2013/04/30

Berisso- ¿Y las pautas de urbanidad?


Hay acciones que se debieran realizar o debieran ser impulsadas desde una gestión municipal, más allá del sesgo ideológico o político. Porque hacen al sentido común. Las pautas de urbanidad por ejemplo.
Si el que escribe se refiere a Berisso, es porque donde vive, y donde quisiera que estas cosas se convirtieran en políticas públicas.
Por lo anteriormente señalado, esto no es una crítica al oficialismo (solamente) sino también al arco opositor, ya que tampoco es capaz de ofrecer alternativas desde las bancadas con las que cuenta en el Concejo Deliberante, o incluso desde la acción ciudadana.
Muchas calles de la ciudad están plagadas de perros sin dueño, o en todo caso de animales a los cuales algunos vecinos, les ofrecen alimentos sin hacerse cargo de ellos. Considerar que estos perros resultan útiles para la seguridad, es un verdadero despropósito, ya que la misma no se resuelve de esa forma. Cualquier transeúnte nocturno puede ser presa de las mordeduras y también ser espectador de cómo los canes rompen las bolsas de basura, dejando en algunas veredas verdaderos focos infecciosos. Un vecino contaba como un motociclista intentando evitar el ataque de un perro en la calle, tuvo que desviarse produciendo un accidente. Los perros no son ni peronistas, ni radicales ni de izquierda, ni tampoco protegidos por los derechos humanos, como dijera una vecina en tono peyorativo.
La velocidad de los automóviles o de las motos en las calles del casco urbano debieran ser reguladas. No es posible que un auto vaya por la 11 o la 17 a 100 Km. por hora. Solamente son dos ejemplos.
Debatir la política, el modelo de país, o la integración latinoamericana resultan totalmente abstractas, si no se tienen en cuenta las cosas de la cotidianeidad.

2013/04/28

Ciencia y Relato- 2da aproximación


En un intento de deslindar algunas hipótesis acerca de cómo conceptualizar los actuales procesos suramericanos a partir de la ciencia de la historia, y sobre todo no yuxtaponerlos a la construcción de un relato emancipatorio, o en todo caso diferenciarlos como ámbitos con relativa autonomía entre sí, me veo precisado a introducir algunos elementos de teorías ajenas, o pertenecientes a otros campos específicos.

Concepto y modelo

Un concepto externo a una ciencia o a un saber de tipo científico, extrapolado a otro territorio deja de ser un concepto, ya que alude a un objeto diferente, fue construido para resolver problemas de un campo específico, por lo cual una vez extrapolado, si bien puede tener utilidad, se convierte en un modelo. Por ejemplo: la pulsión es uno de los conceptos principales del psicoanálisis, y que fuera construido por Freud a partir de una experiencia singular como lo es la escucha de esa otra escena denominada inconsciente. Hacer que este concepto pueda intervenir en una territorialidad diferente, es convertirlo en modelo, a saber, permitir que pueda leer determinados problemas, que con los conceptos ya adquiridos, esa ciencia no encuentra posibilidad de hacerlo.
Suponer que la extrapolación de un concepto a otra disciplina no implica que en ese sitio pierda su validez conceptual, es entrar en el terreno de la ideología, y alejase del saber científico. Por esta razón la presencia de un modelo permite valga la redundancia, modelar la experiencia científica, y a partir de ciertas regulaciones puede llegar a construir un nuevo concepto, es decir propio a la ciencia a la cual está referido.

La Topología

Esta pequeña introducción de la noción de modelo en tanto diferente de concepto, es pertinente en tanto quien escribe precisa introducir como modeladora de las experiencias sociales suramericanas vistas desde un punto de vista materialista, a la topología combinatoria, también conocida como geometría de la goma.
La topología a diferencia de la geometría, estudia las propiedades cualitativas de las formas, en tanto la última es específica de las propiedades cuantitativas.
Para entender esta diferencia vamos a partir de un axioma simple como lo es el teorema de Jordan. Éste señala que toda línea poligonal cerrada y simple sobre un plano delimita dos espacios: uno interior y otro exterior. Esta propiedad que podríamos llamar cualitativa, es válida para cualquier polígono, ya sea un triángulo, un cuadrado, una circunferencia, un octógono, etc. Es decir que cualquier figura geométrica que se adapte a esta cualidad resulta equivalente entre si. Para la geometría un triángulo difiere de un hexágono por la cantidad de lados, mientras que para la topología equivalen, ya que ambos poseen un espacio interior y otro exterior. Planteada de esa forma la topología puede ofrecernos un espacio de transformación entre diferentes figuras, siempre que no haya ruptura de la cualidad. Si la línea poligonal en algún momento dejara de ser cerrada, las equivalencias dejarían de serlo, y se produciría una ruptura.
Esta pequeña y breve introducción a la geometría del caucho que se estira, resulta interesante para analizar algunos elementos de la sociedad. Por ejemplo el Estado. Hasta dónde éste último puede estirarse por ejemplo democratizándolo. Haciendo una topología de las fuerzas de represión, de sus aparatos ideológicos, etc. En qué lugar es necesaria la ruptura. Las formaciones sociales en tanto partes de un modo de producción dominante también es plausible analizarlas desde esta disciplina. Es la tarea que prosigue.

Colombia y un par de años más


Cuestionamientos, apoyos y denuncias a la intención del presidente Juan Manuel Santos de ser reelegido por sólo dos años y luego implementar una reforma que aumente de cuatro a seis los años de mandato en su país.


