Cuando en septiembre del año pasado, se presentara el proyecto del Doctor Héctor Recalde, para la aplicación del Artículo 14 bis de
El artículo a su vez si se lo ve, plantea cuestiones referidas a la protección estatal, que muchas de ellas vienen siendo política prioritaria del Ministerio de Trabajo desde el año 2003, como lo es por ejemplo la garantía de concertar convenios colectivos, derecho de huelga, conciliación y arbitraje.
Tras el discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el martes en el acto de cierre de
“Si la economía pudiera regirse por leyes sancionadas por el Parlamento, no tendríamos necesidad de tener una UIA ni una CGT” señaló Cristina para luego agregar que “la economía realmente se rige por otras leyes, pero fundamentalmente el modelo, este modelo, se ha regido por algo que ha sido muy virtuoso, que ha sido el acuerdo entre los trabajadores y los empresarios en convenciones colectivas que implican no solamente cuestiones salariales sino también condiciones laborales, que también tienen un fuerte impacto económico, porque algunos miden solamente salarios, pero determinadas condiciones laborales también implican un determinado costo al sector empresario que debe ser merituado en el marco de lo que es la administración de una empresa”
Hace tiempo que uno no lee, ni tampoco escucha, pareciera haber pasado de moda, decir que entre las luchas sindical y política existe una diferencia, que en algún momento podría sintetizarse, a saber, cuando el reclamo sindical da un salto a la acción política, cuando intenta inscribirse en la esfera institucional, para convertirse en algo que concierne a todos. Si uno se detiene en el discurso de la presidenta se podría deducir que de esa diferencia se trata, y de que actitud debe tomar una gestión que no se plantea ni como representación de los trabajadores ni tampoco de los empresarios, sino como un punto de equilibrio, y a la vez escindido de diferentes intereses corporativos, que por serlos, no debieran dejar de lado sus iniciativas gremiales, pero precisando mejor quien es el interlocutor de ello.
Cristina en el discurso felicitó a los empresarios y trabajadores que ya están repartiendo ganancias “Yo sinceramente creo que aquellos empresarios, de hecho ya hay empresas que lo están haciendo, que han acordado con sus trabajadores distribuir las utilidades, me parece muy bien, estoy muy de acuerdo porque creo que los trabajadores que participan en las utilidades defienden más a la empresa, se ponen la camiseta, creo que es muy bueno, pero eso es una cosa que tienen que decidir entre los empresarios y los trabajadores, no la puede imponer el Estado por la fuerza a través del Parlamento, imposible hacerlo en otro ámbito que no sea el Parlamento por otra parte” dejando entrever que esto no puede ser el resultado de un DNU.
El Artículo 14 Bis data del año 1957 y no es más que un fragmento residual de
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