pago. El presidente de la Cámara Departamental de Industrias de Cochabamba, César Cuadros, citado por el mismo medio, estimaba que un 20% de las micro y pequeñas industrias se verán “tremendamente afectadas” y que por esa razón podrían tomar la informalidad como alternativa. El dirigente empresarial explicó que, según el estudio, sólo un 3,6% de las industrias tiene una “aceptable” capacidad de pago, el 18% tiene “solvencia”, un 11% no tiene capacidad de pago y el 7% tiene bajísima o nula solvencia de pago del beneficio, que debe hacerse hasta el 31 de diciembre, según el reglamento del Decreto 1809. Cuadros aseguró que las empresas ya no querrán inscribirse al Registro Obligatorio de Empleadores (ROE), lo que supondrá el incremento de la informalidad laboral. Todos estos cálculos empresariales podrían resultar verosímiles y hasta entendibles si enfrente no tuvieran una bastante aceitada y poderosa organización sindical de los trabajadores, que conoce al dedillo las mañas de un sector que además de no perder nunca, intenta obtener el máximo de ganancia de cualquier forma. Hacer un planteamiento en el cual la informalidad podría ser una alternativa ya es una muestra palmaria de ello.
La respuesta de los trabajadores. “La ley se cumple, la ley no se negocia y por lo tanto el decreto 1809 establece claramente que el primer aguinaldo se paga hasta el 20 de diciembre y el segundo aguinaldo hasta el 31 de diciembre, esa es la posición de los trabajadores fabriles en consulta a nuestras federaciones”, afirmó el dirigente Vitaliano Mamani, de la poderosa Confederación de Trabajadores Fabriles. Mamani sostuvo que en esta gestión el empresariado tuvo la oportunidad de prever esta figura porque se conocía el decreto y las previsiones del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. El fabril además anunció que en el próximo congreso del sector se van a analizar los alcances de este beneficio e incluso adelantó que hay propuestas que piden la institucionalización de este pago en calidad de bono, con la finalidad de que no esté sujeto al índice de crecimiento del país.
En tanto, Estanislao Flores, secretario de organización de la Central Obrera Boliviana (COB), manifestó su rechazo categórico a la posibilidad de que se amplíe el plazo para pagar el doble aguinaldo. “Está bien que el año anterior se haya ampliado el plazo de dos meses, porque a todos nos ha sorprendido. Pero ahora no hay argumento alguno para que los empresarios se nieguen a pagarnos hasta el 31 de diciembre”, señaló Flores, a tiempo de acotar que gran parte de los trabajadores asalariados ya por adelantado están gastando recursos tomando en cuenta que el doble aguinaldo cubrirá esos gastos.
El gobierno boliviano a través del ministro de Trabajo, Daniel Santalla, rechazó los primeros días de noviembre la posibilidad de ampliar el plazo para el pago del doble aguinaldo y, por el contrario, aseguró que antes de fin de año debe ser abonado ese beneficio en el sector público y privado. “La decisión del gobierno es que el segundo aguinaldo ‘Esfuerzo Por Bolivia’ debe cancelarse hasta el 31 de diciembre. Es cierto, hay pedidos de algunos sectores empresariales en que se pueda ampliar, pero no, no se va a ampliar”, aseguró Santalla, quien de esa forma negó la posibilidad esbozada por los sectores empresarios de saldar el pago recién en febrero. “Esto es también lo que le he manifestado al presidente de la Cámara Nacional de Industrias, al señor Mario Yaffar, y él me ha manifestado: si es así, estarían cumpliendo la disposición del decreto supremo que reconoce este derecho desde el año pasado”, sostuvo el titular de la cartera laboral.
La decisión gubernamental, más allá de su íntima conexión con los intereses de los asalariados, se sostiene fundamentalmente en el poder de las organizaciones sindicales. La COB en las últimas elecciones le aportó al frente electoral oficialista un considerable aporte de recursos tanto humanos como materiales. Pero lo más importante es que lleva adelante una política de unidad que se ve expresada en una fuerte representación gremial. La COB es la única central obrera del país del altiplano y nuclea a más de dos millones de trabajadores.


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