Revertir un proceso político, social y cultural que se desarrolló por mucho tiempo en detrimento de las mayorías populares, no es una tarea fácil. Y que pueda hacerse rápido, aunque se den condiciones favorables para que así lo sea, es casi imposible. Este razonamiento resulta válido para entender la actual realidad de las naciones suramericanas, pero mucho más para poder trazar una perspectiva de nivelación social en un país como Colombia, que trae de arrastre un conflicto armado que data de más de medio siglo, y hasta hace apenas un par de años, teniendo un óptimo crecimiento económico, era, después de Haití, el país más desigual de América latina y el séptimo del mundo.
La marcha por la Paz realizada el pasado 9 de abril, en la cual se congregaron en las calles de Bogotá casi un millón de personas, fue una expresión acabada de la voluntad ciudadana de terminar con los hechos de violencia que aquejan al país desde hace 65 años, pero a su vez es un indicador claro de que los que se movilizaron y apoyaron dicha marcha, también vislumbran que muchos de los problemas sociales y económicos que los aquejan, como la mencionada desigualdad, son parte de un mismo todo.
Los que siguen de cerca los acontecimientos políticos de Colombia no hubieran imaginado, hace unos años atrás, que el por entonces ministro de Defensa del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, desde que asumiera como presidente en agosto de 2010, emprendiera a partir de entonces un notable viraje en relación a la política que caracterizaba a ese país desde hacía varias décadas atrás. Sin dudas, el nuevo contexto de la región amerita ese cambio de rumbo, y mucho más entender que para nuestro continente se abre a nivel mundial un escenario inédito en coyunturas anteriores, a partir de la irrupción de nuevos actores globales.
Tal como señalara la influyente revista Semana, las declaraciones que Santos realizara en la ceremonia de clausura del Congreso Nacional de Municipios en Cartagena el 19 de abril representaron una verdadera “bomba política”. Allí, reunido con todos los alcaldes y con la presencia de ministros y viceministros pertenecientes a las áreas de Vivienda, Transporte, Salud y Hacienda, el mandatario expresó que su intención es ser reelegido solamente por dos años y que luego se establezca una reforma constitucional que alargue el período presidencial a 6 años (hoy son 4) pero sin reelección, y que igual característica sea aplicada a los alcaldes y gobernadores, es decir que se extienda también de 4 a 6 años el mandato. En Colombia, los alcaldes y gobernadores no tienen reelección, y son elegidos en los comicios de medio término, es decir que sus mandatos no coinciden con la gestión presidencial más que en dos años. Con estos dichos, Santos afirmó que pretende que todas las gestiones desde la del presidente hasta la de los alcaldes coincidan en el tiempo.
Antes de enunciar estas pretensiones, que desde la opinión pública fueron cuestionadas porque traen aparejadas ciertas irregularidades constitucionales para poder ser implementadas, el mandatario colombiano les había expresado a los alcaldes que él quisiera, con ellos, “trazar unos caminos, unos procedimientos en donde podamos, el Gobierno Nacional y los gobiernos municipales, generar muchas más sinergias”, ya que “está comprobado a través de la historia que solamente cuando los gobiernos locales, los gobiernos estatales o departamentales, los gobiernos nacionales, se alinean y se ponen de acuerdo y trabajan juntos, ahí es cuando se produce desarrollo”. Y afirmó que “cuando no hay esa coordinación, cuando no hay ese entendimiento, no se producen resultados” y que por esa misma razón él estuvo “permanentemente pendiente de ver cómo podemos mejorar esa relación en sus diferentes niveles de gobierno”.
En su discurso, Santos dijo que reformar la Constitución antes de 2014 para alargar el período actual hasta 2016, no le parecía correcto debido a que él fue elegido por sólo 4 años.
La idea de alinear a presidente, gobernadores, alcaldes y tal vez también a congresistas por el lapso de 6 años, sin reelección, resulta novedosa y tal vez justificada, ya que, como el mismo Santos les expresara a los alcaldes, en sus respectivas gestiones “se demora un año en preparar su plan de desarrollo y en aprender a ejecutar. Lo mismo el Gobierno Nacional, un año. Al segundo año comienza a ejecutar y realmente es al tercer año cuando se da y el cuarto año ya es de elección, viene la ley de garantías y se para”, a lo que se suma que en los mandatos “los períodos no coinciden y como es necesario que los alcaldes estén sintonizados con los gobernadores y con el Gobierno Nacional, entonces realmente se reduce a su mínima expresión el momento de esa sinergia”.
El problema que genera transformar el actual calendario electoral, como alinear los mandatos en la forma como enunciara Santos, más que de índole político o de principios, representa un serio escollo en relación a cómo ajustar todo eso a las normativas constitucionales, y es por esto mismo que algunos analistas de ese país ven que la próxima agenda legislativa se pondrá bastante espesa ya que, por ejemplo, desde el uribismo consideran que se trata de una simple maniobra del actual presidente para legitimar el proceso de paz que se viene desarrollando en La Habana.
L
a ex senadora Piedad Córdoba, integrante del movimiento Marcha Patriótica, expresó a través de la red social Twitter que si bien ella es una férrea opositora a Santos “no se puede ser mezquino con la paz. Si para lograrla se requieren dos años más, que haya paz”, ya que la “guerra deja millones de desplazados, miles de muertos y billones de pesos perdidos. Si esto requiere 2 años más de Santos, vale la pena”.
De todas formas Santos desestimó el lunes pasado la intención de realizar estas modificaciones considerando “que sería inconveniente dar trámite en el Congreso, en este momento, a cualquier iniciativa de esta naturaleza y que se debe dejar tan necesario debate para después de elegido el próximo gobierno” aunque en ningún momento desestimó presentarse el año venidero, para ser reelegido.
¿Cortina de humo o arremetida política?
Mientras algunos sostienen que la propuesta del presidente Santos de modificar la extensión de los mandatos es una cortina de humo que levantó para que no se vea que no mide bien en las encuestas, la derecha colombiana expresada por el ex presidente Uribe y algunos operadores externos –las organizaciones civiles Bogotá Somos Todos, Fuera Petro, ¿Dónde le firmo?, No más Petro, Creo Colombia, Juventudes Conservadoras, Movimiento Ciudadano y Firme con Bogotá– vienen sosteniendo una verdadera operación para revocar el mandato del actual alcalde capitalino Gustavo Petro.
El legislador Miguel Gómez Martínez, que si bien logró su cargo como representante del Partido de la U, hoy opera junto al uribismo, presentó el pasado 16 de abril ante la Registraduría Distrital de Bogotá un petitorio con 640.362 firmas que piden la inmediata revocatoria del alcalde.
Gómez expresó en ese momento que “los capitalinos no se dejaron engañar por discursos populistas ni por el tono agresivo del Alcalde Mayor y, por eso, más de 640 mil ciudadanos firmaron buscando que Petro se vaya”.
En respuesta a ello, a través de su cuenta de Twitter, el alcalde dijo que “buscar por el camino fácil de la destitución lo que no pudieron lograr por las urnas sólo busca sabotear la esperanza de la Paz”. Y agregó: “Grupos de personas que creen ser luminados por razones extraterrenales se aprestan a violar el voto popular. Procurador: no debe escucharlos”, agregando luego que “en cualquier caso, cualquier violación al voto popular en Bogotá debe ser respondida con tranquilidad y con la mejor movilización por la paz”.
El precandidato presidencial por el uribista Centro Democrático Francisco “Pacho” Santos expresó el miércoles que “hay que apoyar la revocatoria totalmente para que en Bogotá no triunfe la ineptitud, porque el problema de Petro es que es francamente un alcalde inepto que le está haciendo muchísimo daño a la ciudad, la tiene paralizada, no tiene visión, donde usted mire hay problemas”.
Según informaba Caracol Radio el jueves, en 15 días la Procuraduría emitirá un fallo luego de inspeccionar las firmas y, constatando que siendo válidas, poder luego evaluar si deberá sancionar a Petro.
Horacio Duque escribía en Anncol que “la revocatoria del mandato del actual Alcalde de Bogotá Gustavo Petro es una cortina de humo levantada por la ultraderecha, las mafias de la contratación, el cartel del saqueo y los clanes políticos que prevalecen en el Cabildo distrital para dejar en la impunidad los delitos ejecutados contra la administración distrital que implicaron un descomunal despojo de los bienes estatales durante la administración de los señores Moreno Rojas (2008–2012), y para impedir la materialización del Programa de gobierno de la actual administración progresista”. 






