2014/06/22

Cumbre del G-77 + China- Hacia un nuevo orden mundial

Declaración. La cumbre expresó su apoyo a la Argentina
en relación al conflicto por la deuda.
La cumbre del G-77 más China reafirmó principios de cooperación, solidaridad y desarrollo sustentable.
Aunque la mirada de los grandes medios del planeta se encuentre focalizada desde hace varios días en el Mundial de Fútbol que se lleva a cabo en Brasil, el pasado fin de semana, hubo otro evento internacional que no es posible soslayar. Esta vez no de índole deportiva, pero sí de gran trascendencia política para una gran cantidad de países del globo. Realizada en Bolivia, la denominada Cumbre del G-77 + China concentró en la ciudad oriental de Santa Cruz a los principales mandatarios de los países emergentes. El encuentro se inició el sábado 14 y culminó al otro día, justo cuando el Grupo de los 77 países cumplía sus 50 años de existencia. El mismo tuvo su momento fundacional el 15 de junio de 1964. Hoy se nuclean en el grupo, unos 133 países, pero a pesar de ello se decidió mantener el nombre original.
A principios de este año, el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, asumió la presidencia pro témpore de la organización proponiéndose realizar el encuentro por el 50º Aniversario. El mandatario calificó en enero de “histórico, inédito, una buena imagen para todos los bolivianos”, el hecho de presidir en 2014 al grupo conformado por 133 países del G-77 más China, período en el que el gobierno boliviano se preparó para jugar un rol protagónico en ese escenario multilateral para debatir la agenda de desarrollo post-2015, que intenta delinear nuevos objetivos y metas sociales, económicas y medioambientales.
El conglomerado de países nucleados en el G-77 son en casi su totalidad, los ubicados en el hemisferio Sur, y los más perjudicados por la división internacional del trabajo. Si bien el reducido Grupo de los 7 que integra a los países más poderosos del planeta (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), siempre tuvo la mayor incidencia en el tablero global, hay algunos hechos que en la actualidad, lo hacen tornar algo más frágil e inestable. La crisis europea es una de esas razones, pero la reciente expulsión de la Federación Rusa, tras los hechos sucedidos en Ucrania, le da al gigante euroasiático la libertad de inclinarse hacia otros conglomerados. De hecho, eso ya viene sucediendo con la conformación del clúster denominado Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que nuclea a las principales economías emergentes. Con la adhesión de China al G-77, la única nación que no está en el bloque es precisamente Rusia. Ya Evo Morales había dicho antes de la realización de la cumbre, que Rusia debía integrarse. Lo volvió a repetir en Santa Cruz el pasado domingo.
Si bien desde su creación en 1964 bajo la tutela de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el G-77 se inscribió en un supuesto escenario considerado como en “vía de desarrollo”, la tendencia de la economía mundial, caracterizada por el desarrollo desigual, siempre le fue desfavorable, y el supuesto “desarrollo” una simple quimera. Pero hoy, la crisis del mundo occidental hace de lo desigual del desarrollo que éste tenga una oportunidad inigualable en la periferia. La existencia de los mencionados Brics es una muestra de ello.
El G-77 se conformó hace 50 años tras culminar la primera Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés). Ése era el tiempo en que se habían puesto de moda las ideas desarrollistas, y cuando Estados Unidos había ideado para su patio trasero la denominada Alianza para el Progreso. Esa misma que Ernesto Guevara denunció en Punta del Este en 1961, como una estratagema que apuntaba contra Cuba. Pero el tiempo transcurrió y hoy resulta posible hacer del G77 una herramienta muy diferente de lo para que fue pensada en sus inicios. Lo cierto es que hoy, según precisan algunos analistas, los 20 países que más crecen en el mundo son parte del G-77, y en los próximos años más del 60% del Producto Interno Bruto (PIB) planetario será generado por la organización de los países del Sur.
Antes de la cumbre, el gobierno boliviano organizó el sábado 14 un multitudinario encuentro de movimientos sociales e indígenas en un estadio colmado con unas 30.000 personas. Allí estuvieron presentes además de Evo Morales, los mandatarios Nicolás Maduro, de Venezuela; Raúl Castro, de Cuba, y Rafael Correa de Ecuador. También el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue parte de ese encuentro masivo, que significó un apoyo explícito al mandatario venezolano ante la crisis que afecta a su país.
