Morales Solá hoy
en su editorial de La Nación hace referencia a los resultados del pasado
domingo y resalta en particular cuánto le erraron las encuestas a lo que
realmente sucedió. Por ejemplo dice que una encuestadora del Pro decía que
Scioli ganaba con un margen de 7 puntos. Hasta ahí venía bien, a pesar de su
recalcitrante forma de pensar, pero en un momento se le suelta la cadena y
asegura que lo que podría haber afectado a las encuestas es lo siguiente: “Puede suceder que en la Argentina haya
influido también el miedo de los encuestados hacia un gobierno siempre
dispuesto a vengarse, que arrastra la imagen de usar a los servicios de
inteligencia para cualquier cosa”. Patético ¿No?
Desde hace rato
que pienso que gente que dice esas cosas no están fuera del “relato”, son parte
del mismo. Si seguimos así “vamos a ser Venezuela, o Cuba” o en el peor de los
casos “México o Colombia”, aunque metamos en la misma bolsa a los Castro y Chávez,
con derechistas como Uribe y Felipe Calderón.
Según Gramsci
el sentido común es una concepción lacunar y fragmentaria, que convive en la
asincronía y la incoherencia. Hay que pulir al más común de los sentidos para
que todas esas falacias queden expuestas como absurdas.
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