2013/04/26

La inseguridad y el “publicista” Scioli


A pesar de que la Provincia de Buenos Aires sea la más castigada por el flagelo de la inseguridad, y su fuerza policial la más sospechada de connivencia con el delito, el gobernador Daniel Scioli, nunca respondió quién es él que le ata las manos para no poder solucionar este problema. La pregunta que el ex presidente Néstor Kirchner le hiciera en Avellaneda poco días antes de su fallecimiento, nunca tuvo una respuesta ni verbal ni práctica, ya que los hechos violentos siguieron reproduciéndose en el primer Estado argentino.

Sin embargo el mandatario bonaerense, y a pesar de que este tema es uno de los más sentidos no solamente por la población sino que además resulta tremendamente amplificado por los principales medios informativos, no duda en decir que él quisiera ser el presidente de la nación en 2015, como si él no tuviera nada que ver con el problema. Tal es así que a posteriori de la movilización del 18A expresó que hay que escuchar los reclamos de la ciudadanía, sin especificar muy bien cuál es ese reclamo, ya que el mismo resulta multiforme y solamente alguien que se pusiera a deconstruir las diferentes expresiones podría hacerlo.

Ahora Scioli plantea “armas cero y pacificación” pero desentendiéndose de lo principal. El que escribe siempre recuerda que allá por los ’70 la famosa Scotland Yard no utilizaba armas y que por esa misma razón la rebeldía de los jóvenes británicos, no se orientaba tanto a la violencia como en otros países donde las policías eran bien represivas. Seguramente, sin una proliferación de armas, la sociedad tendría mucho menos violencia, pero uno tendría que saber por qué sitio el armamento le llega a las redes delictivas, porque armarse no es algo que pueda ser homologable a la acumulación de alimentos o ropa. Lo saben muy bien las organizaciones sociales que se pusieron al hombro la solidaridad con los inundados, muchas veces al margen de la ayuda estatal.

El delito por mínimo que sea no existe sin organización, de esa forma lo expresaba muy bien el célebre sociólogo Juan Carlos Marín, y si no hay entrecomillados es porque la cita no es totalmente equivalente a la dicha por Marín.