“Por una hermandad planetaria de los pueblos.” Ese sábado por la noche, el presidente Evo Morales se mostró como el gran anfitrión de la cumbre. En el discurso de inauguración del encuentro, el mandatario del altiplano hizo hincapié en varias aristas de lo que debiera ser la humanidad y el planeta en el tiempo que viene. Pero principalmente orientó su discurso hacia lo que en Bolivia (también en Ecuador y otros pueblos andinos) se conoce como el Buen Vivir. No fue casual la designación de Evo al frente del gran conglomerado de naciones emergentes, justo cuando la misma estaba por cumplir medio siglo de vida. La prédica del mandatario aymara sobre el Buen Vivir en las diferentes asambleas de la ONU, hicieron que recayera sobre él tamaña responsabilidad. El secretario general de las Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon nunca dejó de resaltarlo, siendo éste uno de los referentes mundiales más importantes que estuvieron presentes el pasado fin de semana en Santa Cruz de la Sierra.
Haciendo un raconto histórico, Evo señaló que: “A lo largo de estos 50 años, los países trascendieron en sus planteamientos impulsando resoluciones en Naciones Unidas y acciones comunes favorables al desarrollo sustentado en la cooperación Sur-Sur, a un nuevo orden económico mundial, a la responsabilidad sobre el cambio climático y a las relaciones económicas en el marco de tratamientos preferenciales”.
Sin embargo, dijo el mandatario que “pese a todos los esfuerzos y luchas por la igualdad y justicia de los pueblos del mundo, las jerarquías y desigualdades planetarias se han incrementado”, ya que “hoy 10 países del mundo controlan el 40% de la riqueza de todo el planeta; 15 empresas transnacionales controlan el 50% de la producción mundial”, dijo, agregando que “hoy, como hace 100 años a nombre del libre mercado y de la democracia, un puñado de potencias imperiales invade países, bloquea el comercio, impone precios al resto del mundo, asfixia economías nacionales, conspira contra gobiernos progresistas y recurre al espionaje contra los habitantes del planeta”. Tras realizar un exhaustivo diagnóstico de qué pasa en el mundo, Evo propuso que “necesitamos construir una visión distinta del desarrollo occidental capitalista, transitando desde el paradigma del Desarrollo Sostenible al paradigma del Desarrollo Integral para Vivir Bien, que busca no sólo el equilibrio entre los seres humanos, sino el equilibrio y la armonía con nuestra Madre Tierra” ya que “ningún desarrollo es sustentable si la producción destruye la Madre Tierra, ya que es la fuente de la vida y nuestra existencia. Ninguna economía es duradera si produce desigualdades y exclusiones”, por lo cual “ningún progreso es justo y deseable si el bienestar de unos es a costa de la explotación y la miseria de otros”. “Hoy otro mundo no sólo es posible sino que es imprescindible”, dijo aseverando que “hoy otro mundo es imprescindible porque si no, no habrá ningún mundo posible”.
La “Declaración de Santa Cruz de la Sierra”. Tras la intervención en la Cumbre de los diferentes mandatarios, primeros ministros y embajadores presentes se acordó la declaración conjunta con el nombre de “Hacia un Nuevo Orden Mundial para Vivir Bien”. La declaración hace hincapié en el problema de la desigualdad, situación que se agrava por patrones de consumo y producción insostenibles en los países desarrollados.
Los principales puntos acordados por los diferentes países del G-77 son: la ratificación de los principios de unidad, complementariedad y solidaridad; la construcción de un nuevo orden mundial que pretenda restablecer un sistema más justo y democrático que beneficie a los pueblos.
A sugerencia de Argentina, se reiteró la importancia de no permitir que los “fondos buitre” paralicen la reestructuración de la deuda externa de los países, como también se recalcó la necesidad de contar con un sistema de calificación más transparente; condenando el espionaje.
A su vez, la recuperación de los recursos naturales, la consideración de los servicios básicos como derechos humanos y los derechos de la Madre Tierra son otras propuestas de fondo que han sido asumidas por los miembros del G-77.
Por otra parte, el mandatario boliviano Evo Morales también destacó que los países hayan aceptado el concepto del Vivir Bien, propuesto por Bolivia, como un modelo de desarrollo.
Otro concepto incluido en el documento es el del Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella (No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo), como guía de comportamiento ético de los gobiernos. Un concepto que además está integrado a la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.
Además, la Cumbre se expidió a favor de la Argentina en cuanto a la negociación con los “fondos buitre” y en torno de la cuestión de las Islas Malvinas. También el apoyo al presidente de Venezuela Nicolás Maduro ante la crisis que está padeciendo ese país, y expresando solidaridad con las problemáticas de Cuba y Siria.
Salvo la ausencia de tres mandatarios latinoamericanos, todos los demás estuvieron presentes en Santa Cruz. La presidenta Dilma Rousseff, de Brasil; la chilena, Michelle Bachelet, y el colombiano, Juan Manuel Santos, que justo ese mismo día era reelegido en la segunda vuelta electoral.
