2008/03/07

Pequeñas reflexiones

-Lo más placentero en la vida siempre es lo más efímero, en cambio lo bello es la eternización del placer, producto de la renegación de lo efímero.
Lo sublime es la búsqueda inacabada por romper con la labilidad del placer, y esto está indisolublemente ligado a la estética.

-El amor no es algo que abunde, ni que se pueda encontrar como cualquier otra cosa.
No es una mercancía, no se puede comprar ni vender. Sexo o alternativas a la soledad, sí pueden llegar a ser mercancías, pero el amor es otra cosa.
No se busca, se encuentra, es una ilusión que se materializa entre dos, y por la sencilla razón de ser una ilusión es que es un bien escaso.
Contra lo que se cree vulgarmente, el amor no se dirige hacia lo mejor, sino que en él se muestra no sólo lo más agradable de los pares sino también lo más nefasto de ellos. El amor no cura los males propios, los potencia y es por esto que estoy convencido que el que esta mal en soledad, por ética debiera resguardarse del amor.

-Para un ateo, si existe alguna misión en la vida, es dejar marcas que me prolonguen una vez muerto. Mis hijos, mis ideas, una organización, algún disparador inédito, enigmas, dudas o interrogantes que provoquen a generaciones posteriores a esbozar alguna respuesta.

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