Scioli si quisiera ser presidente tendría que explicarle a la ciudadanía, además de “quién le ata las manos”, cómo va a enfrentar a las redes delictivas, no desde un lugar de “publicista” como lo tilda el experto Marcelo Sain, sino dando cuenta de su principal fuerza de seguridad, y de los sitios de reclusión de los capturados por hechos delictivos, ya que este problema no es algo que se pueda disimular tan fácilmente, y eso la población de la Provincia lo sabe muy bien. 

2013/04/21

Cuando cierta izquierda juega de wing derecho


Extraña presencia
Codo a codo. Compañías impensadas en una marcha con dirigentes de izquierda.
Que sectores de la izquierda marchen contra un gobierno no resulta ninguna novedad, ya que precisamente la movilización es una de las principales prácticas de este sector político de la sociedad en tiempos de democracia. Por lo demás, resulta saludable que así suceda, cuando un gobierno se olvida o hace todo en contra de los que menos tienen. Lo que no resulta para nada verosímil es que la izquierda lo haga junto a la derecha más retrógrada y a los sectores más conservadores de la sociedad, como fue la marcha del “18A”, que bajo el lema de ir contra la reforma judicial, expresa a todo un sector de la sociedad que si bien en la última década tuvo una gran bonanza económica, cree que eso es más por méritos propios que por políticas que apuntalaron sus posibilidades de consumo. Marchó principalmente aquel que dice que “paga sus impuestos” y no quiere que se “mantenga más a los vagos”, y que “los derechos humanos son solamente para los delincuentes”. Todas frases que expresan un sentido común que se reproduce a diario, a través de lo que los grandes medios insertan en la vida cotidiana, y convierten en vox pópuli. Una movilización, la del jueves, donde pudieron verse pancartas con leyendas como: “No queremos marxismo en la Argentina” o “Kirchnerismo=Comunismo”, o que entre los que marcharon haya habido uno que con aerosol negro pintara sobre la placa de un desaparecido: “Viva Videla”, a pocos metros de Plaza de Mayo. A diferencia de los pasados 8N y 13S, esta vez pudo verse a figuras políticas partidarias, que también fueron convocantes, y lo preocupante es que bajo el pretexto de luchar contra un gobierno que supuestamente atropella los derechos ciudadanos, también hayan sido parte de la jornada sectores que se dicen de izquierda, mucho más cuando lo que está en juego no son los derechos de la ciudadanía en general sino el privilegio que algunos sectores del Establishment pueden perder, con la reforma de un Poder Judicial que no se distingue para nada del de las noches más oscuras de nuestra historia.
No siempre los partidarios de las izquierdas pueden hacer coincidir sus posiciones teóricas o sus finos análisis, con la práctica que debieran llevar adelante, si es verdad que se plantean como objetivo principal, transformar la sociedad en beneficio de los que en el reparto de la torta capitalista resultan los más perjudicados. O para decirlo con otras palabras, ser el soporte que permita a esos sectores, principalmente los trabajadores, avanzar hacia una sociedad más justa.
En la actualidad representada por los diversos procesos suramericanos, y en particular el de la Argentina, no siempre la comprensión de los mismos se encuentra apuntada en relación con determinadas medidas o acciones de gobierno que favorecen a los sectores populares, o la profundización de derechos democráticos, sino que muchas veces son vistos como una simple argucia que pretende enmascarar o prevenir un verdadero proceso de liberación, el cual para determinados sectores de izquierda, se ve colapsado por los llamados gobiernos progresistas, o “populistas” cuando son nombrados en sentido peyorativo.
Si bien el gran espectro de la izquierda argentina que no comparte ninguna simpatía con respecto al Gobierno puede coincidir en un diagnóstico similar, los que conocen de cerca las diferentes metodologías de ese espacio político afirman que en lo concreto lo que más les cuesta es encontrar puntos de coincidencia en la práctica, y que al no hacerlo terminan en una crítica permanente del accionar del otro.
Días previos al 18 pudo verse en las redes sociales, como a través de un comunicado del Nuevo MAS, afirmando que no apoyaban el cacerolazo, por considerarlo gorila y expresión de una disputa en las alturas, marcaban diferencias con otras expresiones como son el Partido Obrero y Libres del Sur, a lo que desde el PO le contestaban en forma de chicana que el Nuevo MAS era filo K y que serían los próximos invitados al programa 6-7-8. Lo cierto, por lo que Miradas al Sur pudo saber, es que entre estos sectores políticos, existen sustanciales diferencias metodológicas en cuanto a lo que concierne al trabajo sindical, principalmente en los gremios estatales, y a la labor de ayuda a los inundados particularmente en la ciudad de La Plata. Mientras unos pretenden realizar un trabajo sindical sistemático, acusan a los otros de hacerlo solamente con fines electorales, y que esa es una razón también para convocar al cacerolazo junto a un espectro político principalmente enrolado en la derecha.
En dialogo con Miradas al Sur, un referente del Partido de la Liberación también de La Plata, le expresó a este medio que ellos son bien conscientes de quién es el enemigo principal del pueblo argentino, y que por esa misma razón esa fuerza no podría apoyar nunca una movilización convocada por grupos monopólicos en contra de un gobierno que está tocando algunos resortes principales del poder económico, aunque a su vez tenga algunas limitaciones para poder llevar adelante una verdadera transformación de la estructura del capitalismo dependiente.
Este cronista recordaba una frase de Marx pronunciada ante la muerte de Lasalle: “Aunque tuviéramos muchas diferencias, nuestros enemigos eran los mismos”.