Repercusiones. Según informara la Agencia Boliviana de Información (ABI), la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, dijo tras la realización del encuentro que una de la contribuciones más importantes de la realización de la Cumbre del G-77 más China en Bolivia fue que los países se enfocaron en combatir la pobreza y desigualdad en el mundo. “Esta cumbre para la región tiene la gran importancia de que además de enfocarse en el combate a la pobreza está enfocada a la desigualdad, realmente ponerle solución a la desigualdad y hacerlo de una manera distinta en términos de soberanía, de autonomía, utilizando nuestra propia fuerza”, dijo, agregando que “nosotros necesitamos en América latina y el Caribe, no depender sólo de materias primas o de exportación, debemos pasar a una etapa donde haya diversificación de la matriz productiva”, sostuvo. Asimismo, Bárcena resaltó la inclusión de la igualdad de género en ese proyecto de declaración e indicó que ese tema no sólo debe pasar por el acceso a medios, sino en función a los derechos.
Por su parte, el vicepresidente de la Asamblea Popular de China, Chen Zhu, pidió la unión de todos los países miembro del bloque multilateral, para encarnar una posición común en la agenda de desarrollo post-2015. Citado por ABI, dijo que “nuestro grupo del G-77 debe constituir la agencia de desarrollo post-2015, para conformar una posición única y común, insistiendo en los objetivos de la reducción de la pobreza y la realización de desarrollo”, y urgió que sólo como grupo colectivo se escucharán las voces del sur emergente.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon subrayó que “el G77 ha sido un centro de un diálogo bilateral que ha fomentado consensos mundiales sobre temas sumamente importantes; incluso sobre algunos políticos. En este sentido, la presidencia de Bolivia del G-77 bajo el liderazgo del presidente Evo Morales, en representación de todos los países latinoamericanos, es crucialmente importante para dar forma a la agenda más allá de 2015 y para acelerar el cumplimiento de las metas del milenio y para facilitar la adaptación del mundo al cambio climático”, dijo el diplomático surcoreano, y anticipó que en septiembre convocará a una cumbre sobre el cambio climático, en la cual el presidente Evo Morales deberá asistir como presidente pro témpore del G-77.
Evo, con apoyo interno para la Cumbre.
Para la realización de la Cumbre que celebró los 50 años del G-77, Bolivia invirtió unos 80,4 millones de dólares. El presidente Evo Morales coordinó personalmente la organización de la cumbre y realizó viajes al exterior para invitar a otros mandatarios. Incluso en calidad de presidente pro témpore del organismo, Evo se hizo presente a fines de mayo, en la apertura de la XVII reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), realizada en Argelia. Allí el mandatario realizó invitaciones para que los diferentes presidentes de esos países acudan a la cita prevista en ocasión de los 50 años del G77. “Una de las tareas, misiones que tenemos como presidente, cancillería, ministerios, inclusive con el apoyo de hermanos presidentes que tienen mucha confianza en nuestro gobierno, invitar y garantizar la presencia de la mayor cantidad de presidentes a la Cumbre G-77”, señaló el mandatario andino en aquella oportunidad.
Lo importante de la organización de la cumbre del G-77 más China, es que el mandatario boliviano logró aunar un trabajo conjunto con el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, y el alcalde Percy Fernández Áñez que son parte de la oposición. Se hicieron mejoras en dos aeropuertos de Santa Cruz, se compraron helicópteros y se construyó una carretera.
En mayo, cuando Evo visitó Santa Cruz para ver las obras que se estaban realizando para la Cumbre dijo: “Quisiéramos que haya una cumbre en todos los departamentos para que las obras avancen como en Santa Cruz”, valorando además la coordinación y trabajo conjunto de autoridades nacionales y locales comprometidas con la cumbre del G-77, cuya realización puso en la mira del mundo a Bolivia y en particular a Santa Cruz de la Sierra.
Uno de los problemas a los que el gobierno prestó mucha atención fue al de la seguridad de los asistentes. En tal sentido, la Policía boliviana dispuso de 12 helicópteros, una avioneta, cámaras de vigilancia y 50 vehículos especiales para el desplazamiento de los miembros del G-77. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, precisó que el presupuesto se utilizó en la compra de helicópteros, vehículos, motocicletas, cámaras de video e implementos policiales. También había confirmado que 4.000 uniformados se harían cargo del patrullaje de la ciudad más poblada de Bolivia con apoyo de la Fuerza Aérea Boliviana.
“Cuando todos (gobernador, alcalde y Gobierno) trabajamos en forma conjunta, se pueden realizar eventos como la Cumbre del G-77”, había señalado Evo Morales antes de iniciarse el evento. Por su parte, el embajador boliviano ante la ONU, Reymi Ferreira, explicó que también se iba a cubrir el gasto de cada mandatario y de tres de sus acompañantes, tal como ocurre en otros eventos internacionales.
“Bolivia es un país que ofrece hospitalidad a todos los visitantes, por eso se pagan todos los gastos de nuestros invitados. La cumbre del G-77 es el evento diplomático más importante del año”, dijo el embajador Ferreira.


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