2013/04/18

Ciencia y Relato- Una 1ra aproximación


Caracterizar la coyuntura actual de las naciones suramericanas, debería conllevar un desarrollo teórico acorde, que sin prescindir de los conceptos principales de la ciencia de la historia, permita realizar un diagnóstico certero de en qué lugar estamos parados y hacia dónde podríamos ir. La historia no es el derrotero de una senda inevitable, sino producto de ciertas contingencias, que se asientan como probabilidad en determinadas estructuras existentes; siempre que puedan ellas ser captadas en su real dimensión, y a la vez haya una voluntad colectiva predispuesta a accionar sobre ellas, y realizar así un proceso de transformación social, política, cultural e ideológica.

Cuando el que escribe se refiere a una ciencia de la historia, es porque considera que más allá de cierta vulgata editio que propaló a los cuatro vientos el fin de las ideologías y los relatos emancipatorios; intentó a su vez arrastrar consigo conceptualizaciones teórico- científicas, que lejos de caducar, siguen operando sobre las estructuras sociales. El problema se plantea cuando cierta intelectualidad también se hace eco de ello, y en lugar de realizar un tratamiento teórico del problema, lo resuelve obviándolo y negociando lo que no debiera ser negociable. La ciencia sin dudas tiene muy poco de liberal: ni la Ley de la Gravedad ni el Teorema de Gödel, podrían ser debatidos en un parlamento, o en una asamblea; y no porque haya que prescindir de éstos últimos sino porque el libre intercambio de ideas no es compatible con la ciencia, que requiere sin dudas de otras pautas de debate. Si alguien pretendiera afirmar por ejemplo, que conceptos como Modo de Producción, Estado (Lenin), formación social, fuerzas productivas, relaciones de producción, etc., ya no tienen ninguna validez debiera hacerlo desde la ciencia y no desde la ideología. Demostrar como lo hizo Copérnico que el hombre ya no es el centro del universo, no es una tarea fundamentada en la doxa, sino en un arduo trabajo sobre la episteme. Cuando Johannes Kepler enunció las leyes sobre el movimiento elíptico de los planetas alrededor del sol, va más allá de la revolución copernicana, pero lo hace en base a ésta última, no obviándola, no negándola.

Algunos hoy consideran que la prioridad es la construcción de un relato. Quien esto escribe no niega que eso deba hacerse, pero un relato sí no está asentado en bases científicas que permitan ver como en la ciencia de la guerra hacia dónde se debiera enfocar la fuerza, la tendencia sería el pragmatismo. Si bien relato y ciencia se producen en una misma totalidad su desarrollo simultáneo siempre es desigual, y es factible percibirlos en ámbitos diferenciados.  

2013/04/14

Marcha por la paz en Colombia: un millón de personas en las calles de Bogotá


Colombia. A 65 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que desencadenaría El Bogotazo, el pueblo colombiano se encolumnó en apoyo a las reuniones de diálogo con las FARC.


El pasado martes 9 de abril, decenas de miles de colombianos marcharon en apoyo a las negociaciones de paz que el gobierno y las guerrilleras FARC vienen desarrollando en La Habana, para terminar con el conflicto armado más viejo del continente y en homenaje a todas las víctimas caídas en el mismo. Aunque el epicentro de la concentración se dio en los distintos afluentes que marchaban simultáneamente hacia la Plaza de Bolívar, en la ciudad de Bogotá, donde se estima que participaron cerca de un millón de personas, también hubo movilizaciones menores en un centenar de municipios, y en las principales ciudades del país. Si bien en los últimos tiempos la opinión pública parecía dividida en cuanto a la resolución negociada del conflicto, el apoyo masivo al mismo demuestra que la gran mayoría de los colombianos es partidaria de terminar con una violencia que data de seis décadas y media.
La denominación “9A” sin dudas no fue azarosa, sino que representa una fecha clave en la historia de la nación colombiana, ya que un mismo día pero de 1948, se produjo el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, un hecho desgraciado que provocaría la ira popular, y el desencadenamiento de los acontecimientos insurreccionales conocidos como “El Bogotazo”, a partir del cual la violencia quedaría enquistada en el seno de la sociedad. Concluir con este proceso que ya data de 65 años pareciera el máximo desafío no solamente de las partes que se sientan a la mesa de negociaciones de La Habana, sino de un gran espectro político y social del país neogranadino.
Si bien la iniciativa de la movilización fue en un principio del movimiento Marcha Patriótica, integrado por diferentes personalidades, intelectuales y defensores de los derechos humanos entre los que se destacan la ex senadora Piedad Córdoba, el periodista Carlos Lozano Guillén, o el dirigente estudiantil David Flórez, fueron sumando su adhesión a la misma el presidente Juan Manuel Santos, la coalición mayoritaria de los partidos de la Unión Nacional, la delegación de las FARC de La Habana, el alcalde de Bogotá Gustavo Petro del Movimiento Progresistas, la Iglesia Católica, los diferentes gobernadores, el Partido Verde del ex candidato presidencial Antanas Mockus, el Partido Liberal, el Comunista, las diferentes federaciones sindicales, los movimientos de campesinos e indígenas, los de víctimas del conflicto armado y, principalmente, una masa muy importante de ciudadanos que no toleran más la violencia, sin dejar de subrayar que en la marcha se pudo ver a figuras públicas como el “Pibe” Valderrama, Totó la Momposina, el entrenador argentino José Néstor Pekerman o el cantante Juanes, quienes además convocaban a participar a través de las redes sociales.
La marcha se inició en Bogotá desde siete puntos diferentes para confluir todos en la Plaza de Bolívar. Bajo el lema de “Mi aporte es creer”, se distinguían los que marchaban con remeras blancas, y los que lo hacían con vestimentas tricolores como lo es la bandera de Colombia. Las únicas fuerzas políticas que no convocaron fueron el ultraderechista Puro Centro Democrático, del ex presidente Álvaro Uribe, y el centroizquierdista Polo Democrático Alternativo. Para Uribe, la marcha representaba una adhesión a las FARC, más que a las víctimas; mientras que para el PDA, significaba darle fuerza a una posible reelección del actual mandatario Juan Manuel Santos.
Pasadas las ocho de la mañana del día 9, el presidente inauguró la extensa jornada en el Monumento de los Caídos en el oeste de Bogotá, ante la presencia de centenares de militares y policías a los cuales les pidió que también marcharan por la paz. Allí Santos les expresó a los uniformados que “la paz es la victoria de cualquier soldado, la paz es la victoria de cualquier policía. Si nos reconciliamos tendremos una mejor patria”, agregando luego que “están equivocados los que dicen que las Fuerzas Militares no están interesadas en la paz. Son los más interesados. No estaríamos hablando de paz si no fuera por ustedes”, les dijo.
Luego de este acto, el presidente le dijo al diario El Tiempo que “los astros están alineados, las condiciones están dadas y si aprovecháramos esta oportunidad podemos cambiar la historia, así como la cambió para mal el asesinato de Gaitán hace 65 años, hoy la podemos cambiar para bien. Nos tenemos que unir todos los colombianos”.
Luego, en forma conjunta, el actual alcalde de Bogotá y ex guerrillero del M19, Gustavo Petro, y el presidente Santos plantaron una palma de cera en el Centro de la Memoria ubicado en el Cementerio Central de la capital colombiana. La siembra de esta palmera nativa de los altos valles andinos del Parque Nacional Natural Los Nevados, situado en el noroeste del país, fue realizada por ellos como símbolo de la reconciliación. Es de destacar que la palma de cera fue escogida en 1952 como el árbol nacional de Colombia. Allí además estuvieron presentes el actual negociador por el gobierno en La Habana, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, el comisionado de paz Sergio Jaramillo, Mariella Barragán (viuda del asesinado dirigente de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo) y Marleny Orjuela, en representación de la organización que representa a todos los familiares de uniformados caídos o secuestrados. En el acto de la siembra de la palma, Santos afirmó que “ir en contra de la paz no es racional” mientras que Petro pidió que el 9 de abril “este holocausto inicie su fin”.
Por su parte, la delegación de las FARC-EP realizó desde La Habana un documento difundido por Anncol en el cual saludaban a todos los colombianos que marcharon el 9, expresando que “ya es hora de poner fin a esta aciaga noche de violencia que nos consume hace más de medio siglo”, y citando a Jorge Eliécer Gaitán recordaron su estremecedora oración por la paz: “Amamos hondamente a esta patria nuestra y no queremos que nuestra nave victoriosa navegue sobre ríos de sangre”, agregando luego en el comunicado que “ya es hora de elevarnos por encima de cualquier mezquindad personal, de cualquier sórdido cálculo politiquero y avanzar decididamente hacia la construcción de una Colombia nueva, construida entre todos y para beneficio de todos”.
Desde los Estados Unidos también se expresó el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, quien en un comunicado de apoyo a la marcha dijo que esa movilización “refuerza el sentir mayoritario de la sociedad por fortalecer un proyecto de paz” y que eso muestra al mundo “el sentir de millones de colombianos, que lo único que quieren es poner fin al conflicto armado y vivir en armonía y sin violencia”. Insulza a su vez agregó que “la convocatoria a esta marcha, hecha por múltiples sectores sociales y políticos, es una valiosa oportunidad para que los colombianos manifiesten su deseo de vivir en un país reconciliado y en paz”. También indicó que la OEA como organización pondrá toda su experiencia al servicio de los colombianos “para continuar en el empeño conjunto de construir la paz en ese querido país”.
La marcha por la paz realizada el pasado martes tampoco le fue indiferente al ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, quien tras ser invitado por la alcaldía de Bogotá y no pudiendo asistir al evento, según informaba AFP, les expresó a los colombianos, a través de un video, que “la victoria de Colombia en la batalla de la paz será no sólo de ustedes, sino de todos en América latina”, porque “Colombia, por lo que representa en América latina, por todo lo que su pueblo tiene de extraordinario, merece la oportunidad de tener en el siglo XXI la paz que no tuvo en la segunda mitad del siglo XX”, dijo Lula.
La creciente integración latinoamericana necesita prescindir de cualquier foco en el cual haya terceros que intenten inmiscuirse para socavar la unidad, argumentando que lo hacen para encontrar soluciones, que lejos de serlo son la excusa perfecta para mantener ciertos privilegios que de a poco van perdiendo. La inteligencia de los nuevos líderes suramericanos es captar rápidamente esas oscuras intenciones, para encontrar soluciones acordes al nuevo tiempo del continente. Colombia parece hoy haber sido muy rápida de reflejos para comenzar a revertir una larga noche.

2013/04/12

Suramérica avanza a paso lento pero seguro.


No resulta novedoso que la derecha en Suramérica intente encontrar grietas donde no las hay, o en todo caso confundir a la opinión pública con la complicidad de los principales medios hegemónicos, y también cierto progresismo, que tal vez no sea más que funcional  a esa derecha retrógrada, buscando retrotraer los nuevos tiempos del continente, a las tétricas y oscuras noches de la más extrema sumisión al imperialismo.
El candidato de la derecha en Venezuela Henrique Capriles Rodansky quien se dice seguidor del modelo brasileño lamentó que el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva se haya pronunciado por el heredero de Hugo Chávez: Nicolás Maduro; y así lo expresó también el converso escritor peruano Mario Vargas Llosa diciendo que no es posible que Lula se haya convertido en “un propagandista entusiasta del chavismo, de todo lo que representa Chávez, que es la negación absoluta de la democracia, de la libertad, de los principios que han regulado la política del gobierno” del ex mandatario brasileño.
Ya la socialdemocracia reunida en Buenos Aires en 2010 había condenado a Chávez por autoritarismo, sin decir nada acerca de las bases militares estadounidenses que el por entonces presidente de Colombia Álvaro Uribe planeaba instalar en su país.
El martes pasado el pueblo colombiano marchó por la paz, pero tanto la más recalcitrante derecha expresada por Uribe y la centroizquierda del Polo Democrático Alternativo, se unieron contra ello, en una complicidad de hecho.
Mientras tanto, los medios argentinos siguen poniendo énfasis en las supuestas expresiones off de record del presidente uruguayo José Pepe Mujica, en detrimento de la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Parafraseando a Evo Morales, habría que decir que estos procesos latinoamericanos “se garantizan y siguen creciendo”, mientras que en referencia a las elecciones presidenciales del próximo domingo en Venezuela aseguró que “habrá nuevas sorpresas para el bien de todos los latinoamericanos” augurando un triunfo aún mayor del heredero del comandante Chávez.

2013/04/04

Las Tesis de Abril- 96 años después

Con la revolución de febrero de 1917, se cumplía uno de los puntos principales del programa político de la socialdemocracia rusa, la cual lo venía impulsando desde la insurrección de 1905, y que consistía en el derrocamiento de la autocracia, y la caída del zarismo. Febrero encontró a Lenin exiliado en Suiza, y a través de las escasas informaciones que le llegaban, acercadas por emigrados rusos fue construyendo las pautas principales de cómo profundizar el proceso que tuviera como corolario la Revolución de Octubre. La derrota de la monarquía y el surgimiento de un gobierno provisional, sin dudas era un paso fundamental, pero a partir de una muy afinada visión estratégica, Lenin pudo avizorar que ésta no podía ser la cima, sino la condición previa para que los trabajadores y el pueblo ruso pudieran llevar adelante un verdadero cambio revolucionario.

El 3 de abril por la noche Lenin llegaba a Petrogrado, para participar al día siguiente de la asamblea de un partido ya dividido entre bolcheviques y mencheviques. Allí con suma humildad iría a presentar un informe denominado Las tareas del proletariado en la revolución actual, que resulta más conocido como las Tesis de Abril. Decimos con humildad ya que en la introducción, el autor aclara que lo hacía  como “es natural (…) sólo en nombre propio y con las consiguientes reservas, debidas a mi insuficiente preparación” destacando luego que “Lo único que podía hacer para facilitarme la labor -y facilitársela también a los opositores de buena fe- era preparar unas tesis por escrito. Las leí y entregué el texto al camarada Tsereteli. Las leí muy despacio y por dos veces: primero en la reunión de bolcheviques y después en la de bolcheviques y mencheviques”

Las 10 tesis se convertirían no en lo inmediato, pero sí en un plazo racional, en el programa de acción que llevaría a un Octubre triunfante. Es de destacar que entre las tareas enumeradas, hay algunas que corresponden al conjunto de los trabajadores, y otras que son propias del partido. Lenin diferenciaba muy bien que existen políticas de masas, es decir que se realizan en frentes, y tareas específicas de los cuadros partidarios. Esta diferencia resulta sustancial para entender que una revolución no es el resultado del voluntarismo de una minoría iluminada, sino de la acción que los cuadros puedan desarrollar en organismos de masas ya existentes, en los cuales se asientan las necesidades del cambio social, y en la Rusia de aquellos años esos organismos eran los soviets o consejos de obreros, soldados y campesinos, que venían desarrollándose embrionariamente ya desde 1905, y en los cuales Lenin pudo ver la base concreta de un nuevo poder, y en los cuales el partido debía sentar la posibilidad de la ruptura revolucionaria.

Cuando toda la Internacional socialista, en 1914 sucumbió ante la primera gran guerra, y se plegó a ella proclamando el “defensismo revolucionario”, es decir afirmando que los trabajadores debían engrosar las filas de los ejércitos nacionales para defender a sus respectivos países, fue Lenin quien pudo avizorar que la guerra era una crisis que sentaba otra posibilidad: la de la revolución. La guerra era el enfrentamiento entre clases dominantes, en beneficio de ellas mismas, llevando al campo de batalla a los sectores populares. Apoyar la guerra era favorecer a los enemigos, ya sean nacionales o extranjeros, sin percatarse que las condiciones bélicas, les generaban a éstos una debilidad que debía ser aprovechada por los obreros y demás clases postergadas, para insertar en esa brecha un puntal de liberación. La soledad de Lenin con respecto a su crítica del defensismo revolucionario, fue asombrosa. La primera tesis hace referencia justamente a no conceder ni tolerar la más insignificante concesión al defensismo revolucionario, ya que el gobierno provisional iniciado en febrero seguía esta política.

La intención no es reseñar las tesis, sino subrayar algunos de los puntos que para el que escribe resultan salientes, ya sea por su contenido de ruptura o como respuestas a ciertas vulgarizaciones que se hicieron y se hacen del pensamiento revolucionario marxista. Lo saludable sería leerlas o releerlas.

Si bien los acontecimientos de febrero, no son la panacea, son el primer paso para dar otra vuelta de tuerca, sin el cual ésta última resulta inverosímil. Y si la etapa inicial fue de esa forma es porque las fuerzas proletarias no tenían ni las condiciones de conciencia ni organización para establecer un rumbo diferente. Las fuerzas motrices estaban en los soviets, pero ahí los cuadros bolcheviques eran una minoría reducida. Resultaba así una ecuación a revertir, pero para eso la organización política debía realizar cambios sustanciales para estar a la altura de las circunstancias.

La nueva institucionalidad surgida en febrero convivía con una contradicción a resolver, por un lado el poder de la burguesía expresado en un régimen parlamentario, y por otro un poder de los soviets aún ambiguo, en tanto sus direcciones los instrumentalizaban en función del régimen. La tarea de los bolcheviques consistía entonces en demostrarles a las masas organizadas en los soviets, que ellas mismas desde esos sitios debían constituirse en un nuevo Estado. No una república democrática que incluya a los soviets sino una república soviética. Para esto los bolcheviques debían ser mayoría, y ayudar a las masas sobre la base de sus propias experiencias a corregir sus errores. Una concepción muy diferente a la de los que sólo bajan línea desde arriba de un caballo, sin reflexionar junto al resto de los trabajadores ni compartir las mismas experiencias.

Octubre fue el pasaje al poder de los soviets, tras varios meses de preparación, y es de destacar que el lanzamiento de la insurrección no lo hizo el partido, sino el soviet de Petrogrado.

La Plata- Una crónica de lo siniestro

Foto: Télam

El martes por la tarde comenzó a llover en la ciudad de las diagonales, pero nadie sospechaba la dimensión de lo que iba a suceder. Muchos en la tarde platense se asombraban viendo por televisión las imágenes de las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires, pero nadie imaginaba que en esos mismos instantes, muchos sitios de la ciudad comenzaban a quedar debajo del agua. Sin lugar a dudas las precipitaciones fueron desmedidas y no cesaban, en el lapso comprendido entre las 4 de la tarde y la medianoche, que fue cuando dejó de llover copiosamente.
A pesar de la pronunciada precipitación, mucha gente caminaba por las calles, algunas sin luz, los micros no pasaban y mucho menos los taxis. En algunos puntos de la ciudad colas de autos hacían fila sin moverse del lugar. Estaban varados esperando que deje de llover y que el agua que en algunas calles superaba los dos metros, les permita proseguir el viaje, mientras más allá se veían automóviles a los cuales con suerte se les podía ver su parte superior, o montados encima de otro vehículo. También los colectivos estaban varados, algunos por más de 12 horas, desde la tarde hasta el amanecer, con pasajeros que pasaron toda la noche ahí. Por las calles ya pasada la medianoche mucha gente caminaba intentando llegar hasta los lugares que ningún móvil podía acercarlos. Pero hacer eso era un verdadero riesgo, si se tiene en cuenta que cruzar calles donde no había energía eléctrica, y la altura del agua era aproximada a la del que lo intentaba, sumado que la correntada era bastante fuerte. La posibilidad de pisar dentro de un pozo, o de una boca de tormenta sin rejillas, podía ser una forma muy tétrica de desaparecer. Mucho más quedar electrocutado en el intento.
Cruzar de la calle 19 hacia el centro o la estación de trenes, resultaba un imposible, y muchos trabajadores varados se inquietaban porque no iban a llegar a tiempo a sus destinos. Un colectivero de la línea Oeste que terminaba su turno a las 21, para regresar a su casa de Ensenada, la jornada laboral se le extendió hasta las 9 de la mañana del otro día. Mientras tanto llamaba a su familia por celular para saber cómo estaban. En Ensenada si bien llovió igual, no hubo inundaciones, salvo las zonas colindantes con el casco urbano platense, como el barrio de El Dique. Tampoco pasó demasiado en Berisso, con la excepción de la zona denominada La Franja que también es la que está situada del lado platense.
Cuando paró de llover  aproximadamente a la medianoche, todos comenzaban a suponer que en una hora el agua bajaría y los micros y los autos iban a poder continuar, pero el agua no bajó hasta después del amanecer. Los desagües no daban abasto. Las hojas del otoño y la basura en las calles tras casi una semana de vacaciones era mucha.
Por la mañana algunos lugares seguían inundados, pero ver otros donde el agua había bajado era realmente conmovedor. Los comerciantes sacando toda la mercadería perdida, los autos montados unos sobre otros, los vecinos desconsolados en las veredas, hasta un kiosco de diarios corrido de lugar, tal vez por la correntada o por el choque de algún auto flotante.
Si todo hubiera sido una pesadilla, con despertar alcanzaba, pero todo fue parte, y es, de una realidad que hay que comenzar a prever, y comenzar a buscarle la vuelta para que lo imprevisto nos sorprenda menos, mucho más cuando están en juego vidas humanas, y los logros que muchos alcanzaron, tras toda una vida de trabajo y sacrificio.